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domingo, 31 de agosto de 2014

1,6 MILLONES DE MUERTES ANUALES POR PASARSE CON LA SAL

INVESTIGACIÓN 

Si la comida sabrosa le tienta a menudo, no sucumba a sus encantos sin pensárselo dos veces. Pasarse de la raya con la sal podría acarrear consecuencias graves para su salud, tal y como recuerda esta semana una investigación estadounidense. Según sus datos, nada menos que 1,6 millones de muertes al año se deben a un consumo excesivo de sodio. En concreto, "uno de cada 10 fallecimientos debidos a causas cardiovasculares pueden atribuirse a un consumo de sodio superior a los 2 gramos diarios", señalan los autores de esta investigación en las páginas de la revista New England Journal of Medicine. Las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud señalan que un adulto no debería superar al los 5 gramos de sal (que contienen 2 gramos de sodio) en la ingesta de alimentos. Sin embargo, la mayoría se pasa de lejos de esa indicación. 

Durante su investigación, que ha tenido en cuenta los datos de análisis previos sobre consumo de sodio en todo el mundo, los investigadores constataron que la ingesta media mundial es de 3,95 gramos diarios, una cifra que casi duplica las recomendaciones sanitarias. Las cifras eran especialmente altas en la región de Asia Central, con Georgia a la cabeza del consumo mundial, subrayan los científicos liderados por Dariush Mozaffarian, de la Universidad de Tufts (EEUU). Con los datos de consumo en la mano, estos investigadores estudiaron los efectos de este consumo sobre la tensión arterial, y, finalmente, realizaron una estimación sobre la mortalidad por problemas del corazón que puede ligarse al consumo de sodio. Existe una correlación demostrada "entre la ingesta de sodio y la tensión arterial", así como "entre la tensión y la mortalidad cardiovascular", subrayan los investigadores, y el estudio realizado con datos de 2010 muestra que "1,65 millones de muertes por causas cardiovasculares pueden atribuirse a un consumo de sodio superior a los niveles de referencia", explican. 

De esos fallecimientos, unos 687.000 se deberían a problemas coronarios, 685.000 a infartos cerebrales y 276.000 a otros problemas de índole cardiovascular, muestran las estimaciones. El 40% de las muertes se produciría en personas menores de 70 años. En el texto, los investigadores destacan el hecho de que cuatro de cada cinco muertes por esta asociación entre sodio y corazón se produce en países de medios o escasos recursos. Nieves Martell, presidenta de la Sociedad Española de Hipertensión-Liga española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA), subraya que en nuestro país hasta el 30% de la mortalidad podría estar asociado con una ingesta excesiva de sodio. "El exceso de sodio produce de manera general un efecto renal de retención de agua y la estimulación de determinadas hormonas que da lugar a la elevación de la tensión arterial", comenta. Esa elevación, continúa, "si no se trata debidamente conlleva un aumento del rieso de la enfermedad cardiaca en cualquiera de sus manifestaciones, así como enfermedades cerebrovasculares e insuficiencia renal entre otros trastornos", añade. Según datos de la SEH-LELHA, el consumo de sal en España ronda los "12 gramos diarios, lo que supera con creces los 5 gramos recomendados", señala Martell, quien hace especial hincapié en que no toda la culpa de este abuso la tiene el salero. 

"El 80% del sodio que consumimos proviene de alimentos procesados porque el sodio es un gran conservante que se utiliza en multitud de alimentos que no tienen por qué tener sabor salado", apostilla. Precisamente para controlar mejor el consumo de sal que se ingiere de forma desapercibida, la SEH-LELHA ha creado un documento que ayuda a ver de forma rápida en una etiqueta el contenido real de sodio que contiene un producto. Se distribuirá próximamente en centros de salud y otros centros sanitarios. Para José Ramón González Juanatey, presidente de la Sociedad Española de Cardiología, "la reducción de consumo de sal debería ser una prioridad en salud pública". "Todos deberíamos limitar el consumo de sal, pero son especialmente sensibles los hipertensos, diabéticos, obesos, pacientes que han sufrido algún problema cardiovascular o renal, individuos con historia de cáncer gástrico en la familia, etc". 

Además, continúa, el control de la sal debe ser también estricto en niños "debido al gran poder de adicción que presenta que se ha descrito es similar al de la cocaína". Aparte de los precocinados, los alimentos con mayor nivel de sal son aquellos que se conservan en sal, como embutidos, las conservas, algunas aguas embotelladas, en especial las que tienen gas, etc; González Juanatey recuerda que "el pan en España tiene un elevado contenido de sal y suele representar mas del 15% de la ingesta diaria de este elemento". http://www.elmundo.es/salud/2014/08/14/53eb6144e2704e25458b4588.html

miércoles, 23 de abril de 2014

SIGUE LA "GUERRA" DE ESTUDIOS SOBRE LA SAL

Sigue la "guerra" de estudios sobre la sal: Otro concluye que el rango de consumo de menos riesgo es el habitual.  Los habituales de este blog recordarán los anteriores posts publicados sobre al sal, en los que se apreciaba con bastante claridad el debate científico existente, sobre todo en torno a las recomendaciones para su reducción más extrema. Leyendo todas las investigaciones más rigurosas y recientes es bastante evidente que tomamos cantidades significativas de sal, pero no está tan claro que reducirla a cantidades menores a unos cinco o seis gramos diarios (que es lo que se suele recomendar en los casos de mayor riesgo) aporte beneficios. Les recomiendo leerlos detenidamente, porque podrán apreciar como el tema está calentito.
Y parece que va a seguir caldeado, porque se acaba de publicar en American Journal of Hypertension el meta-análisis Compared With Usual Sodium Intake, Low- and Excessive-Sodium Diets Are Associated With Increased Mortality:A Meta-Analysis, un estudio bastante especial y polémico. Los investigadores daneses que lo han realizado han querido comprobar cómo se relaciona la mortalidad cardiovascular con el consumo de sal por encima o por debajo de la "cantidad habitual" (el rango de consumo para el 90% de la población mundial), de acuerdo a los siguientes valores: 
- Consumo habitual: 6,6 a 12,3 gramos diarios 
-Consumo por debajo: Menos de 6,6 gramos diarios 
- Consumo por encima: Más de 12,3 gramos diarios 

Los resultados han sido los siguientes: 
1.Comparando el consumo habitual vs el consumo por debajo de lo habitual: Como puede observar, hay un menor riesgo en el rango de consumo habitual. 
2. Comparando el consumo habitual vs el consumo por encima de lo habitual De nuevo se encuentra un menor riesgo para el rango de consumo habitual. 
3. Comparando el consumo por debajo de lo habitual vs el consumo por encima de lo habitual 

 En este caso, no se encuentran diferencias significativas entre el riesgo del consumo de sal por encima y por debajo de lo habitual. Analizando los tres gráficos, es bastante evidente que el riesgo es menor en el rango de consumo habitual comparado con los rangos superior e inferior. Un resultado que de nuevo ha disparado los titulares y los comentarios enfrentados entre la comunidad científica, generando artículos como este (poniendo en duda las recomendaciones oficiales) o este otro más crítico, quitándole valor a los resultados y dando más fiabilidad a otros trabajos.
Hay que tener en cuenta que el estudio se refiere en todo momento a personas sanas, con la tensión arterial normal. Y también que uno de sus puntos débiles es que como los investigadores no han encontrado suficientes estudios de intervención de este tipo (solo dos), han tenido que recurrir a estudios observacionales (23 diferentes) para completar el meta-análisis. En fin, que como digo el titular, sigue la guerra de estudios sobre la sal. Y nosotros seguimos esperando resultados concluyentes, para saber si este es otro tema dietético sobre el que se ha estado exagerando durante los últimos años o si realmente la sal es un claro enemigo de la salud y objetivos como estos son prioritarios. Esperemos que la respuesta no se demore demasiado...
http://loquedicelacienciaparadelgazar.blogspot.com.es/2014/04/sigue-la-guerra-de-estudios-sobre-la.html

martes, 11 de junio de 2013

DEMASIADA SAL

COMO LA ESCLEROSIS Y LA PSORIASIS 

El aumento de la ingesta dietética de sal puede inducir a un grupo de agresivas células inmunes que están implicadas en la activación y el mantenimiento de enfermedades autoinmunes, según las conclusiones de un estudio internacional publicado este miércoles en 'Nature'. En las últimas décadas, los científicos han observado un aumento constante en la incidencia de las enfermedades autoinmunes en el mundo occidental y, dado que este aumento no puede explicarse únicamente por factores genéticos, los investigadores barajan la hipótesis de que el fuerte aumento de estas enfermedades está vinculado a factores ambientales. 

Entre los presuntos culpables están los cambios en los hábitos de vida y dietéticos en los países desarrollados, donde los alimentos altamente procesados y la comida rápida están a menudo en el menú diario, alimentos que tienden a tener un contenido mucho mayor de sal que las comidas caseras. Este estudio es el primero en indicar que la ingesta de sal en exceso puede ser uno de los factores externos que impulsan el aumento de la incidencia de enfermedades autoinmunes. 

Hace pocos años, el profesor y coautor de este estudio, Jens Titze, de las universidades Vanderbilt, 'Friedrich-Alexander-Universität Erlangen-Nürnberg' y 'Erlangen-Nuremberg', todas en Alemania, mostró que el exceso de sal alimentaria (cloruro de sodio) se acumula en el tejido y puede afectar a los macrófagos (un tipo de células emigrantes) del sistema inmune. Independientemente de este estudio, los investigadores Markus Kleinewietfeld y David Hafler, de las universidades de Yale, New Haven, Harvard y el 'Broad Institute' del Intituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), todos en Estados Unidos, observaron cambios en las células CD4 positivas o células T helper (Th) en seres humanos, que se asociaron con determinados hábitos alimenticios. 

Las células T auxiliares son alertadas del peligro inminente por las citoquinas de otras células del sistema inmune y activan y "ayudan" a otras células efectoras para combatir agentes patógenos peligrosos y eliminar infecciones. Un subgrupo específico de células T auxiliares producen la citoquina interleuquina 17 (Th17) y las células Th17, aparte de luchar contra las infecciones, desempeñan un papel fundamental en la patogénesis de enfermedades autoinmunes. Sin embargo, la sal aumenta dramáticamente la inducción de células Th17 inmunes agresivas. En experimentos de cultivo celular, los investigadores mostraron que el aumento de cloruro de sodio puede conducir a una inducción drástica de las células Th17 en un entorno específico de citoquinas. 

"En presencia de concentraciones elevadas de sal, este aumento puede ser diez veces mayor que en condiciones normales", explican Markus Kleinewietfeld y Dominik Müller, del Centro de Investigación Experimental y Clínica (ECRC), una cooperación del Centro Max Delbrück de Medicina Molecular, en Berlín, y la 'Charité- Universitätsmedizin', también en Berlín. Bajo las nuevas condiciones de alta salinidad, las células se someten a más cambios en su perfil de citoquinas, resultando en células Th17 particularmente agresivas. 

En ratones, el aumento de la ingesta de sal en la dieta provocó una forma más severa de la encefalomielitis autoinmune experimental, un modelo para la esclerosis múltiple, una enfermedad autoinmune del sistema nervioso central en la que propio sistema inmune destruye las vainas de mielina aislante alrededor de los axones de las neuronas y por lo tanto evita la transducción de señales. Curiosamente, según los investigadores, el número de células proinflamatorias Th17 en el sistema nervioso de los ratones aumentó dramáticamente bajo una dieta alta en sal, por lo que estos expertos demostraron que la dieta alta en sal aceleró el desarrollo de los linfocitos T en las células Th17 patogénicas. Además, realizaron un examen más detallado de estos efectos en los experimentos de cultivo celular y demostraron que la inducción de aumento de agresivas células Th17 está regulada por la sal en el nivel molecular. 

ESCLEROSIS Y PSORIASIS 

"Estos resultados son una contribución importante a la comprensión de la esclerosis múltiple y pueden ofrecer nuevos objetivos para un mejor tratamiento de la enfermedad, para la que en la actualidad no existe una cura conocida", dijo otro de los autores, el doctor Ralf, jefe de la Sección de Neuroinmunología y asistente médico en el Departamento de Neurología del Hospital Universitario de Erlangen (Alemania). 

Además de la esclerosis múltiple, estos científicos quieren estudiar la psoriasis, otra enfermedad autoinmune con fuertes componentes de Th17. La piel, como detectó recientemente Jens Titze, también juega un papel clave en el almacenamiento de la sal y afecta al sistema inmune. "Sería interesante averiguar si los pacientes con psoriasis pueden aliviar sus síntomas al reducir su consumo de sal", señalan los investigadores. Sin embargo, como reconoce el inmunólog Markus Kleinewietfeld, el desarrollo de enfermedades autoinmunes es un proceso "muy complejo" que depende de muchos factores genéticos y ambientales. "Por lo tanto, sólo los estudios en condiciones menos extremas pueden mostrar hasta qué punto el aumento del consumo de sal en realidad contribuye al desarrollo de enfermedades autoinmunes", concluye este experto.
 MADRID, 7 Mar. (EUROPA PRESS) 

miércoles, 24 de abril de 2013

LOS ALIMENTOS INDUSTRIALES

INVESTIGACIÓN | Cantidades recomendadas 

Los alimentos industriales, culpables del abuso de sal.
El 70% del sodio ingerido procede de alimentos industriales. La sal no entiende de fronteras ni de clases sociales. Varios estudios que se presentan en una de las sesiones científicas de la Academia Americana del Corazón (AHA) alertan esta semana de que todos los países del mundo (con la honrosa excepción de Kenia) superan las recomendaciones sobre el consumo diario de sal.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja no tomar más de 2 gramos de sodio al día (el equivalente a 5 gramos de sal, es decir, una cucharadita). La propia AHA estadounidense, por su parte, reduce aún más esta 'cifra recomendada': a tan sólo 1,5 gramos diarios (que serían tres gramos de sal). La sal de mesa (cloruro sódico) está compuesta por un 40% de sodio y un 60% de cloro; pero no es nuestra única fuente de sodio: El 70% de la ingesta se debe a la sal la que se añade a los alimentos industriales en los procesos de fabricación en forma de conservantes o aromatizantes. 

En total, el 75% de la población mundial consumo el doble de sodio de lo recomendado, según las investigaciones del doctor Saman Fahimi, de la Escuela de Salud Pública de Harvard (EEUU), cuyos resultados podrían ver la luz este mismo año en una revista médica con todos los datos desglosados por países, Fahimi empleó para sus estadísticas datos extraidos del Estudio de la Carga Global de Enfermedades, un amplio trabajo que esta misma semana ha permitido también conocer los riesgos del abuso de los refrescos. España abusa Y aunque Fahimi no puede detallar por el momento en qué lugar queda España, sus datos globales son prácticamente un espejo de los que maneja la Agencia Española de Seguridad Alimentaria, que calcula que el 80% de los españoles consume más sal de la recomendada con una media de 9,9 gramos de sal al día (prácticamente el doble de lo que se considera saludable). 

Los países con mayor consumo de sodio en la clasificación realizada por Fahimi son Kazajstán (con más de 6 gramos diarios de sodio, es decir, alrededor de 12 gramos de sal), Mauricio y Uzbekistán. Entre los países 'menos salados' figuran Kenia y Malawi (los únicos que cumplen con la cifra de 2 gramos). "Para la mayor parte de países desarrollados, con rentas alta y media, el sodio procede mayoritariamente de alimentos precocinados, pan, quesos, conservas... en los que se usa sobre todo como conservante, más que para dar sabor", explica el investigador a este periódico. "En los países asiáticos, en cambio, la mayor parte del sodio ingerido procede de las salsas de soja y de la sal de mesa". 

A su juicio, estos datos son la demostración más evidente de que "ni la industria ni las autoridades están haciendo lo suficiente para reducir los niveles de sal". Los niños en riesgo Pero el problema no se limita a los adultos. Otro estudio presentado en la misma sesión científica alerta de que el 75% de los alimentos infantiles contiene demasiada sal. El análisis de Joyce Maalouf, de los Centros de Control de las Enfermedades (CDC), se ha realizado con alimentos para niños del mercado americano, aunque como él mismo señala a este periódico "estudios realizados en Canadá, Reino Unido o Noruega han encontrado datos comparables". Tras revisar nada menos que 1.115 productos (purés, cereales, 'snacks', galletas, lácteos...) Maalouf descubrió que sólo el 25% de los alimentos para niños mayores de un año tenía más de 0,2 gramos de sodio y en algunos casos la ración superaba los 0,6 gramos (el 40% de cantidad diaria recomendada por la AHA y que es válida tanto para niños como adultos). 

"La buena noticia", explica desde Atlanta, "es que los alimentos para bebés de menos de un año presentaban niveles relativamente bajos de sal". La preocupación por la sal no es una cuestión baladí. En el caso de los niños, Maalouf señala que su abuso puede tener consecuencias graves a largo plazo para su salud (fundamentalmente hipertensión); y aconseja a los padres reducir su ingesta desde la infancia para que los niños no se acostumbren a los alimentos demasiado salados. En el caso de los adultos, las consecuencias están mejor cuantificadas y los especialistas se atreven incluso a poner cifras; 2,3 millones de muertes por problemas cardiacos directamente relacionadas con la sal. 

De nuevo en el congreso científico de la AHA, el tercer informe sobre este tipo alerta de que un 15% de la mortalidad mundial en 2010 puede atribuirse al abuso del sodio en la dieta. Un millón de estos fallecimientos (el 40%) se produce en individuos menores de 69 años (lo que se considera una muerte prematura) y con más frecuencia en hombres que en mujeres (60% frente a 40%). Curiosamente, el 80% de estos fallecimientos se produjeron en países en desarrollo, donde el consumo elevado de sal está muy implantado.
María Valerio | Madrid

viernes, 25 de enero de 2013

EL EXCESO DE ALCOHOL AMPLIFICA DRAMÁTICAMENTE LA LESIÓN HEPÁTICA

SOBRE TODO CON EL ESTÓMAGO VACÍO

El consumo excesivo de alcohol puede amplificar dramáticamente el daño hepático, al estar implicado en la fisiopatología de la enfermedad hepática alcohólica (ALD), que se caracteriza por hígado graso, hepatitis, fibrosis y cirrosis, y alterar los niveles de varios componentes celulares, según los resultados de un estudio que se publicarán en abril en la revista 'Alcoholism: Clinical & Experimental Research', actualmente disponibles en su edición 'on line'. "El hígado es el principal sitio metabólico en el cuerpo", dijo Shivendra D. Shukla, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Missouri, y autor del estudio. 

"Está implicado en el metabolismo de nutrientes y medicamentos y en la producción de un gran número de agentes necesarios para las funciones fisiológicas de órganos tales como el corazón, los riñones, los vasos sanguíneos y el cerebro. ALD puede tener un efecto dominó en muchos órganos, al influir en la inmunidad, la salud cardiovascular y la coagulación", explica el investigador. "El hígado es el órgano principal para el metabolismo del alcohol, y como tal, es la primera línea de defensa contra el consumo excesivo de alcohol", agregó Samir Zakhari, vicepresidente senior de la Oficina de Ciencia destilada del Consejo de Bebidas de Estados Unidos. 

En este sentido, resalta que los efectos del consumo excesivo de alcohol en el hígado dependen de que beber en exceso se superponga a consumo excesivo y crónico o que se haga con el estómago vacío, especialmente después de un periodo de ayuno o inanición. Nuevos estudios de experimentación en animales y en humanos indican que el consumo excesivo de alcohol tiene efectos profundos en inmunología y los parámetros epigenéticos del hígado, además de los conocidos efectos metabólicos de los niveles de agudos del alcohol. "El consumo de alcohol crónico hace que el hígado sea altamente susceptible a la borrachera inducida por daño en el hígado", dijo Shukla. 

Además, el consumo elevado de alcohol altera los niveles de varios componentes celulares y dramáticamente amplifica el daño hepático en los crónicamente expuestos al alcohol en el hígado. "Esta revisión hace hincapié en la importancia de los mecanismos moleculares y epigenéticos en la lesión hepática inducida por un atracón de alcohol", subrayó Shukla, que también destacó que la investigación sienta las bases para estudios adicionales sobre la implicación cruzada de órganos por daño hepático inducido por exceso de alcohol. 

Así, la ingesta en exceso de bebidas alcohólicas puede causar daño mitocondrial, lo que puede resultar en la muerte celular y alteraciones en la bioenergética, como agregó Zakhari, quien recomienda por ello que las personas no beban en exceso, sobre todo con el estómago vacío, y alerta de que si son grandes bebedores crónicos, el consumo excesivo agravará la lesión hepática, especialmente si existen condiciones comórbidas, como obesidad, hepatitis C o VIH.
23 Ene. (EUROPA PRESS)

domingo, 13 de enero de 2013

LOS CARDIÓLOGOS ACONSEJAN RECUPERAR LA ALIMENTACIÓN CARDIOSALUDABLE...

BASADA EN LA DIETA MEDITERRÁNEA 

Los cardiólogos aconsejan recuperar la alimentación cardiosaludable ante el incremento del colesterol en Navidad. La Sociedad Española de Cardiología (SEC) y la Fundación Española del Corazón (FEC) aconsejan a la población que "recupere" la alimentación cardiosaludable ante el incremento del colesterol que se produce en Navidad. A juicio de los expertos, durante estas fiestas "cambian las rutinas y se someten los corazones a emociones y tensiones suplementarias", lo que repercute, conjuntamente con los excesos alimenticios, en "un aumento en los niveles de colesterol". Ante ello, y "por el bien de la salud", apuestan por reanudar "los buenos hábitos de vida". 

Para el presidente de la FEC, el doctor Leandro Plaza, en el periodo navideño "se abusa de alimentos ricos en grasas saturadas y se abandona la actividad física". Esto genera un exceso de colesterol, que es "uno de los principales factores de riesgo en el desarrollo de enfermedades del corazón", manifiesta. En la actualidad, este problema "afecta a uno de cada dos adultos españoles", lo que puede ser combatido controlando los principales factores de riesgo cardiovascular, como "la hipercolesterolemia", sostiene. Sin embargo, con motivo de estas fechas, los españoles engordan "varios kilos" al comer demasiado durante casi dos semanas", asegura. 

 Para paliar el aumento de peso, desde la SEC y la FEC recomiendan "dormir las horas suficientes y regresar a una pauta nutricional basada en la dieta mediterránea". Así, ésta "debe siempre contemplar la incorporación de alimentos bajos en grasas saturadas, colesterol y sodio, y ricos en fibra y ácidos grasos esenciales", explica Plaza. Entre ellos deben tener cabida "las frutas, las verduras, los cereales integrales, los lácteos desnatados, los frutos secos, las carnes magras y el pescado azul", considera. Para él, éstos "constituyen la base de una alimentación amiga del corazón". 

ACEITE DE OLIVA, FRUTOS SECOS Y PESCADO AZUL 

Pormenorizando en los alimentos que resultan beneficiosos para el organismo, el experto señala al aceite de oliva, que "contiene principalmente ácidos grasos monoinsaturados", a la vitamina C, la cual "es antioxidante y combate los radicales libres; y los lácteos reductores de colesterol, que "tienen esteroles vegetales". Además, sostiene que las nueces y frutos secos, y el pescado azul deben ser consumidos, ya que "son ricos en fibras, vitaminas, minerales y antioxidantes; y tienen grasa cardiosaludable". 

Con todo ello, "se permite reducir hasta un 50 por ciento la ingesta de colesterol y hasta un 74 por ciento la ingesta de grasas saturadas a lo largo del día", manifiesta Plaza al tiempo que recuerda que el colesterol "es el enemigo de las arterias". Por otro lado, desde ambas sociedades científicas aconsejan la práctica de ejercicio físico, como "caminar entre 30 y 40 minutos diarios. Además, es "fundamental" mantener una correcta hidratación, un buen descanso y evitar el consumo de alcohol y el tabaquismo, concluyen los especialistas.
 3 Ene. (EUROPA PRESS) 

martes, 18 de octubre de 2011

CUIDATE +.MENOS SAL ES SALUD


SANIDAD Dieta más sana

La Agencia de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), dependiente del Ministerio de Sanidad, ha lanzado una web y un perfil en 'Twitter' para que los españoles puedan conocer la sal que consumen a diario, la cantidad 'oculta' de este condimento que contienen los alimentos y cómo cocinar de una forma más saludable.

Son los retos del denominado Plan 'Cuidate+. Menos sal es más salud', presentado hoy por el presidente de la AESAN, Roberto Sabrido. Esta iniciativa enmarcada en el Plan de acción para la reducción del consumo de sal en España, iniciado en 2010 y que ya logró, a través de un acuerdo con los panaderos, reducir en cuatro años un 20% de sal que contenía el pan en España.

Según ha destacado Sabrido más del 80% de los españoles consume más sal de la recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, la ingesta media de este condimento en España es de 9,9 gramos por persona al día, casi el doble de lo recomendado por la OMS que es un máximo de 5 gramos al día.

"El 70% la sal que consumimos es sal 'oculta', es decir, que está presente en los alimentos que ingerimos (como embutidos o comida precocinada entre otros productos) e incorporarla no depende de nosotros mismos", ha recordado el presidente de la AESAN.

Para conocer cuánta sal consume realmente una persona al día, cuáles son los alimentos que contienen más sal 'oculta' o cómo cocinar de forma más sana, la AESAN ha puesto en marcha la web 'www.plancuidatemas.es'.

En esta página los internautas podrán registrarse en el denominado 'Club de amigos' donde, respondiendo a ocho sencillas preguntas, recibirán un correo electrónico diario durante 20 días con consejos saludables adaptados a su edad, ritmo de vida , tipo de trabajo, alimentación y nivel de actividad física.

Evitar las trampas

Además, en este sitio se podrá aprender a '"leer las etiquetas" de los alimentos y conocer qué cantidad real de sal contienen, pues el actual etiquetado tiene algunas "trampas", según Sabrido que dificultarán esta tarea.

"Unos alimentos especifican su cantidad de sal, otros dan su contenido en sodio. Para conocer la cantidad de sal de estos últimos hay que multiplicar la cifra por 2,5. Esta página explica cómo calcularlo", indica.

El reglamento de información alimentaria de la UE para homogeneizar el etiquetado de los alimentos, aprobado ya y que se deberá aplicar en los próximos tres años, acabará con este y otros problemas con este tipo de información.

Asimismo, Sanidad ha creado un perfil en 'Twitter' (@PlanCuidateMas), desde donde se divulgarán consejos para practicar hábitos saludables e intercambiar experiencias. Según Sabrido "es la primera vez que la AESAN utiliza 'Twitter' como herramienta de divulgación de consejos sobre prevención y hábitos saludables".

Optando por esta red social se pretende, según ha explicado, "llegar a los adultos sin sensación de patología, que no van al médico y que no toman ningún medicamento, pero que toman demasiada sal". Las personas mayores ya están bien controladas por los médicos y estos adultos no y ellos sí que manejan las redes sociales", asevera.

Agencias Madrid

domingo, 17 de julio de 2011

LA SAL ¿DEMONIZADA SIN MOTIVOS?

CONTROVERSIA El debate científico continúa .

La sal: ¿demonizada sin motivos?
La cantidad recomendada de sal es de 3,6 gramos diarios.

Surgen nuevas dudas sobre si menos consumo de sal reduce el riesgo cardiaco .

Actualmente, la cantidad aconsejada está en los 3,6 gramos diarios.
Una dieta muy baja en sal también puede resultar perjudicial para la salud.

La guerra contra la sal en la dieta se declaró hace ya décadas en los países desarrollados sin que al parecer fuera del todo 'científicamente' justa. Prueba de ello es la controversia que se ha suscitado este año con la publicación de varios artículos que cuestionan la restricción de su consumo en pro de reducir la tensión arterial y así disminuir también el riesgo cardiovascular.

El primero en sembrar la polémica veía la luz el pasado mayo. La revista 'The Journal of American Medical Association' (JAMA) se hacía eco de un trabajo liderado por Jan Staessen, de la Universidad de Leuven (Bélgica), que determinaba que los participantes sanos que más sodio consumían no tenían más riesgo de morir del corazón o por culpa de un ictus en comparación con los más recelosos con la sal. Sin embargo, tal y como ha declarado a ELMUNDO.es, este experto, "la patología cardiovascular fue un 56% más elevada en las personas que menos sal ingerían".

El trabajo contó con la participación de 3. 681 sujetos de entre 20 y 60 años a los que se les midió el consumo de sal a través de un análisis que midió su secreción en la orina. Así, los científicos los dividieron entre tres grupos: los que más sal consumían, los que menos, y los que ingerían una cantidad normal. Ninguno padecía enfermedad cardiaca previa y dos tercios presentaban una tensión arterial normal. El seguimiento duró ocho años.

Según constatan los autores en sus conclusiones: la presión sistólica (tensión máxima), pero no la diastólica (mínima) aumentaba a medida que lo hacía el consumo de sal en el tiempo, pero de forma poco significativa "por lo que no puede traducirse en un mayor riesgo de hipertensión o complicaciones cardiacas".

Concretamente, y tal y como afirma el director del ensayo: "podemos extrapolar nuestros resultados a la población en general, pero no pretendemos cambiar las directrices para los pacientes hipertensos o para los que padecen insuficiencia cardiaca o cualquier otra patología cardiovascular, porque no es nuestra tarea. Lo único que hemos observado es que con el tiempo el consumo elevado de sal produce un efecto pequeño sobre la tensión arterial sistólica, pero no en la diastólica. El segundo hallazgo fue que los pequeños cambios en la presión arterial que vemos con el cambio de la ingesta no se traducen en una mayor incidencia de hipertensión. Y la tercera conclusión, que fue una sorpresa para nosotros, era que el consumo bajo de sal se asocia con mayor mortalidad cardiovascular".

Desacuerdo

A Jan Staessen le han llovido las críticas. Se ha dicho que su trabajo contaba con un pequeño número de participantes, que eran demasiado jóvenes o que la secreción de sal en la orina no es una medida suficiente para conocer el consumo real de sodio de una persona. Sin embargo, y pese a la retahíla de reproches pocos son los que no reconocen que la evidencia que vincula la sal a las enfermedades cardiovasculares siempre ha sido tenue.

La muestra más reciente de ello llegó la semana pasada de la mano del 'American Journal of Hypertension' . Rod Taylor, de la Universidad Exeter (Reino Unido), publicaba un estudio de revisión de la Cochrane (organización internacional, independiente y sin ánimo de lucro cuyo principal objetivo es asegurar que exista información sobre los efectos de las intervenciones sanitarias realizada de forma rigurosa y periódicamente actualizada) en el que se analizaron siete estudios que contaron con una participación de 6.250 sujetos. La conclusión: "no hemos encontrado pruebas sólidas que demuestren que la ingesta reducida de sal disminuya los ataques al corazón o los infartos cerebrales".

Pese a ello, el doctor Taylor reconoce: "Nuestros hallazgos no deben ser tomados como evidencia de que reducir la cantidad es una mala recomendación. Pero en las personas con tensión arterial normal, los efectos de su disminución en la presión son muy pequeños y en aquéllos con una tensión de moderada a alta, los beneficios que se logran no son tan importantes como los que se consiguen con la medicación".

No obstante, este especialista matiza que "la probable explicación de que la reducción de sodio carezca de un gran impacto sobre la disminución de la tensión arterial o en la mortalidad es la dificultad que tienen las personas para seguir una dieta baja en este condimento durante muchos años. De hecho, es probable que los participantes en estos estudios al principio siguieran los consejos para reducir la sal, pero no fueron capaces de mantenerlos a largo plazo, lo que contribuyó a la falta de beneficios en su salud. Desafortunadamente, estos trabajos no continuaron el seguimiento de los participantes (su dieta o su secreción de sal en la orina), lo que significa que nuestra hipótesis no se puede verificar por completo".

Recomendación

Mario Ávila, cardiólogo especializado en hipertensión del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, reconoce que la polémica de si se debe recomendar o no la restricción de la sal para prevenir eventos cardiacos en la población sana "viene de muy atrás. Sin embargo, si preguntas a los especialistas si recomendarían a sus pacientes que no reduzcan su consumo, todos contestan rotundamente no. Lo que sabemos es que aún faltan estudios para cambiar las directrices actuales".

Recuerda este experto que la cantidad aconsejada "es de 3,6 gramos diarios. En España, el uso está entre tres y ocho gramos al día. Ha quedado claro que reducir su ingesta no tiene los efectos cardiovasculares que creíamos. Pero en pacientes hipertensos lo que sí está claro es que lo importante es tomar la dosis adecuada. No se trata de dejar de tomar sal, porque dosis muy bajas pueden ser perjudiciales, si no tomarla en su justa medida".
Patricia Matey Madrid

viernes, 25 de marzo de 2011

LA ACTIVIDAD FÍSICA REDUCE EL EFECTO DE LA SAL SOBRE LA PRESIÓN SANGUÍNEA

La actividad física reduce el efecto de la sal sobre la presión sanguínea, según un estudio de la Escuela de Salud Pública y Medicina Tropical de la Universidad de Tulane en la ciudad estadounidense de Nueva Orleans que se ha hecho público durante las sesiones científicas de la Asociación Americana del Corazón que se celebran en Atlanta (Estados Unidos).

Los resultados del trabajo muestran que cuanto mayor es la actividad física, menor es la subida de la presión sanguínea en respuesta a una dieta alta en sal.

Según explica Casey M. Rebholz, director del estudio, "los pacientes deberían ser advertidos sobre aumentar su actividad física y comer menos sodio. La restricción de sodio es particularmente importante para reducir la presión sanguínea en las personas más sedentarias".

Los investigadores compararon la presión sanguínea de los participantes en el estudio que seguían dos dietas de una semana, una baja en sodio (3.000 mg/día) y otra alta en sodio (18.000 mg/día). La Asociación Americana del Corazón recomienda consumir menos de 1.500 mg diarios de sodio.

Si la presión sanguínea sistólica media de una persona, el número más alto de la lectura que mide la contracción cardiaca, aumentaba en un 5 por ciento o más de la dieta baja en sodio en comparación con la dieta alta en sodio, los investigadores etiquetaban a esta persona como muy sensible a la sal.

Los investigadores utilizaron cuestionarios de actividad física para dividir a los participantes en cuatro grupos que iban desde muy activos físicamente a bastante sedentarios. Los aumentos medios en la presión sanguínea sistólica tras el cambio de dieta de niveles bajos a altos de sodio y según edad y género fueron de 5,27 mm Hg en el grupo menos activo; 5,07 mm Hg en el más cercano al grupo de menor actividad; 4,93 mm Hg en el más cercano al grupo de más actividad; y 3,88 en el grupo más activo.

En comparación con el grupo sedentario, las probabilidades de ser sensible a la sal, según edad y género eran del 10 por ciento en el grupo de actividad más cercano al grupo de menor actividad; del 17 por ciento en el más cercano al grupo de mayor actividad; y del 38 por ciento en el grupo más activo.

Los participantes eran 1.906 adultos chinos de etnia Han, con una edad media de 38 años, de un gran proyecto que trataba de identificar los factores genéticos y ambientales que contribuían a la sensibilidad a la sal denominado GenSalt. El proyecto se localiza en la China rural dado que la población homogénea hace más probable identificar los genes que influyen en el control de la presión sanguínea.

"El estudio necesita ser repetido pero creo que la relación entre actividad física y sensibilidad a la sal podría aplicarse a otras poblaciones", concluye Rebholz.
24 Mar. (EUROPA PRESS)

jueves, 19 de noviembre de 2009

NOTICIAS SALUD- ¿ERES MUY SALADO?

DATOS DE DOS INVESTIGACIONES

EUROPA PRESS EFE
MADRID.- El 80% de españoles consume demasiada sal en su dieta. En concreto, tomamos una media de 9,7 gramos al día, una cantidad que casi duplica los cinco gramos diarios que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Este exceso se debe, sobre todo, a un abuso de alimentos que contienen una gran cantidad de sal "oculta", como los productos procesados.
Estos datos han sido presentados por el presidente de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), Roberto Sabrido y proceden de dos estudios sobre el tema realizados recientemente.
En una rueda de prensa, Sabrido ha recordado que cada año fallecen en España unas 124.000 personas por enfermedades cardiovasculares y que el 5% de ellas está "directamente relacionado con la hipertensión" y el consumo de sal.
Abuso continuado
Según un estudio de la Universidad Complutense encargado por la AESAN, sólo el 20% de la sal que consumen los españoles procede del salero, mientras que el resto, algo más del 70%, es "sal oculta" que está en los alimentos procesados.
Además, otro estudio encargado a la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha determinado que cerca del 26% de la "sal oculta" que toman los españoles procede de los embutidos (cocidos y curados), un 19% del pan (de panadería, de molde y bollería), casi un 7%de los lácteos y un 5% de los platos preparados.
Roberto Sabrido ha puntualizado, no obstante, que estos son los productos que más sal aportan a los españoles pero "porque son los más consumidos, no los más salados".
De hecho, según el estudio de la OCU, los alimentos con más sodio son las aceitunas, embutidos, anchoas, pescados ahumados, sopas, caldos y salsas preparadas y preparados de pescado y de ave, seguidos de los cereales de desayuno, las conservas de pescado y vegetales, la comida rápida y los platos preparados y quesos, que tienen una cantidad de sal media.
Con todos estos datos, el Ministerio de Sanidad afronta, desde ahora, la segunda parte del Plan de Reducción de Consumo de Sal que consistirá en informar al consumidor para promover una nutrición más adecuada y saludable.
Al mismo tiempo, Sanidad buscará la colaboración de la industria de la alimentación para que los productos contengan menos sal y para que el etiquetado precise más la cantidad de sodio de cada alimento.
"Tenemos margen suficiente y experiencia para conseguir que el consumidor español ingiera menos sal sin notar ni alterar la producción o la conservación del alimento y sin que el consumidor note variaciones de sabor", ha subrayado Sabrido.