Mostrando entradas con la etiqueta DOPAJE. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta DOPAJE. Mostrar todas las entradas

domingo, 19 de junio de 2016

CONSUMO DE SUSTANCIAS FARMACOLÓGICAS SIN RECETA MÉDICA EN DEPORTISTAS AFICIONADOS

La Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte (Aepsad), antigua agencia estatal antidopaje, alertó a la Xunta hace meses sobre el consumo de sustancias farmacológicas sin receta médica por parte de los deportistas aficionados con el objeto de mejorar su rendimiento. Lo hizo por medio de una guía de profesionales sanitarios en la que recoge recomendaciones para la venta responsable de estos productos. 

Además, dentro de unos días arrancará en Galicia una campaña de concienciación de los deportistas amateur por medio de trípticos distribuidos en las farmacias. La campaña comenzó de forma experimental en Cádiz en febrero del año pasado, se extendió a Andalucía y es ahora cuando alcanza Galicia. La analista de la Aepsad Pilar García-Vaquero describió la situación a La Voz: «Es una alerta dirigida al deportista recreacional. Se constata un aumento de compras en farmacias, pero también en sitios no autorizados e incluso la mezcla de sustancias dopantes con medicamentos». 

«Pero invitamos a la reflexión. ¿Es realmente necesario tomar estos complementos o con una dieta sana y entrenamientos es suficiente a estos niveles?», se pregunta. «Veníamos alertando en relación con las carreras populares porque el consumo de estas sustancias se incrementó en la misma medida que el de los participantes. La campaña nació por el aumento de la demanda de estas sustancias», reitera. Advierte asimismo sobre «la adquisición en suministradores no autorizados o Internet. No son medicamentos en cuanto a su régimen regulatorio. 

Pero pueden tener contaminaciones inadvertidas, porque muchos de estas sustancias se fabrican en líneas de producción de medicamentos. O voluntarias, cuando los gimnasios adquieren cantidades enormes y los muestrean, añadiendo anabolizantes como dianabol o testosterona». «También es peligrosa la consulta en Internet sobre mezclas y sustancias, pues en muchas ocasiones se trata de literatura no respaldada por expertos», avisa. Con respecto a las actuaciones previstas, además de la prevención y concienciación de profesionales sanitarios y deportistas, Pilar García-Vaquero reflexiona: 
«La competencias de la Aepsad ya no solo se reducen al deporte profesional pero por el momento no podemos realizar controles en carreras populares, porque tenemos un limitado alcance tanto legal como económico». Con todo, asegura que la Agencia «está muy preocupada por toda acción que suponga riesgo para la salud y por ello está abierta a todo tipo de iniciativas como la realización de controles en ese tipo de pruebas deportivas». 

«Mientras tanto, insistimos en el consumo responsable. Algunas de las sustancias incluso no son dopantes de por sí, pero pueden ser dañinas bajo un consumo sin control. Pedimos además responsabilidad a la hora de vender estas sustancias, aplicada también a los gobiernos autonómicos en su ámbito de actuación», concluye.

La Aepsad explica que «los medicamentos usados de manera no controlada son antiinflamatorios (betametasona, triamcinolona, dexametasona o metilprednisolona), hormonas y moduladores (EPO, hormona del crecimiento, anastrazol, tamoxifeno), estimulantes (metilfenidato, efedrina) o esteroides anabolizantes (nandrolona, estanozolol, metenolona, testosterona o mesterolona)». El Colegio Oficial de Farmacéuticos de la Provincia de A Coruña, Héctor Castro, asegura que no poseen datos concretos del incremento de las ventas de las sustancias demandadas sin receta médica, pero advierte que «hay gente que incluso intenta comprar las que requieren prescripción médica». 

«Hemos constatado un aumento de la demanda que vinculamos al running, entre otras actividades, y a la filosofía de la guerra contra uno mismo, de mejorar los tiempos recurriendo a suplementos adquiridos por la vía que sea, incluso la que se escapa a cualquier tipo de control», relata. Castro añade: «Nos preocupan casos como el uso de los inhaladores broncodilatadores; supone un peligro para la salud y recomendamos el uso responsable bajo consejo médico y farmacéutico». 

Por último, el Servicio Galego de Saúde (Sergas) dependiente de la Consellería de Sanidade de la Xunta de Galicia evitó confirmar si tenía conocimiento de esta situación, aduciendo que dispone de datos de comercialización de productos que se vendan en farmacia sin receta médica. Tampoco confirmó si había tomado medidas al respecto o planificaba actuaciones futuras para atajar el riesgo de salud pública, y redujo su valoración con respecto a los hábitos de vida saludable al programa Xente con Vida. Un teléfono 900 para denunciar abusos 

El tríptico que la Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte distribuirá por medio de las farmacias gallegas explica pormenorizadamente los riesgos del consumo de todo tipo de sustancias dopantes o potencialmente peligrosas para el organismo de un deportista aficionado. Además, incluye el teléfono 900103586 para denunciar dopaje, abuso o venta ilegal de sustancias prohibidas, o sospechas de suplementos nutricionales.

 Fuente original: La Voz de Galicia
http://www.forocarreteros.com/foro/Tema-Auge-del-dopaje-en-el-deporte-aficionado

jueves, 16 de diciembre de 2010

ATLETAS QUE SE JUEGAN SU SALUD POR UNA MEDALLA DE ORO

El deportista que quiere consumir dopantes sabe a quién tiene que acudir
Los anabolizantes producen infertilidad y disfunción sexual en los hombres

El fantasma del dopaje vuelve a aparecer en el mundo del deporte. Son conocidos los casos de algunos deportistas sobre los que planea la sospecha del consumo de sustancias ilegales. Pero, ¿quién se las proporciona? Según las últimas revelaciones, parece que existen redes muy organizadas que trafican en la clandestinidad. Catorce personas han sido detenidas por un presunto delito de distribución de dopantes, entre ellas, la atleta Marta Domínguez, su manager, José Alonso Valero; su entrenador, César Pérez; el ex ciclista Alberto León y el doctor Eufemiano Fuentes, también implicado en 2006 en una operación de similares características. Además, el viernes prestaron declaración los atletas Reyes Estévez y Nuria Fernández.

Todo un escándalo que expone ante los ojos del público que el uso de dopantes se ha convertido en un negocio muy rentable que viene de lejos y que, como ya decía Juan Antonio Samaranch, quien fue durante muchos años presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), se prolongará durante mucho tiempo. "El deportista que se quiere dopar sabe dónde tiene que acudir y los canales médicos que le pueden ayudar. Todo gira en torno al dinero y, por supuesto, a su afán por ganar como sea", expone Pedro Manonelles, presidente de la Federación Española de Medicina del Deporte (Femede).

¿Quiere esto decir que no se puede ser triunfador sin ayuda? Manonelles lo niega rotundamente: "De hecho, hay que subrayar que la mayoría de los deportistas no se dopan". Y añade: "Según el último informe de la Agencia Mundial de Antidopaje, en el año 2009 se analizaron en todo el mundo 277.928 muestras, de las cuales 3.091 fueron resultados analíticos adversos o positivos", lo que supone un 1,11%. "La cifra es baja, sobre todo teniendo en cuenta que, de este porcentaje, no todos los casos son sancionables". El experto explica que algunos profesionales del deporte tienen que seguir un tratamiento por enfermedades como el asma, por ejemplo, a base de fármacos que están incluidos en la lista de sustancias prohibidas como los broncodilatadores. En situaciones como ésta, "antes se pedía permiso y ahora se envía un comunicado para dejar constancia de la necesidad de estas sustancias para la salud", puntualiza Manonelles.

En los últimos tiempos maratonianos de Julio Rey, medallista de plata en el maratón del Mundial de París 2003, "tuve que pedir permiso para someterme a infiltraciones de corticoides, debido a una lesión de espalda. Al final tuve que retirarme porque me dolía bastante cuando corría", afirma el Atleta a Eureka.

Casos justificados aparte, los expertos aclaran de forma categórica que, por supuesto, es posible batir marcas deportivas tan impresionantes como las de Marta Domínguez, campeona del mundo de 3.000 metros obstáculos en Berlín 2009, sin necesidad de consumir sustancias ilegales. De hecho, esta atleta lo ha logrado. Hay que recordar que no se sospecha de su consumo sino de su presunto papel como traficante en la trama de sustancias prohibidas.

"La diferencia en los resultados probablemente sea pequeña, la que separa a dos rivales próximos", señala Manonelles. Es decir, estos compuestos otorgan una ventaja que le podría garantizar al deportista consumidor la victoria final. "Hay muchos trabajos que estudian los efectos de los dopantes en el rendimiento. Depende de la sustancia y también de la prueba deportiva. Según la literatura científica, una mejora del 2%, aunque es mínima, supone ganar".

José Naranjo, profesor de Fisiología de la Actividad Física de la Universidad Pablo de Olavide (Sevilla) y secretario general de la Femede, ahonda aún más en esta cuestión. "Pensemos en el ciclismo. Las carreras por etapas cada vez son de exigencias mayores, tanto que sin ningún tipo de apoyo sería imposible. Hay que tener en cuenta que durante una etapa se pueden llegar a gastar unas 7.000 calorías". Naranjo se refiere a ayudas legales, como "los suplementos nutricionales, fármacos de vitamina C o medios físicos para recuperarse de la fatiga (masajes de drenajes y relajación) y poder participar en la carrera del siguiente día. "Hay muchos trucos lícitos para alcanzar un buen rendimiento, pero siempre hay quien prefiere los atajos". Y, dados los últimos acontecimientos, siempre hay quien está dispuesto a facilitárselos.

Un modo de vida
La Operación Puerto (2006) marcó un punto de inflexión. Fue la mayor redada de la historia española contra el dopaje en el deporte. La Guardia Civil descubrió en Madrid un laboratorio con grandes cantidades de bolsas de sangre y aparatos de análisis. Entre los detenidos, el médico Eufemiano Fuentes, que curiosamente ha vuelto a ser arrestado en esta nueva operación, denominada Galgo. "Siempre ha habido sospecha de que cierta gente se lucra con el dopaje y lo ha convertido en su modo de vida", señala el profesor Naranjo.

Ambos expertos, Naranjo y Manonelles, reprueban totalmente esta práctica. "Mucha gente piensa que es habitual que les facilitemos sustancias ilegales a los deportistas y no es cierto", afirma el presidente de la Femede. "Tenemos la obligación de luchar contra el dopaje. Para ello, yo que trabajo en baloncesto femenino, reúno a todas las chicas para informarles periódicamente sobre los riesgos de estas sustancias en la salud, pautas de alimentación y recomendaciones para evitar futuros problemas". Por ejemplo, "siempre les aconsejo que cuando tomen bebidas escojan botellas de cristal y se aseguren de que están correctamente cerradas. Además, tienen que informarme de cualquier medicamento que, por circunstancias de salud, les indique otro especialista, por si se encontrara en la lista del código antidopaje del COI y se pudiera sustituir [...] De esta forma, no tienen por qué verse envueltas en casos de presunto dopaje". Y tampoco se resentirá su salud.

Jugarse la salud
Quizás, la cultura del éxito y la obsesión por ser número uno impida ver con claridad los riesgos a los que se expone la salud con el consumo de dopantes. Tal y como indican los médicos, los anabolizantes pueden afectar a todos los órganos, sobre todo al hígado y al aparato reproductor (infertilidad transitoria). "Azoospermia (ausencia de espermatozoides en el eyaculado), ginecomastia (desarrollo de la mama masculina) y disfunción eréctil son algunos de los trastornos sexuales que pueden provocar este tipo de sustancias", puntualiza Ferrán García, director de la Unidad de Andrología del Instituto Marqués (Barcelona). A largo plazo, los problemas se agravan, ya que aumenta el riesgo de cáncer, especialmente los hepáticos y renales.

Según el doctor Manonelles, "el dopaje sanguíneo (transfusiones) aumenta la viscosidad de la sangre, la circulación se vuelve más lenta y existe mayor riesgo de coagulación, trombosis e incluso muerte. La cocaína, además de crear dependencia, eleva las probabilidades de infarto y las anfetaminas provocan psicosis y otros trastornos mentales".

Se trata de una balanza donde coexisten los peligros fisiológicos frente a un incremento del rendimiento y más oportunidades de ganar una competición. Aunque la decisión no debería plantear dudas, siempre hay alguien que prefiere las trampas, a costa de su salud, y opta por echar mano de ayudas externas. Existe un amplio abanico de dopantes, entre los que escogerá en función de su especialidad deportiva. "Hay quien necesita estimulación (cocaína) para disminuir el miedo, por ejemplo, ante los saltos de esquí o en un ring. Esta sustancia, además, reduce el dolor y la fatiga. En deportes de equipo, como el fútbol, la cocaína permite realizar esfuerzos mayores".

Cómo se controla el consumo
Sustancias como éstas son las que se han intervenido en los domicilios registrados por la Guardia Civil, concretamente gran cantidad de anabolizantes, esteroides, hormonas y diversos medicamentos, entre ellos eritropoyetina (EPO), sobre todo utilizada por deportistas de fondo, (ciclistas, maratón). Dados los riesgos y la ilegalidad de los dopantes, ¿cómo se controla este consumo? Según los expertos, existen varios tipos de exámenes y muchos se realizan por sorpresa. Manonelles explica que "los encargados de decidir quiénes se deben someter a estas pruebas se rigen por aquellos deportes, deportistas y circunstancias donde se supone que hay más posibilidades de dopaje".

El atleta Julio Rey cuenta su propia experiencia. "A más éxito, más control. Al menos en mi caso, me han llegado a hacer pruebas inesperadas hasta tres y cuatro veces en la misma semana. En la última etapa, mi rendimiento había bajado y me controlaban menos".

Pero, ¿existen medios para conseguir ocultar el consumo de sustancias prohibidas? En la actual investigación, la Guardia Civil ha encontrado calendarios de competiciones a partir de los cuales se elaboraba un planing de dopaje para los deportistas. Detectar o no la sustancia depende, por ejemplo, del tiempo que permanezca en el cuerpo. Como argumenta Manonelles, "mientras los anabolizantes duran un par de meses, la eritropoyetina tiene una vida media de seis horas". Normalmente, agrega Naranjo, "quienes consumen tienen pautas de tomas en función de este criterio, no las utilizan el día de la competición (saben que si quedan entre los 10 primeros puestos, es muy probable que les hagan un control) y utilizan sustancias que enmascaran, como los diuréticos, que también están prohibidos".

Independientemente de que consigan o no librarse de los controles, ¿hasta qué punto merece la pena poner en riesgo la salud y en entredicho la profesionalidad y el esfuerzo del deportista? Desde luego, mientras haya alguien interesado en hacer trampas, también habrá alguien dispuesto a rentabilizarlo.
Laura Tardón Madrid lunes 13/12/2010

domingo, 3 de octubre de 2010

¿UN DOPAJE INVOLUNTARIO?

Los médicos ven posible que el producto pase al organismo por la carne

Cincuenta picogramos (o 0,00000000005 gramos/ml) del agente anabolizante clembuterol se han convertido en la pesadilla del ciclista Alberto Contador. Una cantidad ínfima que, sin embargo, ha generado una tormenta. El actual campeón del Tour de Francia ha comparecido triste y nervioso ante los medios para explicar su versión de este caso de dopaje. Afirma que la sustancia llegó a su cuerpo por culpa de un filete contaminado. ¿Qué es el clembuterol? ¿Puede llegar al organismo a través de la carne? Los expertos lo aclaran en ELMUNDO.es

El clembuterol es un agente anabolizante incluido en la lista de sustancias prohibidas de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA). Se trata de un producto usado tradicionalmente para el engorde de ganado -que en España y toda la UE está prohibido- y que algunos deportistas utilizan para aumentar la masa muscular y reducir la grasa corporal. Al favorecer la síntesis de proteína en el músculo, aumenta la potencia, disminuye la fatiga y acelera la recuperación.

Sin embargo, también tiene efectos negativos, ya que puede producir alteraciones cardiovasculares, hepáticas, endocrinas, esqueléticas y trastornos psicológicos, fundamentalmente, agresividad. En medicina, ha sido utilizado como broncodilatador y descongestionante para tratar enfermedades respiratorias.

Julián Álvarez, especialista en medicina deportiva y fisiología del ejercicio, explica que "el uso del clembuterol en ganadería ha sido y sigue siendo algo muy habitual [está autorizado como fármaco de uso veterinario] y, depende de cómo se use, es posible que pase al organismo".

Coincide con su punto de vista Javier Aranceta, presidente de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria. "La cantidad que llegue al organismo dependerá de las dosis que se hayan administrado al animal y del tiempo que haya pasado desde la última dosis y su sacrificio. Si las cantidades son muy altas y ha pasado poco tiempo, es más fácil que la sustancia pueda detectarse en una persona".

Por su parte, Pedro Manonelles, presidente de la Federación de Medicina Deportiva (Femede), señala que la contaminación por causas alimentarias no es tan sencilla, "ya que cualquier producto que se introduce en un organismo vivo [en este caso un ternero] normalmente se metaboliza por el hígado. Es decir, muy poco puede pasar al músculo, que es lo que finalmente se ingiere".

Aunque, según sus palabras, como la cantidad de clembuterol detectada en los análisis realizados a Contador es tan minúscula, esta opción "no puede descartarse", pero, eso sí, debe ser ratificada por nuevas investigaciones científicas.

Todos los expertos consultados coinciden en señalar que los 50 picogramos de clembuterol detectados no tienen ningún efecto sobre el rendimiento. "Para conseguir un aumento de la masa muscular y de la fuerza, esta sustancia ha de consumirse durante mucho tiempo y en dosis elevadas", señala Manonelles. Es más, ninguno excluye la posibilidad de que "se trate de un error de la técnica de laboratorio".

Además, como sustancia dopante está un poco pasado de moda. "Se trata de un anabolizante muy débil. Si alguien realmente quiere aumentar la potencia es mucho más lógico que recurra a la testosterona, por ejemplo", argumenta Álvarez.

I.F.Lantigua C.G. Lucio Madrid