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sábado, 3 de diciembre de 2016

10 CONSEJOS PARA PREVENIR EL ACOSO ESCOLAR EN EDUCACIÓN FÍSICA

¿Qué es el acoso escolar o bullying? ¿Qué dierencia existe entre el acoso escolar o bullying y la violencia escolar? ¿Por qué hablar del acoso escolar en educación física? ¿Quién se ve afectado? ¿Cuáles son los motivos por los que se da el acoso escolar? ¿Sobre quién hay que trabajar? 10 pautas a seguir para evitar el acoso escolar

Conclusión Me llego hace escasos días este email de Luis, en el que me decía los siguiente: Buenas tardes Kisco, ¿qué te parece el tema del acoso escolar? ¿Durante tu experiencia te ha pasado alguna vez un caso de acoso escolar con tus alumnos? ¿Qué te parece dedicar una entrada para determinar medidas a combatir o proponer estrategias de cara al acoso escolar siendo un tema de actualidad?. Gracias una vez mas, y enhorabuena por tu precision y claridad explicando los temas.

Luis En cuanto recibí el correo me pareció tan interesante que me puse manos a la obra para escribir este artículo relacionado con el acoso escolar, también conocido como bullying. Este artículo estará centrado en cómo evitar el acoso escolar en lugar de cómo tratarlo. Tampoco me quiero centrar en el ambiente familiar ni en las posibles patologías psicológicas que pueda llegar a tener un agresor de acoso escolar. Posiblemente se estaréis preguntando ¿de qué vas a escribir entonces? Sobre la prevención principalmente. Dejando claro esta perspectiva comencemos por el principio.

 ¿Qué es el acoso escolar o bullying?

 A todos nos viene rápidamente a la cabeza qué es el acoso escolar. De un modo más o menos preciso le asociamos palabras como violencia, rechazo, intimidación, maltrato psicológico, etc. Ortega en 1998, difinió el bullying como: Un comportamiento prolongado de insultos, rechazo social, intimidación y/o agresividad física de unos alumnos contra otros, que se convierten en víctimas de sus compañeros. Por otro lado, la wikipedia lo define: Cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado tanto en el aula, como a través de las redes sociales”.

 ¿Qué diferencia existe entre el acoso escolar o bullying y la violencia escolar?

 No es lo mismo una cosa que la otra. El acoso escolar conlleva acciones prolongadas en el tiempo. Y es esta características la que diferencia la violencia escolar del acoso escolar. La violencia es algo que se ha dado en diferentes tipos de entornos, también en el escolar. La violencia escolar es algo puntual, puede surgir en cualquier momento y suele ser producto de una situación de tensión. Sin embargo, el acoso escolar podemos decir que hasta se planifica, es sistemático y está compuesto de un conjunto de conductas: insultos, burlas, dejar de lado, agresiones físicas, amenazas, etc. En una situación de violencia escolar entre dos chicos es probable que vuelvan a jugar juntos, a ser amigos, al cabo de minutos, horas o algunos días. Sin embargo, no ocurriría esto en una situación de acoso escolar.

¿Por qué hablar del acoso escolar en educación física?

 El acosco escolar no entiende de áreas, de materias ni de nada parecido. Solo entiende de momentos propicios para seguir “con lo suyo”. Como sabemos la educación física es una materia especial, tanto para fomentar una relación social apropiada, como para deteriorar ciertas relaciones. Todo va a depender de cómo se trabaje en el área. Como ya he comentado en otras ocasiones, la educación física, ni el deporte, ni nada, es bueno por sí, sino que hay que saber enfocarlo para conseguir extraer esos valores positivos que tanto bueno pueden hacer en la educación del chico. Por este motivo, la sesión de educación física es un momento excelente para observar ciertos comportamientos y gestos que nos pueden dar indicios de que algo no va bien.

 ¿Quién se ve afectado?

 Todo el mundo. Docentes, familias, alumnado, personal no docente. Todos. No solamente el chico agredido y el agresor se ven implicados. Sería un error verlo de este modo. Qué duda cabe que no todo el mundo tiene el mismo grado de responsabilidad. Pero en nuestro caso, como maestros, deberíamos abordar este tema desde el prisma de la globalidad, sobre todo en la prevención que es donde nos centraremos.

 ¿Cuáles son los motivos por los que se da el acoso escolar?

 Los motivos pueden ser diversos y variados y en muchas ocasiones atenderá a problemas psicopatológicos. Pero obviando estos problemas más profundos (que requerirían de un tratamiento especial, en el cual no vamos a entrar), creo que en todos estos procesos de maltrato escolar se dan dos aspectos comunes: Baja autoestima. Altos miedos e inseguridades (disfrazado de violencia que le aporta una falsa seguridad). De un modo u otro estos aspectos psicológicos van fluctuando entre acosado y acosador. Por esta razón, a nivel escolar, hay que trabajar para evitar que se den estos estados psicológicos en los chicos. Qué duda cabe, que muchos de estos estados vienen heredados de otros ambientes (padres violentos, falta de cariño de sus familiares más cercanos, exceso de sobreprotección, etc.), pero aún así, el tiempo de estancia en la escuela no debe potenciar estos estados sino intentar apaciguarlos. Es decir, habrá que intentar atajar los motivos por los que se dan las situaciones de baja autoestima y altos miedos e inseguridades.

 ¿Sobre quién hay que trabajar?

 Una vez que se llegue a la situación de acoso escolar, el problema debería ser tratado de manera multidisciplinar por un grupo de profesionales. Pero como hemos visto, no solo el acosado y acosador están implicados. También se puede trabajar sobre el resto del grupo (los observadores). Y esto será principalmente lo que debamos hacer como docentes: trabajar en la prevención. Para desarrollar esta línea de trabajo en las clases de educación física, voy a dar a continuación algunas pautas a seguir.

 10 pautas a seguir para evitar el acoso escolar

El contenido NO es el rey. En la escuela parece que el dar el contenido que viene en los libros de texto es lo más importante. Pero no es así. La ley no exige dar todo el contenido, sino conseguir diferentes objetivos. De los 14 objetivos que marca la LOMCE casi la mitad están relacionados con el buen ambiente escolar:

Conocer y apreciar los valores y las normas de convivencia, aprender a obrar de acuerdo con ellas, prepararse para el ejercicio activo de la ciudadanía y respetar los derechos humanos, así como el pluralismo propio de una sociedad democrática.

 Desarrollar hábitos de trabajo individual y de equipo, de esfuerzo y de responsabilidad en el estudio, así como actitudes de confianza en sí mismo, sentido crítico, iniciativa personal, curiosidad, interés y creatividad en el aprendizaje, y espíritu emprendedor.

 Adquirir habilidades para la prevención y para la resolución pacífica de conflictos, que les permitan desenvolverse con autonomía en el ámbito familiar y doméstico, así como en los grupos sociales con los que se relacionan.

Conocer, comprender y respetar las diferentes culturas y las diferencias entre las personas, la igualdad de derechos y oportunidades de hombres y mujeres y la no discriminación de personas con discapacidad.

Valorar la higiene y la salud, aceptar el propio cuerpo y el de los otros, respetar las diferencias y utilizar la educación física y el deporte como medios para favorecer el desarrollo personal y social. 

Desarrollar sus capacidades afectivas en todos los ámbitos de la personalidad y en sus relaciones con los demás, así como una actitud contraria a la violencia, a los prejuicios de cualquier tipo y a los estereotipos sexistas.

El ambiente de clase es lo primordial. El maestro debe cuidar que el ambiente de la clase sea el mejor que pueda crear. Cuanto mejor ambiente haya en la clase en general menos conflictos se producirán y por tanto se estará contribuyendo a la prevención del acoso escolar.

El maestro debe respetar a los chicos. Es el primer paso. Si el maestro no respeta a algún niño, el resto de niños tampoco lo va a hacer. Hay que dar ejemplo. Jamás se debe dejar en evidencia a ningún niño.

No dejar pasar ningún gesto feo de unos hacia otros. Hay que evitar en todo momento cualquier gesto feo. No solamente a nivel verbal, sino también a nivel gestual. Además se tiene que aprovechar en ciertas ocasiones estos gestos feos, para parar la clase y hablar de ello con los chicos y como lo ven ellos. Esto contribuirá a mejorar el ambiente de clase y el respeto de unos hacia los otros.

Cualquier momento es bueno para educar y hablar. Como decía anteriormente el contenido no es el rey, y por tanto, no debe estar por encima de la educación. La educación es lo primero. Si hay que parar la clase para hablar se para. Y si no da tiempo ha terminar lo que se estaba realizando, mañana será otro día. Pero como dicen algunos mayores por aquí “lo primero es lo primero”.

La resolución de conflictos se debe realizar hablando y llegando a acuerdos. Esto no se consigue de la noche a la mañana. Sino que hay que trabajar con ellos una serie de estrategias y técnicas a seguir para intentar llegar a acuerdos cuando se produzca un conflicto. La educación física es ideal para fomentar estas situaciones debido a que se producen bastantes “roces” entre los chicos. Digamos que hay que establecer un protocolo de resolución de conflictos entre los niños, a ser posible de forma autónoma.

Considerar a la clase como un equipo en el que todos deben cuidar de todos. En la clase no está permitido ni hacer daño ni callarse cuando se ve que a alguien del equipo le están haciendo daño (aunque sea otro miembro del equipo). Si alguien ve algo feo debe decirlo sino estará contribuyendo a que el equipo se fracture y por tanto sea más débil. Esta norma de convivencia se puede consensuar con los chicos al inicio de clase, y evidentemente, habrá que ir recordándola cada cierto tiempo. También es ideal explicarle que se puede hacer daño tanto a nivel físico como a nivel psicológico.

Proponer diferentes niveles de actividades. Todos los niños tienen características diferentes y por tanto no deben de realizar la misma actividad al mismo nivel. Cada uno regulará su actividad en función de sus capacidades físicas. Para ello se utilizarán diferentes técnicas como quitar el foco de las carreras en sí (en carreras de relevo, en carreras de velocidad) o utilizar ambientes de aprendizaje (para trabajar los saltos, las trepas), actividades cooperativas (desafíos cooperativos, equilibrio, retos), etc.

Evitar el etiquetado. Es importante evitar todo tipo de etiquetados: apodos, características físicas, etc. Cuando a un niño se le etiqueta de algo tiende a asumir las características de ese etiquetado. También es importante evitar las palabras siempre o nunca. Me explico. Debemos evitar frases como “Fulanito siempre hace esto”, en su caso decir “Fulanito hoy ha realizado tal acción”, que sea más descriptivo.

Ojos enormes, orejas enormes y boca pequeña. El maestro debe estar pendiente de todo aunque disimuladamente. Para ello debe tener los ojos bien abiertos y los oídos muy atentos.

Conclusión

Cuando se detecte un caso de acoso escolar sería un equipo multidisciplinar de profesionales el que trabajara en él. En nuestro día a día, se puede contribuir a evitar el acoso escolar creando un buen ambiente de aula. Para ello he aportado 10 pautas que pueden ayudar a crear y generar este ambiente

En este sentido recomiendo el libro de Carlos Velázquez de “Educación física para la paz”, todo un referente a nivel de trabajo cooperativo en educación física. http://www.elvalordelaeducacionfisica.com/10-consejos-prevenir-el-acoso-escolar/

jueves, 20 de marzo de 2014

CONTRA EL ACOSO ESCOLAR:PREVENCIÓN

LIFESTYLE 

"No hagas ni permitas a tus compañeros que hagan nada que no quieras que te hagan a ti. Di no al acoso escolar". Con estas palabras la joven actriz Celine Peña ('Cuéntame') daba voz a un vídeo que la campaña contra el acoso escolar que Policía Nacional lanzó a finales del año pasado. Famosos como Iker casillas, Xabi Alonso o la propia Celine se implicaron para concienciar al entorno familiar y escolar de lo que está pasando en las aulas. "La prevención es fundamental", dijo entonces en rueda de prensa Ignacio Cossidó, director general de la Policía. La devastadora noticia esta semana del suicidio en Palma de Mallorca de una niña de 13 años por bullying junto con el vídeo que unos niños, de 14 años, colgaron en la Red, dando una paliza a una compañera de colegio de Sabadell, incide en la importancia de la prevención. Estamos en el Colegio Suizo de Madrid. En 2006 tuvieron un caso de acoso escolar que revolucionó a la opinión pública. Desde entonces han puesto en marcha un área de prevención de conflictos desde la infancia. La clase de hoy la lleva Nadine Müller, maestra de infantil, trabajadora social y pedagoga. 

Los niños tienen 5 años, los mismos que lleva este singular taller de títeres en funcionamiento. Sobre el escenario, un osito de peluche maltrecho, un ratón sabio, un viejo bolso charlatán, tres amigos de madera que siempre piensan igual, una muñeca bella y egoísta y un líder, que es el más bajito de todos. "Tenemos que jugar con tacto los roles. Nos pasó con el personaje del jefe. Lo hicimos tan atractivo que los niños se querían ver reflejados en él. Con todos estos muñecos jugamos un sencillo teatro y abordamos temas como el egoísmo, la confianza, la asertividad. La mecánica es sencilla. Se juega una escena, se para y se plantean preguntas a los niños. Ellos ya empiezan a tener vocabulario para expresar sus sentimientos. La intención es ofrecerles herramientas para que el día de mañana pueda gestionar adecuadamente sus conflictos". Nadine cuenta que este método lo puso en marcha en las escuelas públicas Zurich el titiritero y pedagogo Werner Bühlmann para prevención de adicciones y de buylling en Primaria con excelentes resultados. "Los títeres son estupendos pedagogos", recalca Nadine. 

Los 'peacemakers' Para los alumnos mayores, el colegio tiene en
marcha un novedoso proyecto de mediación con el que llevan trabajando 4 años. Juanjo Millán (psicopedagogo y neuropsicólogo infantil), Paula Sánchez (psicóloga) y Corinna Schindler (psicopedagoga) son los encargados del departamento de orientación del colegio y los formadores de una legión de 'peacemakers' o mediadores de conflictos entre los propios alumnos del colegio. "Los chavales son elegidos democráticamente por los alumnos. Y se les forma durante un fin de semana. El buen memorizador triunfa en los estudios y no se premia a los niños más maduros emocionalmente. 

Esta es una manera de hacerlo", explica Millán. La mecánica es sencilla. Alma, una alumna de 8 años, lo explica. "En el patio hay un puente y cuando tenemos un problema, se busca a un mediador y se resuelve allí". Mientras que caminamos hasta el puente (die Brücke) los orientadores explican que la base es conocer las emociones. "Muchas veces los problemas vienen por malentendidos. Aprender a identificar los sentimientos es fundamental para poder entender que, a veces, hay otra perspectiva que no es la nuestra. 

La idea es fomentar la autonomía del alumno y que las soluciones no pasen por el mero castigo. Darles herramientas para resolver sus problemas en un futuro", incide Paula Sánchez. Taller del proyecto teatral 'El Oso Flomi' que realizan con los alumnos de Kinder (4 y 5 años) en el Colegio Suizo de Madrid. En el suelo hay pintados distintos símbolos. Estos marcan el proceso de la mediación. Primero cuentan por turnos que les pasa, lo que sienten, como recepcionan los sentimientos del otro (hacen de espejo), las soluciones que plantea cada uno, el perdón y el acuerdo. "No somos como la policía o los jueces. Nosotros no resolvemos el problema. Lo resuelven nuestros compañeros con nuestra ayuda", explica Claudia de 6 º curso. Schindler incide en la importancia de identificar los sentimientos y responder adecuadamente ante ellos. Después de una mediación, no gana nadie. 

No es un combate, no se polariza entre buenos y malos". En función de las características del conflicto, participa algún miembro del Departamento de Orientación,o los 'peacemakers' actúan solos. No funciona si los padres no ponen en práctica esta filosofía en casa. Juanjo Millán lo resume: "La idea es dejar que el niño goce de autonomía. Y que vean como algo natural hablar de sus emociones y se habitúen a resolver sus conflictos por pequeños que sean. No hay mejor herramienta para prevenir el acoso escolar". Si crees que eres víctima de un delito o falta en tu centro escolar, o conoces a alguien que está siendo vejado o acosado por otros compañeros, puedes aportar tu información en: seguridadescolar@policia.es http://www.elmundo.es/yodona/2014/03/19/53296a9322601dfe5e8b456e.html

viernes, 28 de febrero de 2014

EL ABUSO DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS POR LOS ADOLESCENTES REDUCE LA MEMORIA Y FOMENTA EL ACOSO ESCOLAR

SEGÚN UN ESPECIALISTA
Las nuevas tecnologías y el uso intensivo de éstas por parte de los adolescentes está provocando que se activen nuevas zonas del cerebro en detrimento de otras en las que residen la memoria o la capacidad organizativa. Asimismo, el uso de estas nuevas herramientas genera diversos comportamientos patológicos en este grupo de edad, que abarca desde los 14 a los 21 años, como el acoso escolar, la violencia o la falta de conciencia sobre la confidencialidad de los datos personales. Así lo ha manifestado este miércoles, en Santander, el pediatra especialista en adolescencia Germán Castellanos que ha señalado que la influencia de las nuevas tecnologías en el desarrollo y cambio de los niños a adolescentes está "generando muchas expectativas" en los especialistas por los "problemas futuros" que pueda desencadenar. 

Castellanos y el jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Valdecilla, Lino Álvarez, han presentado el XXII Congreso de la Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia (SEMA), que se celebrará los días 7 y 8 de marzo en el hotel Santemar de la capital cántabra. En este evento, se abordará este asunto que los especialistas ya catalogan como una "adicción" entre los adolescentes, al igual que sucede con el consumo de drogas. Así, Castellanos ha criticado la "banalización" del consumo de la marihuana entre los jóvenes cuando puede provocar "problemas de aprendizaje y memoria", así como desencadenar enfermedades mentales como la "esquizofrenia". El intenso uso de las nuevas tecnologías y el consumo de drogas son dos de los principales problemas que actualmente se dan en este grupo de edad, pero también hay otros como las patologías mentales, entre las que ha señalado el suicidio, o los problemas derivados de la sexualidad como la anticoncepción. 

A este respecto, este especialista ha indicado que España registra unos 11.000 embarazos en adolescentes al año, por lo que ha considerado "adecuada" la normativa elaborada por el Gobierno que, aunque "no ha trascendido legalmente", cataloga como delito mantener relaciones sexuales con menores de 16 años aunque haya consentimiento --antes la edad fijada eran los 13 años--. 

CONGRESO 
Cerca de 200 especialistas en pediatría de la adolescencia de España, Portugal, Italia y países de Sudamérica asistirán al XXII Congreso de la SEMA, en el que se desarrollará un programa centrado en el "rigor científico y la aplicación práctica". En este evento, se abordarán temas "de interés y actualidad" para los especialistas que tratan a adolescentes como los problemas médicos de la infección del virus del papiloma (VPH) y su vacunación, la salud mental, la identidad del adolescente, el consumo de drogas, los anticonceptivos, el manejo de psicofármacos o la deshabituación tabáquica, entre otros. Todos estos temas abordarán las "peculiaridades" del adolescente a quienes tanto Castellanos como Álvarez han calificado como el "gran desconocido" a nivel médico. Además, han reconocido que su tratamiento es "muy difícil" pero al mismo tiempo "gratificante".
SANTANDER, 12 Feb. (EUROPA PRESS)

viernes, 14 de diciembre de 2012

NO AL ACOSO ESCOLAR-TEN NARICES

Os dejo la dirección de una página web interesante que habla del acoso escolar con información,  asesoría y atención personal. Si te ocurre algo parecido, no lo dudes, ponlo en conocimiento de tus profesores, autoridades, padres,etc. Nadie quedará impune.


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domingo, 4 de marzo de 2012

NO SON COSA DE NIÑOS: ES ACOSO

Uno de cada cuatro escolares sufre o ha sufrido acoso en las aulas.
El fenómeno se ceba con los adolescentes y puede dejar graves secuelas.
El miedo, la vergüenza y el sentimiento de culpa les lleva a manternerlo oculto.

"Mi hijo llegaba a casa triste, llorando, no quería ir al colegio. Cada día se inventaba una excusa: que si me duele un pie, que si una mano, que si la tripa... Teníamos que llevarle prácticamente a rastras". Después, la cosa fue a más. "Un día regresó con el abrigo rajado. Otro, con las gafas pisoteadas. Otras veces llegaba con chichones, arañazos... Incluso le cortaron la coletilla durante un recreo".

Son palabras de Esther. Su hijo, Gustavo, con apenas siete años, sabe bien lo que es el acoso escolar. "Yo le preguntaba si jugaba con los demás niños, y me decía que sí". Así un día tras otro. Hasta que una tarde no pudo más, y se derrumbó. "Mamá, es que los niños me pegan". "Pero tú también les harás algo". "No, yo no hago nada".

Por suerte para Gustavo, su madre le creyó. No le espetó aquello de: "Será en broma". No tuvo que 'batallar' contra dos elementos hostiles: sus acosadores y el sentimiento de culpa, tan parecido al de las maltratadas por sus parejas, que lleva a uno a pensar que lo que le sucede es porque lo merece, porque "algo habrá hecho". Porque cuando esas 'bromas' se repiten día tras día, siempre contra la misma persona, y a ésta no le hacen gracia, no son "cosas de niños". Es acoso escolar.

Qué es el acoso
La psicóloga Alicia García de Pablo, de la Fundación Protégeles, lo define de la siguiente manera: "Acoso escolar es cualquier tipo de agresión psicológica o física mantenida en el tiempo y con intención de hacer daño". Aunque no siempre es grupal, una de sus características fundamentales es el desequilibrio de poder: la víctima está sola frente a un grupo agresores y observadores (que suele ser el resto de la clase); estos últimos saben lo que está pasando, pero no hacen o dicen nada por diferentes motivos.

Suele empezar con acciones de "baja intensidad", que van 'in crescendo' conforme pasa el tiempo. El más habitual es el acoso verbal, en forma de insultos, motes, humillaciones, propagación de falsos rumores, mensajes teléfonicos o llamadas... Si no se frena, puede degenerar en otros tipos de acoso, como el social (exclusión y aislamiento de la víctima, por ejemplo, se la deja fuera de las actividades, como un partido de fútbol), el psicológico (basado en amenazas) y el físico, que contempla tanto agresiones directas como indirectas, por ejemplo, producir daño en objetos personales de la víctima.

A sus siete años, Gustavo ha sufrido todos los tipos. "Le llamaban gafotas, gordo, cara de culo, bebé", relata su madre. En el patio, acababa solo en un rincón, "llorando como una magdalena, porque nadie le hacía caso". Eso cuando no le lanzaban una peonza a la cabeza, le cortaban el pelo o le sacaban las fichas de la mochila para que no pudiera hacer los deberes, y luego, "casualmente, las encontraban los cuatro acosadores".

A quién afecta
Cualquiera puede ser víctima de acoso. Se registran casos desde los tres años hasta la adolescencia. No se puede hablar de perfiles de acosadores ni de acosados. Ni los primeros son los típicos 'malotes', ni los segundos tienen por qué ser especiales. "Cualquier pretexto es suficiente para convertir a un menor en víctima", afirma Guillermo Cánovas, presidente de Protégeles. No obstante, es cierto que la diferencia es muchas veces la excusa, como en el caso de Gustavo, que sufre Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad.

"Cualquier pretexto es suficiente para convertir a un menor en víctima"
"Puede ser porque sus características físicas no gusten a otros, o justo por lo contrario". Así, suele afectar más a niños obesos, con gafas, homosexuales, que sacan buenas notas... A las niñas les mueven muchas veces los celos. Y se dan muchos casos de "ex amigos o ex mejores amigos. Se convierte en acosador una persona que ha terminado mal con la víctima, pero la conoce muy bien, tiene mucha información de ella, incluso imágenes... Lo que la hace más vulnerable".

Cómo detectarlo
Las situaciones de acoso suelen mantenerse ocultas, especialmente a partir de los 10-12 años. "Es importante estar atentos a cambios notables en el comportamiento, por ejemplo, si antes hablaba de sus amigos todos los días y ha dejado de hacerlo. O si el fin de semana está bien y el domingo por la noche muestra nerviosismo. También si le preguntamos y responde con evasivas", explica García de Pablo.

Muchos muestran introversión, dejan de hablar, se quieren retirar rápidamente de la mesa, no salen los fines de semana, o vuelven a casa rápidamente tras terminar las clases. En otros casos, bajan las notas, muestran tristeza, ansiedad... "El problema es que muchos de estos síntomas pueden confundirse con señales características de la adolescencia", afirma Guillermo Cánovas.

Por qué no lo cuentan
A la víctima de acoso escolar le sucede como a muchas mujeres que sufren violencia machista: llegan a pensar que merecen ser tratadas así. Las vejaciones y el sentimiento de aislamiento pueden llegar a socavar la autoestima hasta límites insoportables, e impedir al acosado buscar ayuda. En muchos casos sienten vergüenza. Otras veces temen ser ignorados, o despachados con el típico: "Son cosas de niños".

A Blanca le sucedió hace más de dos décadas, cuando cursaba 8º de EGB en un colegio madrileño. "Los recreos y los cambios de clase eran un infierno. Temía el momento en el que el profesor abandonaba el aula, porque empezaba el hostigamiento". La chispa la encendió una "ex amiga". "Ignoro el motivo, pero de la noche a la mañana empezó a propagar falsos rumores. Tal vez me tenía envidia porque yo sacaba buenas notas, pero no lo sé. El caso es que consiguió poner a toda la clase en mi contra".

Aun hoy, bien entrada en la treintena, se estremece al recordarlo. "Un día me sacaron los tampones de la mochila y se dedicaron a pasárselos como una pelota mientras proferían comentarios sexuales ofensivos", rememora. "Me mandaban notas, me llamaban por teléfono, incluso una vez tiraron piedras a la ventana de mi casa". "Recuerdo que me pasaba los recreos encerrada en el baño, subida a la taza del water para que no me vieran los pies por debajo de la puerta".

"Temía el momento en el que el profesor abandonaba el aula, porque empezaba el hostigamiento"

Al final, decidió contárselo a un profesor. Su respuesta cayó como un jarro de agua fría: "Blanca, es que tú piensas que todo el mundo está pendiente de ti". Con sus padres no le fue mucho mejor: "Algo habrás hecho tú, si no, ¿por qué va a estar todo el mundo en tu contra?".

"De entrada, todos los centros escolares dan la misma respuesta: 'Aquí no hay acoso'", explica Javier Pérez Aznar, psicólogo y presidente de la Asociación 'No al acoso escolar'. "Suelen cargar contra la víctima, aduciendo que no es para tanto, que los chavales tienen que espabilarse, o que tal vez le convendría (a la víctima) acudir a un psicólogo".

Cómo actuar

Los expertos coinciden en que la intervención temprana es clave, así como la colaboración del centro escolar. Y también la prevención. Precisamente con ese espíritu nació hace unos cuatro años 'No al acoso', una asociación compuesta por psicólogos, profesores, abogados, padres, madres y jóvenes, que trabajan de forma altruista para combatir esta lacra.

"La clave es que el acoso no es cosa de dos, sino del grupo, por lo que hay un desequilibrio de fuerzas. La víctima está aislada y sufre maltrato y abandono. Nuestra estrategia se basa en cambiar el peso del grupo hacia la víctima", explica Pérez Aznar.

¿Cómo? Pues por ejemplo instruyendo a alumnos de cursos superiores, para que se conviertan en una especie de 'hermanos mayores' que protejan a la víctima. "Los propios alumnos neutralizan el acoso, y funciona", afirma el psicólogo. Se trata de equilibrar.

Pero, ¿cuál es el protocolo en un caso de acoso? "En general, cuando los menores contactan con nosotros, no se lo han dicho a nadie. Lo primero es animarles a que intervenga un adulto, y les damos pautas de qué hacer ante las agresiones", explica García de Pablo. Así, tras ponerlo en conocimiento de los padres, aconsejan hablar con el tutor y la dirección del centro.

Cuando esto no es suficiente, "les recomendamos que presenten escritos, para que quede constancia", explica Ana Fernández Guillén, que trabaja como abogada en Protégeles. "Si esto no da resultado, deben recurrir a la inspección educativa, que es el órgano superior que regula la actividad de los responsables de los centros. Y si no fuera suficiente, habría que presentar una denuncia penal". Es la última opción. Antes, siempre, se intenta agotar la vía amistosa.

¿Se registran más casos ahora?
El acoso no es nuevo. Siempre ha existido. Pero como sucedió con la violencia machista, la sociedad parece no tomar conciencia hasta que la tragedia no tiene un rostro. Ana Orantes lo puso a las víctimas de los malos tratos. Jokin, a las de acoso escolar. El suicidio de este adolescente en Hondarribia propició que los medios de comunicación empezaran a hablar del tema.


"De entrada, todos los centros escolares dan la misma respuesta: Aquí no hay acoso"

"No podemos decir que acoso escolar esté aumentando, hay los mismos casos que hace 50 años. Lo que hay es más intolerancia social", explica Cánovas. "Los menores conocen cada vez más los recursos a los que pueden acudir y piden ayuda".

Es difícil calcular el número de afectados. "No nos atrevemos a manejar cifras, porque las situaciones que conocemos probablemente son un porcentaje mínimo de los casos reales. Lo que sí recibimos es cada vez más casos de acoso escolar en Internet". Según datos de Pérez Aznar, uno de cada cuatro estudiantes sufre o ha sufrido acoso.

Ciberbullying

Lo que ha crecido notablemente es el acoso escolar a través de Internet, porque "ha aumentado el número de usuarios y ha descendido la edad de inicio del uso de las tecnologías", explica Cánovas, para quien este tipo de acoso tiene unas características que lo hacen especialmente preocupante. Por un lado, la participacion de terceros, a veces sin conocer a la víctima, que hace que se multiplique el número de acosadores. Por otro, puede perdurar en el tiempo, de modo que, incluso cuando ha terminado problema en el centro escolar, el acoso puede continuar en Internet.

Y sucede que no da 'tregua' al acosado. Hasta ahora, la víctima sufría el acoso en el colegio, pero fuera de horario escolar estaba tranquilo. El 'ciberbullying' le priva también de eso: el acoso continúa en su tiempo de ocio, a través del e-mail, de las redes sociales...

Pero Internet también aporta 'ventajas' a las víctimas. Por una parte, aumenta el número de espectadores que le apoyan. También le proporciona herramientas (foros...) para solicitar ayuda. Además, aporta una ventaja desde el punto de vista jurídico: queda constancia del acoso, que en muchos casos puede denunciarse por ser delitos tipificados (amenazas, injurias, suplantación de identidad...), según explica Fernández Guillén.

Secuelas

Buena prueba de que el acoso escolar no es 'cosa de niños" son las secuelas que deja en las víctimas. Muchas de ellas lo sufren en la adolescencia, una etapa especialmente compleja, en la que se está formando la personalidad, y puede traumatizarles de por vida.

Las más comunes son las depresiones, la ansiedad y la fobia social. Muchas víctimas de acoso presentan dificultades a la hora de establecer relaciones sociales por miedo a sus iguales. Es lo que le sucede a Álvaro. Un grupo de repetidores le hizo la vida imposible en 2º de la ESO. Las bromas hirientes pronto se convirtieron en insultos e incluso agresiones en el aula. A sus 21 años, reconoce que no lo ha superado. "Me cuesta relacionarme con la gente, estoy tenso, desconfío, no sé cómo entrar en los grupos".

Dónde acudir

- Línea de ayuda contra el acoso escolar: http://www.acosoescolar.info/index.htm

- Protégeles. Teléfono: 91 740 00 19

- No al acoso escolar: http://www.noalacoso.org/ En Facebook

Elena Mengual Madrid

viernes, 14 de octubre de 2011

ALERTAN DE QUE UN 90% DE LOS CASOS DE ACOSO ESCOLAR ESTÁN OCULTOS

AUMENTAN LAS PATOLOGÍAS PSICOSOCIALES

La Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y de Atención Primaria (Sepeap) alerta de que un 90 por ciento de los casos de acoso escolar están ocultos ya que, estiman, "se notifica sólo un 10 por ciento" de los que se registran en el país. Además, los pediatras avisan de un aumento de las patologías psicosociales y reclaman poder disponer de más tiempo para cada consulta, ante la "sobrecarga" asistencial que denuncian, para poder detectarlos y abordarlos.

Así lo ha explicado el pediatra y miembro de la Sepeap Jesús García Pérez en el marco de la presentación del XXV Congreso Nacional de la Sociedad de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria, que se celebra desde la tarde de este jueves hasta el domingo en Santiago de Compostela, con la asistencia de más de un millar de especialistas.

El doctor García Pérez ha comentado que el acoso escolar "siempre ha estado ahí, pero ahora se notifica más y se denuncia más", pero ha matizado que aún así "se notifica poco". Además, ha apuntado que un 10 por ciento de las denuncias atienden a agresiones físicas, "más entre chicos que entre chicas" y un 30 por ciento se refiere a acoso verbal, como insultos e intimidación.

Al respecto, han manifestado que los chicos practican más la agresión física, mientras que las chicas manifiestan una agresividad de tipo psicológico. Mientras, las víctimas se reparten por igual entre chicos y chicas. En cuanto al lugar en el que se producen, apuntan el patio como el más frecuente en primaria y las aulas y pasillos en secundaria.

Por ello, apuestan por medidas que favorezcan la prevención de este tipo de problemas, como convertir los centros educativos en lugares de convivencia y desarrollar programas de ayuda entre iguales.

Según los pediatras, entre el 2 y 10 por ciento de los niños españoles se encuentra en la versión "más grave" de este tipo de casos, porcentaje que elevan del 15 al 35 por ciento en caso de intimidaciones leves.

Además, según los datos facilitados, un 60 por ciento de los menores que acosa en el colegio comete algún delito antes de los 24 años y traslada la violencia al trabajo o al ámbito familiar. En concreto, el doctor García Pérez ha insistido en que "el maltrato en los niños está abandonado" y ha reclamado que se enseñen a los menores "a decir no, porque así se evitará el acoso escolar que hay en el país". Al respecto, ha exigido "tolerancia cero ante el maltrato".

PATOLOGÍAS PSICOSOCIALES

Los pediatras han hecho hincapié, además, en el aumento de la patología psicosocial frente a la de tipo biológica --como fiebre, diarrea y otras--, hecho que el presidente del XXV Congreso Nacional de la Sepeap, Luis Sánchez Santos, ha relacionado con el entorno y ha advertido de la "limitación del profesional de ir a toda prisa", lo que perjudica "a los que más tiempo necesitan, que son los más vulnerables" y "requieren una atención multidisciplinar".

Los flujos migratorios de la población, el dinamismo de la sociedad y la globalización, y en especial la nueva tecnología y nuevas formas de comunicación, hacen que los profesionales reclamen más tiempo para la asistencia de los pacientes, para poder detectar debidamente a los menores con patologías psicosocial.

Al respecto, Sánchez Santos ha hecho alusión al incremento en los últimos años de la patología psicosocial y ha resaltado que cada vez se detectan con mayor frecuencia problemas como los trastornos del aprendizaje, la hiperactividad y el déficit de atención, la ansiedad, el acoso escolar o la depresión.

En concreto, el doctor Jesús García ha incidido en el síndrome del emperador, que sufren niños "cada vez más demandantes y más agresivos" que hace que sea el menor "quien dice y manda". "Comen a la carta, no tienen límites y no tienen normas", ha ejemplificado. Por ello, ha reiterado la "prisa" con la que se atiende a los pacientes, frente a lo que ha abogado por "intentar dar prioridad a estas patologías".

ANSIEDAD Y DEPRESIÓN

También los especialistas han advertido que los trastornos de ansiedad en la infancia y adolescencia son bastante prevalentes, puesto que afectan a entre el 10 y 20 por ciento de los niños. Sin embargo, han precisado que sólo algunos de los afectados están diagnosticados.

La Sepeap ha apuntado acontecimientos vitales estresantes para los niños como la separación o divorcio de los padres, el alcoholismo o toxicomanía de los progenitores, enfermedad grave física o mental de los mismos, deficiente rendimiento escolar, cambio de nivel económico y pérdida de trabajo paterno.

CIBERPATOLOGÍA

Asimismo, los especialistas que han comparecido en la rueda de prensa han hecho especial mención a la ciberpatología, derivada del uso de la tecnología actual que hace que niños se aíslen y, por la "fobia social", "sólo usan el aparataje", ha concretado García Pérez, quien ha apostado por "afrontarlo con rigor, con eficacia y eficiencia" y "no consultas rápidas".

No obstante, estos expertos han reconocido que la situación no ha llegado a la gravedad de países como Japón, ya que relacionan el refugiarse en la red como un recurso de aislamiento, por lo que en España no hay unidades especializadas en la ciberpatología. Así ha considerado que "no es prudente crearlas todavía".

Pese a la carencia de pediatras que afirman que existe en España, han declinado cuantificarla porque la "preocupación", según ha recalcado el presidente de la Sepeap, José Luis Bonal, es "salvar del sistema lo que sea posible". "La situación es terriblemente seria y hay que intentar salvar la situación", ha dicho, en relación con los recortes existentes derivados de la situación económica actual.

Preguntados por el porcentaje de consultas que representan estas patologías psicosiciales, el doctor Luis Sánchez ha aclarado que se sabe "que existe el problema", pero "no en qué término cuantitativo", por lo que esperan recabar datos en el marco de este congreso en Santiago. "Cada año el peso relativo de estos problemas aumenta en las consultas", ha sentenciado.

Con todo, han abogado por "concienciar y educar" a los padres, de los que han comentado que, en ocasiones, pasan poco tiempo con sus hijos y han reclamado que se "dedique más tiempo a los niños". Por ello, han considerado que, en relación a estas patologías asociadas a los más jóvenes, "no es cuestión de demonizar a los jóvenes, sino que hay que educar" y "generar espíritu crítico".
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 13 Oct. (EUROPA PRESS) -