Desde una concepción humanista de la Educación Física, el juego es la manifestación más importante de la motricidad. Se encuentra presente a lo largo de todo el proceso de maduración, desde la consolidación de los primeros esquemas sensomotores en el recién nacido, pasando por la capacidad de simbolización y representación y terminando en los procesos de socialización e integración en grupos cooperativos. De ahí la importancia del juego en sí mismo, y de su valor como instrumento educativo – en todas las áreas del currículum escolar – y especialmente, en Educación Física. Es por todo ello que podemos afirmar que el juego contribuye de forma definitiva al desarrollo de la personalidad.
Entendemos que un juego desarrolla habilidades relacionadas con la expresión corporal cuando precisa que utilicemos el cuerpo como elemento de comunicación, bien sea en su globalidad o usando sólo una o varias partes del mismo, sirviéndose de imitaciones, representaciones, mimo, etc.
El cuerpo se convierte en el instrumento con el que jugar.
Los juegos de cooperación desarrollan en quien los juega la necesidad de aunar esfuerzos para lograr entre todos un objetivo común sin otra finalidad que la de alcanzar dicho objetivo. Cooperar frente a competir.
¿Para qué objetivos?
Presentación y relación
Juegos que nos ayudan en las primeras sesiones del grupo a conocer los nombres de los participantes, a que ellos se conozcan entre sí, a integrar rápidamente al recién incorporado a mitad de curso; incluso para apreciar algún rechazo o preferencia dentro del grupo o facilitar el desarrollo afectivo.
Coordinación
Para afianzar el control sobre el movimiento de las diversas partes de nuestro cuerpo, bien sea en su conjunto –coordinación dinámica general–, o por segmentos: coordinación óculo-manual, coordinación óculo-pédica. Sin olvidar la importancia de este control en el manejo de diferentes objetos.
Sensorial
Juegos que nos ayudan a desarrollar las capacidades de nuestros sentidos añadiendo además el desarrollo sensorial kinestésico.
Equilibrio
Entendiendo el equilibrio como la habilidad para mantener la estabilidad corporal en situaciones poco habituales o que provoquen la inestabilidad. Las situaciones pueden ser estáticas, dinámicas, con apoyos invertidos o con objetos.
Percepción y orientación
Percepción y orientación del mundo exterior. Apreciar las variables que nos presenta nuestro entorno para poder ajustar a ellas nuestros movimientos: estamos hablando de percepción, estructuración y orientación espacial; de percepción y estructuración espacio temporal; de percepción y estructuración espaciotemporal; y de un factor importantísimo para su desarrollo: la atención.
Manejo de objetos
Juegos que fomentan la manipulación de un objeto estático o móvil con uno o varios segmentos corporales, directamente o a través de otros objetos. Hablamos de lanzar, coger, chutar, golpear, conducir, empujar, …
Saltos
Llevarán esta etiqueta juegos que supongan para el jugador la necesidad de despegar sus pies de la superficie, con o sin carrera previa, con una fase aérea más o menos prolongada que culmina en la caída o nueva toma de contacto con el suelo en equilibrio. Los saltos podrán ser en altura o longitud, con o sin carrera previa. Hay también otros juegos que abordan los saltos, pero como buscan una mayor precisión en cada una de las fases de que se compone el salto, los hemos introducido en el apartado de predeportivos.
Desplazamientos
Son juegos que desarrollan la habilidad de progresar de un punto a otro del espacio utilizando
como medio el movimiento generado por el propio cuerpo al caminar, correr, marchar, resbalar, patinar, reptar, trepar, en cuadrupedia, a pata coja, al ser arrastrado, empujado, etc. Las variables de dirección y velocidad dependerán de la propia naturaleza del juego.
Ritmo
En estos juegos, el elemento principal es la repetición de una secuencia rítmica imitada o espontánea a partir de movimientos globales del cuerpo –caminar, saltar, correr, etc.– o segmentarios –dar palmadas, pitos, golpear con los pies en el suelo, etc.– La finalidad puede ser la propia repetición o la consecución de una meta distinta. Por sus propias características son juegos de ritmo los juegos de comba y los que utilizan canciones en su desarrollo.
Predeportivos
Entendemos que un juego puede calificarse como predeportivo cuando al jugarlo el participante lleva a cabo acciones propias de los deportes más comunes, de deportes alternativos o de especialidades atléticas específicas, de uno de ellos o comunes a varios, sin que ello suponga una práctica reglada de un deporte concreto.
Condición física
Son juegos pensados para desarrollar en el participante la resistencia, fuerza, velocidad, flexibilidad, agilidad, potencia, etc. de una forma muy general sin pretender alcanzar factores de rendimiento.
¿Cómo?
Bien, ya estamos convencidos de las maravillas del juego. Y ahora ¿qué? Pues, a jugar, pero sin olvidar que el proponer al alumnado un juego en concreto no debe ser producto del azar o de la ocurrencia momentánea, sino más bien el resultado de un minucioso análisis.
Un rápido análisis del juego nos debe llevar en un primer momento, o tras las primeras experiencias a responder a los siguientes interrogantes:
• ¿Se alcanza el objetivo pretendido?
• ¿Es motivador?
• ¿Permite una cantidad de trabajo suficiente?
• ¿Participan todos?
• ¿Hay problemas de espera?
• ¿Hay problemas de eliminación?
• …
Para un análisis mucho más detallado podríamos seguir el siguiente itinerario:
1. Elección del juego en función de:
• Los objetivos que se persiguen.
• La parte de la sesión.
• Edad de los alumnos (curso).
• Número de alumnos: par, impar, cuántos grupos salen…
• Material necesario y tiempo de preparación. ¿Qué material? ¿Quién lo saca, reparte, etc.?
• Terreno de juego y condiciones atmosféricas.
2. Presentación del juego:
• Presentar el juego con ilusión.
• Disposición de los alumnos (en semicírculo, sentados de forma que todos puedan ver y escuchar).
• Explicación corta, concreta, sencilla y clara, en la que necesariamente debe quedar bien claro el terreno de juego, el objetivo del juego, la distribución de los equipos las principales reglas o normas y el material a utilizar.
• Repartir roles y sus distintivos (pañuelos o petos).
• Señalizar el espacio de juego.
• Sortear a ver quiénes se la “quedan”.
• Repartir el material necesario de manera que no interfiera las explicaciones.
3. Demostración del juego: una demostración facilita la comprensión.
4. Formación de los equipos:
• Rifar para ver quién se la queda, cuidar el equilibrio de fuerzas interviniendo siempre con tacto –debemos conseguir que todo el alumnado se relacione que el resto, conociendo, comprendiendo, valorando y aceptando las diferencias de forma que haya una interacción total en el grupo– y diferenciar claramente los equipos (con dorsales, petos, pañuelos, cintas, etc.).
5. Ejecución del juego: algunas consideraciones a tener en cuenta por parte del maestro a la hora del desarrollo del juego:
• No debe manifestar preferencias.
• Debe intervenir con tacto sin ser percibido por otros.
• Participar en los juegos sin que el alumnado pierda su autonomía.
• Debe ser justo y equitativo en las correcciones.
• Debe respetar siempre al alumnado.
• Debe inspirar confianza.
• Debe demostrar a los alumnos que confía en ellos.
• Decidir con prontitud en cualquier circunstancia del juego.
• Fomentar el juego limpio.
• Arbitrar con justicia.
• Vivir el juego, tomando en serio lo que es serio para los niños.
• Aportar entusiasmo seductor hacia el juego y la participación.
• Confiar a los participantes la organización de sus juegos (arbitraje, material, trazado de campos, etc.).
• Debe ser respetuoso con las incapacidades de su alumnado, pero exigente con sus posibilidades.
• Debe saber dosificar las dificultades e incluir dificultades adaptadas al nivel del alumnado.
• Debe modificar ciertas reglas e introducir variaciones. • Debe adaptar otras reglas que permitan crear nuevos problemas con lo cual provocarán nuevas respuestas.
• El niño debe ir encontrando nuevas dificultades que le sometan a una constante reflexión.
• Entre un juego competitivo y uno cooperativo, elegir siempre el último favoreciendo el desarrollo de la persona por encima del resultado, de manera que la participación en un juego no deba suponer la mengua de la autoestima o de la valoración del grupo en función de una participación más o menos favorable en el mismo.
• Utilizar juegos competitivos enfocando la competitividad como autosuperación, colaboración de un grupo frente a otro y obtención de un resultado producto de la propia dinámica del juego que de ninguna manera supone una calificación personal. Es preciso educar la competición, hacerla más razonable y humana, más adaptada a las necesidades reales y colectivas y menos a los intereses personales. Nosotros, más que de competición, preferimos hablar de conseguir que la persona luche, respetando las normas, por la consecución de los objetivos que se ha planteado en su vida, que en ese momento preciso son los del juego.
En fin, y, seguramente, mucho más. ¿Por dónde empezar? La capacidad de mantener siempre un espíritu crítico respecto a nuestras actuaciones docentes puede ser la primera y la mejor de las respuestas; ella nos conducirá al resto.
ALGUNAS PRECISIONES ANTES DE …
• Uno de los grandes valores que debe inculcar la Educación Física es la coeducación. Entendemos que este valor radica fundamentalmente en el interior de cada uno, motor de sus acciones y palabras. Pero no olvidamos que las formas son importantes. Por ello hemos intentado introducir en la redacción de los juegos términos que engloben a ambos sexos –alumnado– o el correspondiente masculino o femenino, no siendo el uso de uno excluyente del otro, sino integrador.
• Utilizamos términos propios de nuestra zona de procedencia –pescar, vidas, pagar prenda, etc.– muchos son voces comunes en los juegos, otros son fácilmente comprensibles en su contexto.
• Como ya ha quedado reflejado más arriba, la riqueza de los juegos es inmensa, de ahí que los podamos empobrecer al clasificarlos bajo uno u otro objetivo mirando únicamente desde dos puntos de vista y dejándonos en el tintero otros más interesantes. Una vez conocido y jugado, cada uno puede y debe hacer un uso de acuerdo con sus propios criterios.
• En este sentido, introduciendo pequeñas modificaciones podemos variar los objetivos de los juegos y adecuarlos a nuestras necesidades o gustos. Cuanto más jugo podamos sacarle a un juego más atractivo será para nuestro alumnado y más se enriquecerá con él. • Existen algunos juegos –sobre todo los clasificados bajo el objetivo de manejo de objetos– cuyos dos objetivos pueden parecer contradictorios. Por lo general, suelen ser juegos indicados para dos ciclos en los que hemos señalado, en primer lugar, el objetivo correspondiente al ciclo de menos edad, y, como objetivo secundario, el correspondiente al ciclo de más edad.
• En el apartado de materiales suele aparecer la palabra distintivos. Nos referimos a la utilización de cualquier medio que permita distinguir a un grupo de otro o a una alumna que desempeña un papel distinto de las otras. Distintivos pueden ser petos, pañuelos, gorras, cintas, llevar en la mano un objeto, etc.
• Damos por sobreentendido que siempre que se juega a pescar basta con tocar a alguien para que el objetivo se cumpla; de esta forma nos evitamos agarrones que suelen provocar pequeños problemas.
• Lo ideal sería utilizar únicamente juegos en los que no se elimine a nadie. No siempre se puede.Pero sí podemos utilizar nuestra imaginación para minimizar su incidencia en el juego: damos vidas, otorgamos puntos, realizando una pequeña tarea uno vuelve al juego, el juego se interrumpe para volver a iniciarse cuando haya un número determinado de eliminados, los primeros eliminados en una partida tienen una vida extra en la siguiente…
• El mejor conocimiento de un juego se alcanza desde dentro, jugándolo.
CONCLUSIÓN
Hagamos de nuestras sesiones de Educación Física un juego, y del juego una aventura motriz en la que el alumnado:
• Participe alegremente.
• Se someta a unas reglas.
• Acepte a los compañeros.
• Utilice nuevos códigos.
• Resuelva relampagueantes situaciones.
• Haga acopio de todos sus recursos físicos y creativos.
• Descubra estrategias.
• Necesite el trabajo en equipo.
• Ordene el espacio que le rodea.
• Vivencie la actividad.
• Anime a los compañeros.
• Vibre.
• Se emocione.
• Constate la realidad propia y la de los demás.
• Calibre sus límites.
• Se arriesgue.
• Tenga incertidumbre.
• Tome decisiones.
• Se esfuerce.
• Disfrute y…
• Aprenda con alegría siendo feliz.
Extraído de “Juegos de expresión y cooperación”
http://editorialinde.tumblr.com/post/108177168492/por-que-juegos-de-expresion-y-cooperacion