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martes, 25 de agosto de 2015

JÓVENES SORDOS POR USO REITERADO DE AURICULARES

http://invdes.com.mx/galeria-general/8571-jovenes-sordos-por-uso-reiterado-de-auriculares

domingo, 31 de mayo de 2015

EMERGENCIAS DEL OÍDO


Las emergencias del oído incluyen objetos en el conducto auditivo externo y ruptura del tímpano. 

Causas 
El dolor, la hipoacusia, el vértigo, los zumbidos en el oído y una ruptura del tímpano pueden ser causados por: La inserción de aplicadores de algodón, alfileres, bolígrafos, palillos de dientes u otros objetos en el oído. Cambios repentinos de presión, como a raíz de una explosión, un golpe en la cabeza, el volar en avión, bucear, caerse mientras se practica esquí en el agua o ser golpeado en la cabeza o el oído. Sonidos fuertes, como un disparo con revólver. 

Síntomas 

Sangrado del oído Hematoma o enrojecimiento Líquido claro que sale del oído (líquido cefalorraquídeo) Mareos Dolor de oído Hipoacusia Náuseas y vómitos Ruidos en el oído Sensación de tener un objeto en el oído Hinchazón Objeto visible en el oído Tímpano roto Consiga ayuda médica de inmediato. Oído externo e interno 

No se debe 

NO bloquee ninguna supuración que provenga del oído. 
NO trate de limpiar ni lavar el interior del conducto auditivo externo. 
NO ponga ningún líquido dentro del oído. 
NO intente retirar el objeto hurgando con un aplicador de algodón, un alfiler o cualquier otro instrumento, pues al hacerlo se corre el riesgo de introducir el objeto más adentro y de dañar el oído medio. 
NO introduzca pinzas en el conducto auditivo externo. 

Cuándo contactar a un profesional médico 

Algunos síntomas pueden significar que usted ha tenido una lesión seria en el oído.
Acuda al médico si tiene: 
Dolor en el oído 
Zumbidos 
Mareo (vértigo) 
Hipoacusia 
Supuración o sangre del oído 
Golpe reciente en el oído o en la cabeza 

Prevención 

Nunca introduzca nada en el conducto auditivo externo sin consultar primero con un médico. 
Nunca se golpee en la cabeza para tratar de corregir un problema auditivo. 
Enséñeles a los niños a no introducirse cosas en los oídos. 
Absténgase de limpiar completamente los conductos auditivos. 
Luego de una lesión en el oído, evite sonarse la nariz y dejar que entre agua en el oído lesionado. Trate las infecciones auditivas de inmediato. 

Si tiende a sentir dolor y presión en los oídos al volar: 

Tome mucho líquido antes y durante el vuelo. 
Evite el consumo de alcohol, cafeína o tabaco el día del vuelo. 
Mastique goma de mascar, chupe un caramelo duro o bostece durante el decolaje y el aterrizaje del avión. 
Hable con un médico sobre la posibilidad de tomar un descongestionante o utilizar un aerosol nasal antes de volar.
https://www.facebook.com/tecnologiamedica/photos/a.451085514311.246583.95284864311/10153419498249312/?type=1&theater

jueves, 29 de mayo de 2014

¿HAS PADECIDO OTITIS DEL NADADOR?

CONSEJOS PARA PREVENIRLA

A pesar de que el trastorno no es grave sí es bastante doloroso y puede arruinar los días de descanso en los que el medio acuático se convierte en un elemento clave para recuperarnos de meses de trabajo. Te damos las claves para que esta infección no arruine tus días de ocio. Según explica Juan Miguel Juan Fernández, jefe del Servicio de Otorrinolaringología en el Hospital Son Llatzer en Palma de Mallorca, hay que diferenciar entre la otitis media, muy común en los niños ya que la mucosidad de los catarros alcanza el oído y produce la infección, y la otitis externa, denominada otitis del nadador y también llamada veraniega. La otitis del nadador es una infección de la piel que implica al conducto auditivo externo. Se origina por cambios en el pH de la piel, derivados de una humedad excesiva, que dan lugar a la alteración de bacterias y hongos que habitan en esta área del oído. 

La bacteria más involucrada en estas infecciones es la pseudomona aeruginosa. Quienes la padecen presentan una otalgia, es decir, un dolor agudo, y la inflamación que desarrolla el conducto auditivo puede llegar a cerrarlo por completo, señala el especialista. Es una afección común en la consulta del médico de cabecera y a los otorrinolaringólogos llega sólo en sus casos más complejos, explica Juan Miguel Juan Fernández, miembro de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Patología Cérvico-Facial (SEORL-PCF). Además, es más frecuente en quienes practican la natación y es más habitual en verano, de ahí sus apelativos. Las personas que están bajo un mayor riesgo de sufrir otitis externa son aquellas que pasan más horas en el medio acuático y quienes padecen trastornos en los que la piel puede resultar más frágil como en el caso de los diabéticos. 

El tratamiento se hace mediante fármacos antiinflamatorios y gotas tópicas con antibióticos. Si se evita el contacto con el agua y no se toca el oído, muchas de las otitis externas se pueden curar por sí solas en unos 10 o 12 días. Si se hace necesario acudir al médico, el dolor se controla en 3 o 4 días y la inflamación en alrededor de una semana. 

 Cómo prevenir la otitis externa 

Tras una primera infección la piel no vuelve a la normalidad hasta pasado un tiempo por lo que hay que evitar el contacto con el agua. Hay que seguir el tratamiento médico para que la infección no vuelva a aparecer y no bañarse o mojar el oído hasta que no haya una recuperación. Entre las recomendaciones que ayudan a prevenir el trastorno, Juan Fernández señala las siguientes: 
1. Uso de alcohol boricado: la aplicación de alcohol boricado (alcohol más ácido bórico), que preparan en la farmacia con receta médica, puede ayudar a secar la piel del oído si se ha pasado mucho tiempo en el agua durante el día y previene las infecciones si se emplea de forma habitual. Sin embargo, no puede emplearse a diario de forma frecuente ya que puede irritar la piel. 
2. Si existe propensión: sobre todo en los meses de verano, se emplea el alcohol boricado y compuestos secantes que se aplican por la noche antes de dormir. Con ello se consigue la evaporación del agua que puede quedar en la piel. 
3. Cuidado al limpiar los oídos: hay que secar con cuidado y no forzar ya que la cera actúa como protección. Alrededor del conducto auditivo existe una fina película de cera protectora que si se elimina puede favorecer el desarrollo de las infecciones. Hay que secar muy bien pero sin meter nada dentro para evitar que se puedan producir pequeñas heridas. 
4. Evitar bañarse en aguas que puedan estar contaminadas pues favorecen las infecciones: además de las horas de exposición al agua, los microorganismos presentes en las aguas estancas o las piscinas no acondicionadas pueden favorecer las infecciones. Las sustancias suspendidas en zonas donde existen formaciones de coral pueden favorecer el trastorno en los buceadores, en los que la otitis externa es más común. 
5. Los tapones no son recomendables: suponen meter un objeto dentro del conducto auditivo y se pueden producir pequeñas heridas, señala el especialista, que apunta que sólo están indicados si el paciente presenta infecciones repetidas. 
6. Agua en el oído: si tras bañarnos en el mar o la piscina se queda de forma habitual agua en el oído hay que acudir al especialista porque puede existir un tapón de cera que haya que eliminar. Si no se acude al médico esta presencia habitual de agua en el oído puede promover la infección.

 http://www.infosalus.com/salud-bienestar/noticia-has-padecido-otitis-nadador-20140523172113.html

martes, 4 de septiembre de 2012

LOS DAÑOS DE ESCUCHAR LA MÚSICA ALTA CON AURICULARES

INVESTIGACIÓN | En Reino Unido 

En caso de exposición repetida, puede producir sordera temporal o permanente Según la investigadora, el daño puede puede revertirse restaurando el oído.Un estudio de la Universidad de Leicester, en Reino Unido, ha permitido constatar por primera vez el daño del nervio auditivo que provoca escuchar ruidos persistentes o música a un volumen elevado, según los resultados publicados en la revista 'Proocedings of the National Academy of Sciences' (PNAS).

 De este modo, los autores reconocen que subir el volumen de la música cuando se escucha a través de unos auriculares puede suponer un daño similar al que provocaría estar cerca del motor de un jet en funcionamiento. En concreto, han observado que incrementar el volumen de nuestros auriculares o escuchar ruidos altos daña la capa que recubre las células nerviosas que se encargan de transmitir las señales de sonido al cerebro, la mielina, lo que puede causar sordera temporal o permanente, en caso de exposición repetida.

Los científicos descubrieron que la exposición a sonidos altos, por ejemplo de más de 110 decibelios, puede destruir este recubrimiento e interrumpir la llegada de la información al cerebro, cuando a nivel medio, un aparato de MP3 alcanza entre 85 y 90 decibelios. Pero este daño a la mielina, como explica la doctora Martine Hamann, quien dirigió la investigación, puede revertirse y lograr que las neuronas vuelvan a funcionar con normalidad restaurando el oído. "Ahora entendemos por qué la sordera, en algunos casos, puede revertirse", explica la investigadora a la BBC. Hamann ha reconocido que en cerca de la mitad de las células analizadas se observó que la cubierta del nervio auditivo se había perdido, "casi como si se hubiera arrancado el cable eléctrico que une al amplificador con el altavoz".

"El efecto es reversible y después de tres meses el oído logra recuperarse igual que la capa que cubre el nervio auditivo", ha explicado la doctora Hamann. Posibilidad de seguir estudiando La región del cerebro que se encarga de poder percibir el sonido de los impulsos eléctricos que transportan las neuronas desde el oído es el llamado núcleo coclear dorsal. En estudios previos, la doctora Hamann y su equipo demostraron que el daño a las neuronas en esta región también es responsable de otro trastorno, llamado tinnitus, que es la sensación de un zumbido continuo en el oído.

Se sabe también que la exposición sostenida a sonidos mayores de 90 decibelios (el nivel medio de los aparatos de MP3) puede causar sordera permanente. La nueva investigación, dice la doctora Hamann, ofrece información importante sobre los mecanismos involucrados en la pérdida del oído y el impacto de la exposición a los sonidos altos. "Como encontramos que el recubrimiento de la mielina puede recuperarse con el tiempo, esto nos ofrece la posibilidad de seguir estudiando más detalladamente este recubrimiento para encontrar la forma de limitar o contrarrestar el déficit", ha explicado, que recomienda "llevar a cabo más campañas para informar a la población, principalmente a los niños y jóvenes, sobre los riesgos de escuchar música alta".
Europa Press | Madrid