martes, 9 de septiembre de 2014

EL CUERPO DEL CORREDOR

El cuerpo del corredor Por Instituto Sophia. Actividad Física y Salud. - 13/03/2014 

El cuerpo del corredor está totalmente conectado El cuerpo humano es una creación concebida delicadamente, y si todas sus partes están bien ajustadas y equilibradas funcionará bien, si no su funcionamiento estará falto de eficacia y manifestará señales de lo que llamamos lesión. La estructura del cuerpo humano es la disposición y el orden de las partes dentro de un todo. La función en este caso es la actividad propia o específica de un sistema o estructura. Podemos afirmar que cualquier alteración en la estructura afectará al funcionamiento de la misma así como cualquier mal funcionamiento de una de las partes afectará a toda la estructura. Lo queramos o no, existen unas leyes biomecánicas y biológicas que gobiernan el funcionamiento de nuestro organismo. 

Estas leyes rigen las estructuras que controlan biomencánicamente el cuerpo, así que cuando conocemos cómo funcionan y cómo se alteran estas estructuras, podemos ayudarlas a mantenerse en equilibrio y evitar así la aparición de la temida lesión. En el cuerpo humano existen tres grandes áreas en las cuales debe existir equilibrio para que el cuerpo funcione eficazmente y las temibles lesiones se mantengan alejadas de nosotros. Estas tres áreas son el área craneal, el área estructural y el área visceral. El cráneo tiene la clave de muchas lesiones del corredor 

El área craneal 

El equilibrio de la estructura del cráneo es muy importante ya que ejerce una importante acción sobre todo el cuerpo humano. La arquitectura craneal está gobernada por las membranas intracraneales que al salir del cráneo recorren todo el interior de nuestra columna vertebral envolviendo a la médula espinal hasta el hueso sacro, y al no ser elásticas cualquier tensión producida por el desequilibrio de la estructura craneal afectará directamente a todo el recorrido de las membranas por la columna vertebral. Las membranas intracraneales están íntimamente relacionadas con el sistema nervioso central, por lo que la tensión y desequilibrio de estas membranas intracraneales va a afectar enormemente a todo nuestro cuerpo, ya que el sistema nervioso central gobierna todas las funciones e inerva todos y cada uno de los tejidos. 

El cráneo, a través de la expansión de estas membranas, es el origen de las cadenas musculares que recorren nuestro cuerpo desde la cabeza hasta los pies. Las cadenas musculares son como autopistas anatómicas por donde circulan las fuerzas que generan los movimientos, así como la organización estática y biomecánica. Cualquier desequilibrio de la estructura craneal va a desequilibrar el funcionamiento de estas cadenas musculares produciendo diferentes alteraciones funcionales. Podemos afirmar entonces que las restricciones de movilidad en la esfera craneal van a producir importantes adaptaciones en el resto de la estructura, provocando alteraciones del equilibrio global del cuerpo y favoreciendo la aparición de cualquier tipo de sintomatología. 

El área estructural 

El sistema muscular y óseo funcionan en completa interdependencia. A nivel muscular es importante saber que toda la musculatura está conectada entre sí por las ya citadas cadenas musculares que recorren nuestro cuerpo desde la cabeza hasta los pies, por lo que es importante mantener en equilibrio todo el recorrido de esas cadenas musculares ya que cualquier alteración en un músculo de la cadena afectará directamente al resto de músculos de esa cadena. A nivel óseo, toda la estructura de la columna vertebral, la pelvis y el miembreo inferior y superior, está relacionada directamente con el resto de estructuras corporales ya sean a nivel muscular o visceral. Si no existe equilibrio en la estructura ósea, esto provocará grandes alteraciones en la biomecánica corporal, facilitando así la aparición de cualquier sintomatología o lesión. 

El área visceral 

Los diferentes órganos y vísceras afectan directamente al equilibrio de toda la estructura corporal; podemos afirmar que el origen de muchas alteraciones músculo-esqueléticas está en la alteración de la movilidad y motilidad visceral. Al equilibrar la esfera visceral podemos liberar la resistencia o la tensión corporal relacionada con el órgano o víscera perturbado. El cuerpo es una unidad funcional y querer tratar un síntoma sin mirar al ser humano en su globalidad es algo que no tiene sentido. La estrecha relación de interdependencia que tienen la estructura y la función, lleva a las terapias holísticas como la Osteopatía a centrarse en restablecer los desequilibrios en toda la estructura para que el cuerpo humano pueda desarrollar un buen funcionamiento. La vida es movimiento así como el movimiento es vida. Instituto Sophia. Actividad Física y Salud [ www.institutosophia.org ] http://www.carreraspopulares.com/Revista/V1NT-ver_noticia_revista.asp?fr_cl_noticia=BCAFPBCLABCYLSRQZIEE

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