POR TONO FERNÁNDEZ - 03/03/2017
Todos sabemos ya que correr es un gran ejercicio para el cuerpo, en especial para nuestras piernas y nuestro corazón, pero también lo es para la mente.
Muchos corredores comienzan a practicar este deporte por mejorar su estado físico, por adelgazar o por competir, pero pronto se dan cuenta de que en realidad les aporta algo que no se esperaban y que también es muy interesante: un estado de desconexión y de relax mental muy grande, unas vitaminas para la cabeza.
Cuando salimos a hacer un rodaje cómodo (lo que podemos llamar un trote suave), para nuestra mente podría equivaler a estar tranquilamente sentado meditando mientras miramos el paisaje. La diferencia es que las piernas le impulsan y mueven nuestro cuerpo, pero durante ese tiempo, la cabeza no se tiene que preocupar de ninguna actividad que le perturbe como una llamada de teléfono, el ordenador, un Whatsapp que entra, los gritos de tu jefe, una clase de matemáticas, etc. Nada de eso. Solo ver el paisaje y no tener estímulos externos.
Y, ¿qué es lo que conseguimos durante esa desconexión? ¿A qué nos dedicamos?
Imaginad ahora que nos dieran todos los días una hora de tiempo, antes de nuestra jornada o al final de la misma, para poder ordenar todas nuestras tareas, o para poder encarar algún problema y buscar solución, o simplemente para pensar en lo que nos apetezca. Pues eso es correr a trote suave para nuestra mente. Entre las opciones, las hay múltiples:
- Organizar agenda. Muchas veces necesitamos poner el freno y pensar en todas las tareas que tenemos que hacer. Cuando uno está engullido por el día a día, a veces es necesario poner perspectiva y poner en orden todo lo que tenemos que hacer para avanzar. Es una opción que mucha gente practica mientras corre.
- La solución a ese problema. Algo parecido ocurre con un problema concreto. Muchas veces es necesario cambiar la perspectiva, abrir la mente y encarar los problemas desde otro ángulo para encontrar una solución a algo que nos agobia. Para ello, también hemos de dedicarle tiempo. Es otra de las opciones que mucha gente asume, dedicar la carrerita del día a pensar en esa cuestión que no podemos solucionar y verla desde otros puntos de vista.
- Nuevas ideas. Simplemente salir a correr sin pretensiones. A muchísima gente se le ocurren ‘nuevas ideas’ mientras corre. En realidad, no hay ningún poder extraño en esto de correr, simplemente ocurre así porque, probablemente, es el único momento del día en el que han podido parar a pensar durante un buen rato. Y solo eso, pensar, con lo que las ideas fluyen. Las nuevas, también.
- El propio disfrute. Los más afortunados, ni siquiera tendrán que pensar en nada. Simplemente la cabeza les llevará por ‘pensamientos de deleite’. Disfrutar del propio entorno, del paisaje, los árboles, el atardecer o el amanecer, y que eso nos evada a otros pensamientos mejores. Se trata de un paréntesis en nuestro día, una carga de buen rollo y buenos pensamientos que nos da energía mental para seguir adelante. Les sucede mucho, también, a las personas que corren con música y se dejan invadir por las canciones.
- Los estudios. Muchos estudiantes hacer repaso mental de su temario cuando corren. Bueno, no es que sea lo que más nos ayude a desconectar, ciertamente, pero sí que es verdad que ayuda a abordar el estudio de una manera diferente y más amena.
- La propia técnica de carrera y la dosificación del esfuerzo. Estos pensamientos se dan cuando nuestro rodaje ya no es tan suave o cuando le ponemos toda la atención a lo que estamos haciendo. Nuestra mente se centra en los propios procesos de la carrera, cómo estamos corriendo y, si estamos apretando un poco más, lo que nos falta, el cálculo de ritmos, esfuerzo, etc.
http://www.carreraspopulares.com/noticia/en-que-piensas-mientras-corres
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