miércoles, 22 de noviembre de 2017

ASMA INDUCIDO POR EL EJERCICIO

EL CICLO DE KREBS

EL ENVEJECIMIENTO SE COMBATE BAILANDO



El baile como una actividad que ejercita la capacidad mental. Ese es el objetivo de investigación de un grupo de científicos de la Universidad Masaryk de Brno, en colaboración con un grupo de personas mayores que asisten a un centro de baile de la ciudad. Pese a que aún falta tiempo y trabajo para arrojar los resultados, la experiencia ya habla por sí misma.

La pérdida del rendimiento mental, de la memoria y la demencia senil pueden ser casi un hecho al alcanzar cierta edad. El Instituto Centroeuropeo de Tecnología (CEITEC), adscrito a la Universidad Masaryk, realiza una investigación para demostrar los efectos positivos del movimiento corporal en la salud cerebral.


Personas mayores de alrededor de 70 años se reúnen varias veces a la semana para bailar al tempo de diversos ritmos, marcados por la instructora Pavlína Vaculíková, quien comenta a Televisión Checa.

“Practicamos bailes que son sencillos y ahora nos acercamos a ritmos africanos y griegos. Se nota que logran hacer los pasos cada vez mejor”.

El ejercicio no solo consiste en seguir la música, sino también en charlar mientras se baila y así entrenar la sincronización de ambas actividades sin perder la concentración en ninguna de ellas.

Parte de la investigación consiste en observar comparativamente la plasticidad cerebral antes y después del proyecto mediante resonancias magnéticas. La jefa de la investigación, Irena Rektorová, del centro CEITEC, agrega.


“La demencia lleva a la pérdida de la corteza cerebral. Por supuesto que el movimiento no puede detener el proceso neurodegenerativo del cerebro, pero sí pensamos que lo desacelera”.

Se trata de una pesquisa a largo plazo y que requiere de cientos de datos para ser del todo constatada. Sin embargo, son los mismos ancianos quienes por experiencia propia confirman que desde que han comenzado a bailar se sienten mucho más lúcidos.

Una de las bailarinas asiduas, Drahomíra Rutarová, comenta que asociar los nombres a las caras ya no es un problema cuando se topa con conocidos por Brno y que ya puede hacer mercado sin listas, pues su memoria está simplemente entrenada. De hecho, ya no le es necesario ir tanto al mercado, pues prefiere pasar más tiempo bailando.


Otro de los testimonios los da Jaroslav Majerčík, a quien ahora no se le pasan las fechas importantes.

“Tengo cada vez más nietos y soy capaz de acordarme de las fechas de sus cumpleaños. Hasta me acuerdo de la fecha de mi matrimonio que fue el 3 de marzo de 1979, lo cual aprecia principalmente mi esposa”.

Parece así que dentro de poco los científicos de Brno ya podrán afirmar que vivir es bailar y viceversa.
https://ortografialit.blogspot.com.es/2017/11/el-envejecimiento-se-combate-bailando_21.html

POR QUÉ LA PERSONALIDAD ES MÁS IMPORTANTE PARA EL ÉXITO QUE LA INTELIGENCIA

La importancia de la personalidad en el rendimiento académico.
Cuando se habla de rendimiento académico la inteligencia es un factor importante, pero ni mucho menos el único o el más importante. Según un nuevo estudio realizado en Australia la personalidad es un mejor predictor de éxito escolar que la inteligencia.
En concreto, los estudiantes que son más abiertos de mente y responsables tienen mejor desempeño académico que aquellos que son simplemente inteligentes. 

La investigación con los estudiantes
Los investigadores compararon los resultados de los 5 grandes rasgos de la personalidad -extraversión, neuroticismo (inestabilidad emocional), amabilidad, responsabilidad y apertura a la experiencia (curiosidad intelectual)- entre estudiantes universitarios y resultados de las pruebas. Se les pidió a los estudiantes completar autoevaluaciones de personalidad. También se pidió a gente que conocía a estos estudiantes que completaran evaluaciones de personalidad de estos mismos estudiantes.
Resultados
Encontraron que las autoevaluaciones de los alumnos eran tan eficaces como la inteligencia para predecir el rendimiento académico, y que los informes de aquellos que los conocían bien eran casi cuatro veces más precisos en predecir el rendimiento académico que la inteligencia. 
Los investigadores encontraron que los rasgos de responsabilidad y apertura eran los que más influenciaban en el éxito académico, de acuerdo con investigaciones anteriores que han relacionado estos dos rasgos con varios tipos de logros.

 Curiosidad intelectual y responsabilidad: los rasgos más importantes
Los estudios han demostrado que la apertura a la experiencia -que tiene que ver con la curiosidad intelectual y cómo nos emocionamos al adquirir nuevos conocimientos- es el predictor más importante del logro creativo. La responsabilidad, por su parte, es el único de los 5 grandes rasgos que predice consecuentemente el éxito. 
“En términos prácticos, la cantidad de esfuerzo que los estudiantes están dispuestos a dedicar, y dónde se concentra ese esfuerzo, es al menos tan importante como que sean inteligentes”,
dice el autor principal de estudio Dr. Arthur Poropat, de la Universidad de Griffith de Psicología Aplicada.
“Y un estudiante con una personalidad más “útil” obtendrá una calificación general más alta que un estudiante promedio en este sentido”. 
Conclusiones

Los resultados nos recuerdan algo muy importante: los niños que no son considerados “inteligentes” bajo las medidas tradicionales no significa que no vayan a conseguir un gran éxito. Y puesto que la personalidad puede ser más moldeable que la capacidad intelectual, ayudar a los estudiantes con dificultades para cultivar rasgos de personalidad positivos -en particular la curiosidad intelectual y una fuerte ética de trabajo- puede ser una herramienta poderosa para mejorar el rendimiento académico. 
Y además, los estudiantes con un alto coeficiente intelectual también pueden aprender a cultivar esas cualidades. 
“La personalidad cambia, y algunos educadores entrenan los rasgos de responsabilidad y apertura en sus estudiantes, lo que les lleva a una mayor capacidad para aprender”,
dijo Poporat en el estudio.
“Por el contrario hay poca evidencia de que la inteligencia puede ser enseñada, a pesar de su popularidad”. 
En otras palabras, tienes el control sobre cómo te desempeñas en la escuela. No se trata de si tienes la inteligencia o no, se trata de si tienes el impulso de mejorar. 
El estudio se ha publicado en la revista Learning and Individual Differences.
Fuente: Other-rated personality and academic performance: Evidence and implications 
https://www.euroresidentes.com/estilo-de-vida/adolescentes/por-que-la-personalidad-es-mas


PROBLEMAS, OBJETIVOS Y MARCO TEÓRICO

ACRIMALIDA: AQUÍ HUELE A CHAMUSQUINA

La acrilamida se forma en algunos alimentos cuando se cocinan a más de 170°, por una reacción química de los azúcares y aminoácidos. La acrilamida, por tanto, surge en frituras, horneados, parrilladas y barbacoas. Además de la temperatura también influye el tiempo de cocinado: cuanto más se tarde en el calentamiento, mayor es el riesgo.

No todos los alimentos dan lugar a la formación de acrilamida: aparecen en los que contienen azúcares reductores (fructosa y glucosa), y un aminoácido, llamado asparagina, que está presente en las patatas y los cereales. También se forman acrilamidas en el café, cuando se tuestan los granos. 
Reduce las acrilamida en casa
¿Quieres mantener las acrilamida lejos de tus guisos?
.Conserva las patatas en buenas condiciones. Guárdalas en un lugar oscuro, fresco y seco y no las metas en el frigorífico a menos de 6°, favorece la formación de acrilamidas.
.La forma de cocción influye, y mucho: se forman más acrilamidas con la fritura que al asar las patatas, por ejemplo. Evitarás su presencia si optas por hervir o cocinar las patatas en el microondas, enteras con piel.
.En cualquier caso, si vas a hacer patatas fritas, déjalas peladas y cortadas en remojo de 15 a 30 minutos antes de freírlas. Otra opción es escaldar las patatas en agua y cortarlas en trozos grandes.
.Vigila la temperatura: las patatas y los alimentos ricos en cereales no se deben freír a más de 170° (si no tienes freidora, calcula que debe ser antes de que el aceite empiece a humear), ni hornearse a más de 195° C en un horno convencional. Si usas freidora, la temperatura recomendada es 170-180°.
.Cuando frías patatas u hornees galletas, bizcochos... retíralos cuando todavía estén amarillos, no esperes a que se tuesten.
.Evita comer las partes demasiado tostadas o quemadas.
.Respeta escrupulosamente las instrucciones que figuran en los envases de los alimentos.
.Modera el consumo de alimentos fritos con un alto contenido en grasas. Sigue una alimentación equilibrada y diversa que contenga abundante fruta y hortalizas.

Límites legales, ¿para cuándo?

La Comisión Europea no ha fijado niveles máximos de acrilamida permitidos en los alimentos. Así que, aunque los operadores en empresas alimentarias tengan incluido en su código de prácticas intentar la reducción del nivel de acrilamida, no están obligados.
OCU apoya que se establezcan límites máximos jurídicamente vinculantes para las acrilamida en los alimentos. Los valores indicativos que hay en la actualidad están anticuados y necesitan una revisión inmediata de obligado cumplimiento.
El BEUC, asociación europea de consumidores, representa a OCU entre otras organizaciones europeas en las reuniones y grupos de trabajo donde se discuten esos limites legales.
https://www.ocu.org/alimentacion/seguridad-alimentaria/informe/acrilamidas


BENEFICIOS DEL SENDERISMO...


Todos bien conocemos el senderismo, esta actividad que comenzó como una simple afición de caminar al aire libre y terminó siendo un deporte cada vez más practicado.
Ahora bien, no muchos de sus practicantes, o de sus aspirantes a practicarlos conocen muy bien los beneficios que éste deporte aporta. Así que vamos a ver cuáles son para que todos seamos conscientes de lo bien que es practicar de este deporte.

LOS BENEFICIOS DEL SENDERISMO
1.       En primer lugar, un beneficio es que no hay edades para practicarlo, pues el senderismo es un deporte muy abierto que pueden practicar casi todas las personas con ganas y voluntad. Es lo lindo de esta actividad, pues puedes encontrarte con personas de cualquier tipo. Además no importa si no eres experimentado, pues cada vez más se hace enfoque a los distintos niveles, y se hacen rutas acordes a ellos.

2.        Quemas grasa. Así es, el senderismo, como cualquier deporte al practicarlo, liberar endorfinas y además quemas grasa! Y eso es lo bueno de hacer una actividad que te guste. Existe lo bueno, que guste, y que a su vez, sea bueno para tu salud.

3.       Ayuda a ser más positivo. Está comprobado científicamente, que caminar al aire libre te ayuda a ser más optimista. Esto es altamente favorable para levantar el estado ánimo, ademas de aliviar increíblemente el estrés y la ansiedad.

4.       Incrementa la fuerza. A mayores niveles que te encuentres, deberás realizar cada vez trabajo, pues las rutas serán más difícil. Y esto afecta a tu fuerza, incrementándola a medida que vas subiendo de nivel y exigiéndote un poco más.

5.       Previene enfermedades cardíacas. Al estar en movimiento, evitando el sedentarismo , se pone en circulamiento la sangre, y favorece al flujo de la misma por todo el organismo.  Es un hecho, que caminar es una de las actividades más favorables para nuestro cuerpo, y aún más en las edades mayores. Por lo que es una actividad a tener en cuenta si planeas tener un organismo que funcione correctamente.

6.       Te ayuda a ser social. Siempre que se haga en grupos o conjunto, el senderismo ayuda a tu capacidad de relacionarte con los demás, pues en todos grupos hay personas dispuestas a hablar, a conversar y sobre todo a buscar amigos. Por lo que esta actividad, es una buena oportunidad para practicar tu habla y tu habilidad para relacionarte y abrirte hacia los demás.

7.       Te llevarás recuerdos únicos y conocerás lugares increíbles. Una vez que comienzas a practicar este hermoso deporte, es muy probable que te unas cada vez más a grupos sociales que compartan la misma pasión. Y junto a ello es más probable que conozcas lugares nuevos y maravillosos. Creo que esta es el mejor beneficio de practicar senderismo, pues al fin y al cabo, lo que más vale son los recuerdos que quedan en nuestra mente y en nuestra alma.
Te sentirás en plenitud al saber que fuiste capaz de recorrer tantos lugares, y conocer tantas vistas increíbles junto a las personas que comparten tu misma pasión.


https://prismaticos.org/beneficios-del-senderismo/


lunes, 20 de noviembre de 2017

SORPRENDENTE: ¿QUÉ PASA DENTRO DE TU CUERPO CUANDO DEJAS DE CONSUMIR CARBOHIDRATOS POR LAS NOCHES?

Descubre como reacciona el cuerpo de un corredor cuando deja de consumir carbohidratos por las noches ¿mejor rendimiento o peor?
La alimentación de un corredor es un aspecto vital para lograr buenos rendimientos, mantenerte saludable y libre de lesiones.
En un interesante Estudio que comentaremos en el artículo de hoy, un grupo de investigadores analizó los efectos de la eliminación de los carbohidratos de la cena de sus participantes.
A continuación te contamos los detalles del Estudio y cuáles fueron los resultados a los que llegaron (te aseguramos que te vas a sorprender).
Para los que están un tanto perdidos con algunos conceptos básicos de nutrición, primero te contamos qué son los carbohidratos y de qué sirven dentro de tu alimentación.
CARBOHIDRATOS: NUTRIENTES IMPORTANTES PARA LOS RUNNERS
Todos los corredores en mayor o menor medida saben que los carbohidratos son una de las fuentes de energía  para un corredor (no es la única, ya que las grasas también aportan energía mientras corres).
Los carbohidratos, también son conocidos como azúcares,  glúcidos, hidratos de carbono o sacáridos sonbiomoléculas compuestas por carbono, hidrógeno y oxígeno.
Carbohidratos hay varios y existen diferencias entre ellos, ya que químicamente existen los monosacáridos, disacáridos, oligosacáridos y polisacáridos.
Para no complicar demasiado las cosas, digamos que ejemplos de monosacáridos son la glucosa y la fructosa ; de disacáridos la sacarosa (el azúcar de mesa)

Final del formulario
Dependiendo el alimento, bebida o suplemento que consumas, estarás consumiendo diferentes tipos de carbohidratos. Así, las frutas suelen tener fructosa y la leche lactosa.
Cuando consumes alimentos que contienen carbohidratos, al ser digeridos, aumentan los niveles de glucosa en torrente sanguíneo.
No todos los carbohidratos que consumes diariamente están circulando en forma constante dentro de tu arterias y venas, sino una mínima parte de ellos.
El resto es almacenado dentro de tu cuerpo en la forma de glucógeno  y a partir de un proceso llamado glucogénesis.
El glucógeno, presenta dos grandes beneficios: puede almacenarse de forma compacta en las células y se puede convertir rápidamente en glucosa y luego en energía.
El glucógeno que se genera como consecuencia de la glucogénesis  está presente en la mayoría de los tejidos, pero se encuentra en las mayores concentraciones en el hígado y los músculos.
El glucógeno muscular sirve únicamente para uso local por lo que solo puede ser utilizado como energía por el músculo donde se encuentra depositado; cuanto necesitas energía el glucógeno se degrada nuevamente a glucosa que queda disponible para el metabolismo energético.
Básicamente, los carbohidratos son una de las fuentes de energía que tu cuerpo utiliza. Veamos qué sucede cuando las eliminas de tu cena durante algunas semanas.
NO TODO ES CARBOHIDRATOS EN TU DIETA
Las dos principales fuentes de energía, son las grasas y el glucógeno (la forma en que se almacenan los hidratos de carbono que consumimos) y aunque mientras corremos, suele preponderar uno u otro, ambas fuentes de energía (grasas y carbos) son utilizados mientras corremos.
Aunque ambas fuentes de energía son importantes para los corredores, para aquellos que se dedican a las largas distancias las grasas son su gran aliado energético.
Obviamente, cuanto mayor sea la distancia a correr, mayor será la cantidad de energía que un corredor necesitará utilizar.
Así, un maratonista de 70 kilogramos, requerirá de aproximadamente 2950 kcal para poder correr los 42 kilómetros.
Teniendo en cuenta que las reservas de glucógeno son bastantes limitadas, convertir tu cuerpo en una máquina quema grasa es esencial.
Las grasas (técnicamente lípidos) como suministro de energía, surgen a partir de las grasas almacenadas en tu cuerpo y de la circulante en la sangre.
Aunque el entrenamiento mejora nuestra capacidad de utilizar grasa como combustible mientras corremos, a intensidades elevadas el aporte energético de los hidratos de carbono suele ser mayor.
Teniendo en cuenta esto, existen corredores que siguen una filosofía de “train low, compete high” que consiste en entrenar con bajos niveles de glucógeno y competir con altos.
Ahora bien, según los investigadores del Estudio que te mostraremos a continuación, existe otra diferente de encarar esta técnica: el “sleep low” o “dormir bajo en carbohidratos”. Veamos los detalles.

ESTUDIO: ¿QUÉ PASA SI NO CENAS CARBOHIDRATOS?

Como mencionamos anteriormente, el Estudio tuvo por finalidad analizar la técnica  “sleep low” o “dormir bajo en carbohidratos” lo que significó eliminar por completo los carbohidratos de la cena.
La teoría detrás de esta técnica es que  por la mañana, tu cuerpo tendrá reservas bajas de carbohidratos (algo similar a entrenar en ayunas pero aún más intenso) por lo que  cualquier entrenamiento resultante obligaría al cuerpo a utilizar grasa como combustible.
Para probar esa posibilidad, reclutaron a 21 triatletas experimentados y competitivos que aceptaron manipular sus dietas.
La mitad de los atletas llevaron una dieta deportiva estándar con grandes cantidades de carbohidratosen cada comida y después de los entrenamientos.
La otra mitad llevaron una dieta de “sleep low” donde los atletas consumieron la misma cantidad de carbohidratos durante el transcurso del día que el otro grupo, pero en orden diferente.
Prácticamente todos sus carbohidratos se consumieron en el desayuno y el almuerzo, sin ninguno en la cena.
En forma simultánea, todos los participantes comenzaron un nuevo programa de entrenamiento.
Por la tarde, ambos grupos completaron una sesión intensa de entrenamiento, diseñada para aumentar la condición física y agotar las reservas de carbohidratos del cuerpo.
Los miembros del grupo de control luego reponían sus carbohidratos en la cena; el grupo que dormía bajo en carbohidratos no lo hizo.
A la mañana siguiente, antes del desayuno, los voluntarios pedalearon durante una hora a un ritmo moderado en bicicletas estacionarias.
https://2142runners.com/cena-sin-carbohidratos/2/


EL JUEGO LIBRE CABLEA NEURONALMENTE Y LO PREPARA PARA EL ÉXITO SOCIAL Y ACADÉMICO

Cuando se trata del desarrollo del cerebro, el tiempo en el aula puede que sea menos importante que el tiempo en el patio de recreo.
“La experiencia del juego cambia las conexiones de las neuronas en la corteza prefrontal del cerebro” -afirma Sergio Pellis, investigador de la Universidad de Lethbridge en Alberta, Canadá- “y sin experiencia de juego, esas neuronas no cambian”.
Son esos cambios en la corteza prefrontal durante la infancia los que ayudan a conectar neuronalmente el centro de control ejecutivo del cerebro, que tiene un papel fundamental en la regulación de las emociones, en capacidad para planificar y en la resolución de problemas, dice Pellis. Así que el juego -añade- es lo que prepara a un cerebro infantil para la vida, el amor y hasta para la escuela.
Pero para producir este tipo de desarrollo del cerebro, los niños necesitan dedicar suficiente tiempo al juego libre: ni entrenadores, ni árbitros, ni reglas externas -afirma Pellis.
“Ya se trate de juegos rudos o de dos niños que decidan construir un castillo de arena juntos, los propios niños tienen que negociar, bueno, ¿qué vamos a hacer en este juego? ¿cuáles son las reglas que vamos a seguir?” dice Pellis. El cerebro construye nuevos circuitos en la corteza prefrontal para ayudarle a navegar en estas complejas interacciones sociales, dice.
Aprender de los animales
Mucho de lo que los científicos saben acerca de este proceso proviene de la investigación sobre las especies animales que participan en el juego social. Esto incluye gatos, perros y la mayoría de los otros mamíferos. Pero Pellis dice que también ha visto juego en algunas aves, incluyendo jóvenes urracas que “se agarran unas a otras y empiezan a luchar en el suelo como si fueran cachorros o perros”.
Durante mucho tiempo, los investigadores pensaron que este tipo de juego rudo podría ser una manera de que los animales jóvenes desarrollen habilidades como la caza o la lucha. Pero los estudios en la última década sugieren que no es el caso. Los gatos adultos, por ejemplo, no tienen problemas para matar a un ratón, incluso si se les ha privado de jugar cuando eran gatitos.
Así que investigadores como Jaak Panksepp de la Universidad del Estado de Washington han llegado a creer que el juego tiene un propósito muy diferente:

“La función del juego es construir cerebros prosociales, cerebros sociales que sepan
cómo interactuar con otros de forma positiva”
Panksepp ha estudiado este proceso en ratas, a las que les gusta jugar e incluso producen un sonido distintivo que él ha etiquetado como “risa de rata.” Cuando las ratas son jóvenes, el juego parece iniciar cambios duraderos en las áreas del cerebro utilizadas para pensar y procesar las interacciones sociales, dice Panskepp.
Los cambios implican activar y desactivar ciertos genes. “Encontramos que el juego activa toda la corteza cerebral”, -dice- “y que de los 1.200 genes que medimos, aproximadamente un tercio de ellos cambiaron significativamente simplemente por tener media hora de juego”.
Por supuesto, esto no prueba que el juego afecte a los cerebros humanos de la misma manera. Pero hay buenas razones para creer que sí, dice Pellis.
Por un lado, dice, el comportamiento del juego es notablemente similar entre las especies. Las ratas, los monos y los niños se adaptan a reglas similares que requieren que los participantes tomen turnos, jueguen limpio y no inflijan dolor. El juego también ayuda a las personas y los animales a ser más competentes socialmente, dice Pellis.
Y en los niños -dice-a ventaja añadida es que las habilidades asociadas con el juego conducen en última instancia a mejores calificaciones. En un estudio, los investigadores descubrieron que el mejor predictor de desempeño académico en octavo grado era la destreza social del niño en tercer grado.
Otro indicio de que el juego es importante, dice Pellis, es que “los países en los que se tiene más tiempo de recreo tienden a tener un rendimiento académico más alto que los países en los que el recreo es menor”.
Traducido del artículo:

http://formacionterramater.es/el-juego-libre-cablea-neuronalmente-el-cerebro-y-lo-prepara-para-el-exito-social-y-academico/

DIME CÓMO EVALUAS Y TE DIRÉ CÓMO APRENDEN TUS ALUMNOS

El Blog de Educación y TIC ‘Tiching’ entrevistó a Carles Monereo, doctor en Psicología y fundador del grupo de investigación SINTE de expertos en psicología de la educación.
Y tú, ¿cómo evalúas a tus estudiantes?
A continuación mostramos la entrevista a Carles Monereo.
¿Tenemos claros los objetivos de las evaluaciones?
Evaluar cubre un amplio espectro de objetivos, desde acreditar unos conocimientos, competencias, capacidades; hasta dar un feedback al alumno y al profesor del proceso de aprendizaje en sí. Cuando evaluamos sabemos si la persona que está aprendiendo va por buen camino o no. También sirve para dar cuentas a la sociedad sobre cómo se educa a los ciudadanos.
¿Cómo evaluamos a nuestros alumnos?
Es complicado definirlo porque nuestro sistema es muy diverso. Hay centros que están muy en línea con la educación por competencias y por lo tanto  evalúan de acuerdo a este sistema, pero hay otros que continúan perpetuando un  método más sumativo, que evalúan conocimiento estático, conceptos declarativos.

Este último responde más a una evaluación cuya finalidad  es únicamente acreditar conocimientos.
¿Cuál de las dos es el  mayoritario?
Aún impera la evaluación sumativa, que yo entiendo que es la que tiene menor interés educativo, aunque en ocasiones y en determinados contextos pueda resultar útil.
¿Pero si no educamos como antes, por qué se evalúa como antes?
En los métodos de evaluación también se detecta una evolución. Pero ahora mismo te puedes encontrar que dentro de un mismo centro, incluso de un mismo departamento, los profesores evalúen de forma distinta. Creo que el problema es que la evaluación siempre se ha considerado al margen del aprendizaje, no como parte de él.
¿Evaluar también es una forma de enseñar, entonces?
Claro, es un proceso conjunto. Si no sabes qué vas a evaluar ni cómo lo vas a hacer, ¿cómo decides qué es lo que vas a enseñar y cómo vas a hacerlo? Desde el punto de vista de la educación por competencias, por ejemplo, la diferencia entre una actividad que sirve para evaluar y una que sirve para enseñar tiene pocas diferencias; únicamente los recursos y ayudas que les des a los alumnos para solventar la situación que les plantees.
¿Una misma actividad puede servir entonces para enseñar y evaluar a la vez?
Sí, un mismo ejercicio puede servir para ambas cosas. Lo que se propone cada vez más es que las actividades de evaluación también sirvan para el  aprendizaje.
¿La evaluación sumativa no contribuye al aprendizaje del alumno?
Contribuye a cierto tipo de aprendizaje de tipo memorístico. Adquieres conocimientos muy útiles para ganar en programas de televisión o en juegos de mesa de culturilla general, pero se trata de un aprendizaje poco funcional.
Denos un ejemplo de evaluación innovadora.
A mí me gustan mucho las evaluaciones auténticas, las que plantean al alumno una situación real, como la que puede encontrarse en su día a día, como ciudadano en primaria o como profesional en la educación superior.

De esta forma se activan los conocimientos, las aptitudes, el vocabulario, la comunicación, etc.
¿Cómo son las evaluaciones que planteas a tus alumnos?
Mis alumnos serán futuros psicólogos escolares y para evaluarles les propongo una situación verídica: deben ayudar a un profesor real a crear una unidad didáctica atractiva sobre un tema determinado para un grupo de alumnos con unos perfiles determinados. Pero no se trata de una simulación, se trata de casos reales. El profesor al que ayudan además participa en algunas clases y pone algunos  puntos de la nota final de mis alumnos. Este tipo de evaluaciones es lo que llamamos una evaluación auténtica.
 ¿Y este tipo de evaluación motiva o asusta a los alumnos?
Generalmente les asusta al principio, principalmente a los que suelen sacar buenas notas porque les rompe los esquemas de estudio que les funcionan bien. Pero tengo la certeza de que al final del curso el 80% de los alumnos están satisfechos con la evaluación, ya que les pido que, de forma anónima, respondan a un cuestionario para valorar las dinámicas de la clase.
¿Y queda satisfecho con las respuestas de sus alumnos?
Más que quedar satisfecho sirve para poner el termómetro a la clase. A veces los profesores no nos damos cuenta de lo que pasa en el aula. Con este cuestionario acabo averiguando por ejemplo, qué temas explicados en clase no han quedado claros, o qué problemas han tenido los grupos de trabajo cooperativos en los que se integran los alumnos para trabajar en clase.
¿Cuáles definirías como pautas claves para desarrollar una evaluación auténtica?
Este tipo de evaluaciones deben poner al alumno frente a situaciones lo más realistas posibles para que desarrollen y activen todos sus conocimientos y aptitudes. Hay que tener en cuenta y permitir el uso de todas las herramientas que los alumnos tendrían en la vida real. Mis alumnos pueden usar los apuntes, Internet, llamar por teléfono, consultar con otros profesionales, etc.
¿Y en primaria y secundaria?
Lo mismo. Se trata de que los alumnos utilicen los recursos que han aprendido en clase enfrentándose a problemas reales que se encuentran en el día a día, como ir a comprar por ejemplo o entender un prospecto de un medicamento. En situaciones reales los niños y niñas tienen la oportunidad de desplegar conocimiento de matemáticas, lengua, ciencias naturales, pero también de activar actitudes, emociones, procedimientos, etc.
¿Los profesores saben transmitir la importancia de las evaluaciones?
Los alumnos aprenden en función de cómo les evalúas y por consiguiente es fundamental trasmitir muy claramente y desde el primer día qué esperas de ellos. Si planteas a tus alumnos evaluaciones reales, resulta más fácil que los alumnos entiendan cuál es el sentido de lo que vas a enseñar.

Pero si propones conceptos abstractos para formular unos cálculos o analizar unas frases que a lo mejor un día les sirven para algo, difícilmente el alumno se motivará.
¿Qué es lo más importante para transformar las evaluaciones?
Debemos tener claro qué es lo que queremos evaluar. Esas listas interminables de competencias abstractas que abundan ahora en las programaciones no ayudan demasiado. Es mejor que cada profesor determine, en primer lugar, qué situaciones auténticas deberán ser capaces de resolver sus alumnos al final de curso y luego diseñe las unidades y planifique las clases de acuerdo a esas situaciones de evaluación.
Este contenido ha sido publicado originalmente por Blog Tiching en la siguiente dirección: blog.tiching.com

 http://webdelmaestrocmf.com/portal/carles-monereo-dime-evaluas-te-dire-aprenden-tus-alumnos/?utm_source=blogsterapp&utm_medium=Facebook

sábado, 18 de noviembre de 2017

MÚSCULOS DE LA RESPIRACIÓN

TÉRMINOS "AERÓBICO Y ANAERÓBICO" UTILIZADOS EN FISIOLOGÍA DEL EJERCICIO- UNA REFLEXIÓN CRÍTICA SOBRE LA TERMINOLOGÍA

 Karim Chamari1 y Johnny Padulo

1Athlete Salud y Centro de Investigación de Actuación, ASPETAR, Qatar Orthopaedic y Hospital de Medicina de Deportes, Doha, Qatar.2University e-campus, Vía Isimbardi, 10-22060 Novedrate, CO, Italia.3Tunisian Investigación Laboratorio Deportes Actuación Optimización", el Centro Nacional de Medicina y Ciencia en los Deportes, Tunis, Túnez.
Artículo publicado en el journal PubliCE del año .
El propósito de este artículo de Opinión Actual es enfocarnos en el uso apropiado en medicina deportiva de los términos ejercicio ”aeróbico” y “anaeróbico”, para intentar unificar su uso por parte de los entrenadores/atletas y científicos del deporte. A pesar de la alta calidad de la mayoría de las investigaciones, los términos aeróbico/anaeróbico siguen siendo utilizados inadecuadamente por algunos investigadores de las ciencias del ejercicio. Por ejemplo, hasta finales de 2014, en PubMed se citaron 14883 y 6136 artículos, pertenecientes al campo de “la ciencia del ejercicio”, que utilizaron las palabras “aeróbico” y “anaeróbico”, respectivamente. En este sentido, algunos autores todavía emplean mal estos términos. Por ejemplo, nosotros creemos que es erróneo clasificar un esfuerzo como “ejercicio láctico anaeróbico” cuando también están involucradas simultáneamente otras vías metabólicas. Se ha demostrado extensivamente que la contribución de las vías metabólicas depende principalmente, tanto de la intensidad como de la duración del ejercicio. Por consiguiente, buscamos aclarar este punto crucial y simplificar esta terminología para los entrenadores y científicos deportivos. En este sentido, discutiremos algunos artículos de investigación con respecto a la terminología que se utiliza para describir las vías metabólicas predominantes activas en diferentes duraciones de ejercicio, y la excesiva simplificación que esto introduce. En conclusión, nosotros sugerimos que los científicos deportivos y los profesionales del campo deben usar los siguientes términos para referirse a esfuerzos máximos (all out effort) sobre la base de la duración del ejercicio: (a) “Esfuerzos Explosivos “(con una duración de hasta 6 segundos, con preponderancia de la vía metabólica de los fosfágenos); (b) “Esfuerzos de Alta Intensidad” (esfuerzos que abarcan de >6 s hasta 1 min, con preponderancia de la vía glucolitica), y (c) “Esfuerzos de Resistencia de Alta Intensidad” (para las series de ejercicio que tienen una duración superior a1 min, con preponderancia de la vía de la fosforilación oxidativa).
Puntos claves 
  • Discutiremos el uso apropiado de los términos “aeróbico y anaeróbico” en las Ciencias del Ejercicio.
  • Las contribuciones metabólicas para el ejercicio no pueden ser separadas o categorizadas tan facialmente; por consiguiente, es aconsejable evitarlas al momento de nombrar los esfuerzos físicos. 
  • Los esfuerzos máximos (all out) podrían ser categorizados en “Explosivos”, “Alta Intensidad” o “de Resistencia de Alta Intensidad” sobre la base de su duración.  

ANTECEDENTES

La ciencia deportiva y la práctica deportiva en el campo están vinculadas estrechamente. De hecho, a menudo los investigadores están inspirados por el rendimiento deportivo y los sucesos de entrenamiento, mientras que los profesionales del deporte (atletas, entrenadores, médicos, fisioterapeutas..) utilizan extensivamente la ciencia deportiva en su práctica diaria. Idealmente, ambos lados deberían utilizar términos comunes para evitar cualquier equivocación que podría traducirse, entre otras cosas, en un entrenamiento inapropiado. En tal sentido, en 1978, Knuttgen [1] publicó un estudio pionero que propuso el término “intensidad” para describir la dureza con que el ejercicio se realiza o se percibe como porcentaje de la carga externa. Unos 30 años después, un libro publicado por Winter y MacLaren [2] resaltó este paradigma utilizando “ejercicio de intensidad máxima” para describir la fisiología del ejercicio relacionada con la contribución del metabolismo aeróbico/anaeróbico para el suministro de energía. En este contexto, nosotros creemos que describir esfuerzos/ejercicios sobre la base de su “vía fisiológica” podría provocar errores. De hecho, muchos autores describen el ejercicio de corta duración como “anaeróbico” [3-6] y los esfuerzos más largos como “aeróbicos” [3-7]. No obstante, la fisiología del ejercicio ha evolucionado durante la última década, y la tecnología ha hecho contribuciones que nos han permitido evolucionar desde las bolsas de Douglas en el laboratorio hasta los analizadores de gases portátiles en el campo para evaluar las respuestas cardiorrespiratorias frente al ejercicio [8]. Además, los métodos invasivos como las biopsias musculares permiten a los investigadores determinar la cinética del metabolismo aeróbico/anaeróbico durante el ejercicio [9,10].
Luego, los analizadores de lactato sanguíneo portátiles y económicos [11] permiten a los investigadores medir fácilmente el lactato (un metabolito de la glucólisis) y determinar la magnitud de la contribución “anaeróbica” frente al ejercicio en el campo en segundos [12]. A pesar de eso, algunas publicaciones recientes aún utilizan nomenclaturas que no están actualizadas [13].
Por lo tanto, el propósito del presente “Artículo de Opinión Actual' es resaltar los errores que se encuentran por detrás de una nomenclatura en particular. Esto nos ayudará a estandarizar la terminología utilizada en las publicaciones de los científicos de todo el mundo. En tal sentido, la terminología aeróbico/anaeróbico en las ciencias deportivas (Figura 1) presenta algunos problemas por las siguientes razones:
(a) El término “anaeróbico” está mal interpretado; algunos piensan que hace referencia a la ausencia de O2. El término “aeróbico” también parece implicar la ausencia de cualquier contribución “anaeróbica”.
(b) Las contribuciones metabólicas al ejercicio no pueden ser fácilmente separadas o categorizadas.
(c) La intensidad del ejercicio impacta fuertemente en la contribución metabólica de las vías energéticas; por lo tanto es necesario realizar una aclaración al respecto.
(d) Algunos profesionales del deporte podrían tener pocos “conocimientos básicos de fisiología” y, por consiguiente, esto incrementa la probabilidad de que utilicen erróneamente algunos términos y conceptos en sus prácticas de campo.

Figura 1.
 Uso de los términos “aeróbico” y “anaeróbico' en las ciencias del ejercicio en Pubmed a partir de diciembre de 2014.
En los últimos años, diferentes publicaciones importantes han desafiado conceptos previos lo que ha provocado un cambio en las opiniones y en los descubrimientos. Por ejemplo, Racz et al. (2002) [14] investigaron la contracción muscular y aportaron nuevos datos a la visión de contracción muscular presentada por Hill en 1938 [15]. En el mismo contexto, varios artículos recientes mencionados en este  “Artículo de Opinión Actual” nos han permitido “considerar” los esfuerzos de una manera diferente a la manera en que ellos descriptos por primera vez hace algunas décadas.
Es importante destacar que el metabolismo “anaeróbico” no es una vía que funciona en de ausencia oxígeno sino que “no utiliza oxígeno”. Por lo tanto el “metabolismo anaeróbico” que transforma el adenosín trifosfato (ATP) y la fosfocreatina (CrP) no debe ser llamado “anaeróbico” sino “independiente de oxígeno o no-mitocondrial” [16]. Así, en lugar de llamarlo “vía aláctica anaeróbica”, debe ser llamada “vía de los fosfágenos”. De manera similar, la “glucólisis” simplemente debe remplazar a la “vía láctica anaeróbica”,  porque nuevamente, aunque no está directamente involucrado en esta vía, el oxígeno todavía está presente. En la tercera vía metabólica energética, la “fosforilación oxidativa” se debe remplazar al termino “vía aeróbica”. Además, en el laboratorio, los intentos para cuantificar las contribuciones de los metabolismos anaeróbico/aeróbico están ensombrecidos por desafíos técnicos y teóricos que han sido abordados consecutivamente por varios grupos de investigación [7, 10, 17]. Por ejemplo, Medbo et al. (1988) presentaron un método para evaluar la capacidad del metabolismo anaeróbico [17]. Este método, aunque está basado en una teoría legítima, ha sido criticado por el hecho que durante el VO2max la relación potencia/VO2 no se mantiene lineal [17,18].

DISCUSION

Los esfuerzos máximos muy cortos (con una duración inferior a 1 segundo y hasta 6 segundos) no sólo dependen de la vía de los fosfágenos si no que también dependen parcialmente de la glucólisis [19, 20]. Por ejemplo, un solo esprint “máximo” de 6 segundos se realiza con aproximadamente la mitad de energía proveniente de los “fosfágenos” y la otra mitad proveniente de la vía glucolítica [20]. Este hallazgo de Gaitanos et al. [20] se publicó hace más de 20 años, y creemos que es tiempo de tenerlo en cuenta para entender los esfuerzos “máximos” cortos. Estos esfuerzos implican series de ejercicios durante las cuales el atleta intenta alcanzar el mayor rendimiento posible durante una duración de esfuerzo pre-determinada [21]. Por consiguiente, en lugar de llamar estos esfuerzos como “ejercicios alácticos anaeróbicos, deberían llamarse, por ejemplo, “esfuerzos de alta intensidad de corto plazo o, de modo más resumido, “esfuerzos explosivos”. Estos esfuerzos explosivos se realizan en producciones de potencia aproximadamente seis veces superiores a la “potencia aeróbica máxima (MAP; que discutiremos mas detalladamente luego)” [2]. Es más, algunos años atrás, los esfuerzos máximos mas largos con una duración inferior a 1 min eran descriptos como “anaeróbicos”; una afirmación basada en (a) una ecuación teórica [22] y (b) en el consumo de oxígeno medido durante el primer minuto del ejercicio [23]. Sin embargo, Spencer et al. [21], entre otros, demostraron contribuciones anaeróbicas/aeróbicas mixtas en diferentes duraciones de ejercicio (de 20 a 234 segundos) que correspondían a distancias de carreras que iban de 200 a 1500 m. Diferentes autores [6, 7] demostraron que incluso en esfuerzos máximos muy cortos realizados en el campo y en el laboratorio había una contribución significativa de la “fosforilación oxidativa” (también llamada “metabolismo aeróbico”) [16]. En particular, esta contribución relativa se incrementaba aun más cuando los esprints se repetían [24].
En el campo, los esfuerzos de resistencia se describen a menudo como “aeróbicos”. Sin embargo, el ejercicio completamente aeróbico no existe porque en los esfuerzos se utiliza un mínimo de intensidad. En este contexto, es incorrecto llamar “test aeróbico” al “test de referencia” que se utiliza para evaluar la capacidad / aptitud aeróbica, es decir, al “test de consumo de oxígeno máximo (VO2max)“. En este sentido, estudios recientes desafían el concepto de VO2max después de que modificaciones al protocolo de evaluación permitieran encontrar diferentes valores de VO2max [25]. De hecho, uno de los criterios para alcanzar el plateau de VO2max es alcanzar un valor mínimo de lactato de 6 a 9 mmol L-1 (dependiendo de los autores y de la edad de los sujetos). Esto demuestra claramente una participación significativa de la “glucólisis” antes de la finalización del ejercicio. Esto no es sorprendente, dado que un esfuerzo máximo al final de un “test de VO2max “ se produce en intensidades muy por encima del segundo umbral ventilatorio (qué también se describe como umbral de compensación respiratorio [26]). Por consiguiente, nosotros creemos que es necesario describir que es lo que se está evaluando con cada ejercicio para evitar describir erróneamente cual es la vía metabólica particular que está involucrada. Por ejemplo, para describir un resultado de test incremental (VO2max), uno no puede hablar de “velocidad aeróbica máxima” alcanzada, si no que de la “velocidad pico alcanzada en el VO2max o “vpicoVO2max” tal como lo hace Billat et al. [27].
Además se han observado faltas de cuantificación de la contribución de la energía anaeróbica [2] para diferenciar el porcentaje de metabolismo anaeróbico contra metabolismo aeróbico durante un esfuerzo. Para llenar este vacío, hace 40 años, Hermansen propuso por primera vez, una estimación indirecta de la capacidad anaeróbica a través de la valoración del “déficit de oxígeno acumulado máximo (MAOD)“ basada en mediciones de ejercicios de intensidad máxima y de intercambio gaseoso [28]. Varios años después, el método MAOD fue utilizado por Mebdo et al. [17], aunque este método también plantea algunos pequeños problemas metodológicos (mencionados arriba), en la actualidad es posible estimar las contribuciones anaeróbicas y aeróbicas para el ejercicio. En tal sentido, frecuentemente también se ha sugerido que “el metabolismo aeróbico” contribuye con la provisión de energía para el ejercicio varios segundos/minutos después del comienzo del ejercicio. Sin embargo, Granier et al. (1995) observaron que para un ejercicio máximo de 30 segundos (test de Wingate, presentado previamente como una metodología para evaluar la capacidad anaeróbica [29]), la contribución de esta vía varía entre 28% a 45% de la producción de energía total (dependiendo del perfil de los atletas [7]), lo que nuevamente nos aporta un nombre equivocado en la fisiología/valoración del ejercicio [2]. Además, durante una carrera máxima de 400-m de aproximadamente 52 segundos, los últimos 20 segundos de esfuerzo se realizan en el VO2max, lo que demuestra que la activación de “la fosforilación oxidativa es mucho más rápida que lo que se pensaba previamente [21]. Hoy, se acepta que la provisión de energía para cada esfuerzo depende de la participación simultánea de las tres vías de energía y que una vía predominante trabaja por encima de las otras [21]. Por consiguiente, la descripción de los esfuerzos no debe basarse en sus “procesos fisiológicos”, si no que debe ser denominada en función de su duración/intensidad. Más específicamente, para “esfuerzos máximos” (el esfuerzo máximo para la duración pre-determinada), nosotros proponemos la siguiente nomenclatura:
1. “Esfuerzos explosivos”: ejercicios máximos con una duración de hasta 6 segundos (predominio de la “vía de los fosfágenos”).
2. “Esfuerzos de alta intensidad“: esfuerzos máximos con una duración de 6 segundos a 1 min [21] (con predominio de la “vía glucolítica” además de la “vía de los fosfágenos” y de la “fosforilación oxidativa”); y finalmente,
3. “Esfuerzos de Resistencia de Alta Intensidad: ejercicios con una duración  superior a 1 min (predominio de la “fosforilación oxidativa”).
Es necesario proponer otras definiciones para el ejercicio de intensidad submáxima. En tal sentido, el paradigma de metabolismo aeróbico y anaeróbico debe ser investigado con mayor detalle y ambos sistemas se complementan uno con otro. De hecho, frecuentemente se piensa que en el caso de “aeróbico” se utiliza oxígeno, mientras que en el caso de “anaeróbico” no se utiliza oxígeno. Por lo tanto cualquier mal uso de los términos puede conducir a conceptos engañosos y malos entendidos para los lectores, y errores potenciales en el campo de la prescripción del entrenamiento. Pensamos que algunos otros conceptos de la fisiología del ejercicio en la ciencia deportivanecesitan una aclaración similar, y pedimos a los colegas especialistas que aclaren estos puntos en declaraciones de consenso general relevantes. Esto ayudaría a que las ciencias deportivas y las ciencia del ejercicio evolucionen en la dirección correcta, utilizando terminología adecuada que permita que los científicos, entrenadores, profesores y estudiantes hablen el mismo idioma [30].

CONCLUSIONES

En resumen, en lugar de llamar esfuerzo físico a algo relacionado con las vías fisiológicas “aeróbicas” y/o “anaeróbicas”, aun cuando se necesiten estudios de investigación adicionales para mejorar nuestra propuesta, nosotros sugerimos que los científicos deportivos deben usar los siguientes términos para esfuerzos máximos (all-aut) sobre la base de la duración del ejercicio:
1. Esfuerzo explosivo (duración de hasta 6 segundos)
2. Esfuerzo de alta intensidad (esfuerzos comprendidos entre 6 segundos y 1 minuto)
3. Esfuerzos de resistencia de alta intensidad (para las series de ejercicio con una duración superior a 1 min)
Intereses de competencia
Los autores declaran que no poseen intereses de competencia.
Contribuciones de autores
Tanto KC y JP contribuyeron con este manuscrito. Los autores leyeron y aprobaron el escrito final.
Agradecimientos
Los autores agradecen a Ms Sobro Hommoudi y Govin Trovers por la revisión del idioma en que se publicó el manuscrito.

Referencias

1. Knuttgen .. (1978). Force, work, power, and exercise. Med Sci Sports.10(3):227–8.
2. Winter E.M., MacLaren D.P. (2009). Assessment of maximal-intensity exercise. In: Eston R, Reilly T, editors. Kinanthropometry and Exercise Physiology Laboratory Manual Volume 2: Physiology (third edition). Routledge: Abingdon. p. 307–33.
3. Chaouachi A., Coutts A.J., Chamari K., Wong D.P., Chaouachi M., Chtara M., et al. (2009). Effect of Ramadan intermittent fasting on aerobic and anaerobic performance and perception of fatigue in male elite judo athletes. J. Strength Cond. Res. 23(9):2702–9.
4. Chtourou H., Hammouda O., Chaouachi A., Chamari K., Souissi N. (2012). The effect of time-of-day and Ramadan fasting on anaerobic performances. Int. J. Sports Med. 33(2):142–7.
5. Rodriguez-Marroyo J.A., Garcia-Lopez J., Chamari K., Cordova A., Hue O., Villa J.G. (2009). The rotor pedaling system improves anaerobic but not aerobic cycling performance in professional cyclists. Eur. J. Appl. Physiol.106(1):87–94.
6. Billat V., Renoux J.C., Pinoteau J., Petit B., Koralsztein J.P. (1995). Times to exhaustion at 90, 100 and 105% of velocity at VO2 max (maximal aerobic speed) and critical speed in elite long-distance runners. Arch. Physiol. Biochem.103(2):129–35.
7. Granier P., Mercier B., Mercier J., Anselme F., Prefaut C. (1995). Aerobic and anaerobic contribution to Wingate test performance in sprint and middle-distance runners. Eur. J. App. Physiol. Occup. Physiol. 70(1):58–65.
8. McLaughlin J.E., King G.A., Howley E.T., Bassett Jr. D.R., Ainsworth B.E. (2001). Validation of the COSMED K4 b2 portable metabolic system. Int. J. Sports Med.22(4):280–4.
9. Bangsbo J., Gollnick P.D., Graham T.E., Juel C., Kiens B., Mizuno M., et al. (1990). Anaerobic energy production and O2 deficit-debt relationship during exhaustive exercise in humans. J. Physiol.422:539-59.
10. Bangsbo J. (1996). Oxygen déficit: a measure of the anaerobic energy production during intense exercise? Can J Appl Physiol. 21(5)350-63.
11. Baldari C., Bonavolonta V., Emerenziani G.P., Gallotta M.C., Silva A.J., Guidetti L. (2009). Accuracy, reliability, linearity of Accutrend and Lactate Pro versus EBIO plus analyzer. Eur. J. Appl. Physiol.107(1):105-11.
12. Hertogh C., Chamari K., Damiani M., Martin R., Hachana Y., Blonc S., et al. (2005). Effects of adding a preceding run-up on performance, blood lactate concentration and heart rate during maximal intermittent vertical jumping. J. Sports Sci..23(9):937-42.
13. Wells G.D., Selvadurai H., Tein I. (2009). Bioenergetic provisión of energy for muscular activity. Paediatr. Respir. Rev.10(3):83-90.
14. Racz L., Beres S., Hortobagyi T., Tihanyi J. (2002). Contraction history affects the in vivo quadriceps torque-velocity relationship in humans. Eur. J. Appl. Physiol. 87(4-5):393-402.
15. Hill A.V. (1938). The heat of shortening and the dynamic constants of muscle. Proceedings of the Royal Society of London Series B, Biological Sciences.126:136-95.
16. Baker J.S., McCormick M.C., Robergs R.A. (2010). Interaction among skeletal muscle metabolic energy systems during intense exercise. J. Nutr. Metab.2010:905612.
17. Medbo J.L., Mohn A.C., Tabata I., Bahr R., Vaage O., Sejersted O.M. (1988). Anaerobic capacity determined by maximal accumulated 02 déficit. J. Appl. Physiol. (1985).64(1):50-60.
18. Chamari K., Chaouachi A., Racinais S. (2010). Anaerobic power and capacity. In: P Connes OHaSP, editor. Exercise Physiology: from a Cellular to an Integrative Approach.
19. Chamari K., Ahmaidi S., Blum J.Y., Hue O., Temfemo A., Hertogh C., et al. (2001). Venous blood lactate increase after vertical jumping in volleyball athletes. Eur. J. Appl. Physiol. 85(1 -2):191 -4.
20. Gaitanos G.C., Williams C., Boobis L.H., Brooks S. (1985). Human muscle metabolism during intermittent maximal exercise. J. Appl. Physiol. 1993;75(2):712-9.
21. Spencer M.R., Gastin P.B. (2001). Energy system contribution during 200- to 1500-m running in highly trained athletes. Med. Sci. Sports Exerc.33(1):157-62.
22. Hartree W., Hill A.V. (1923). The anaerobic processes involved in muscular activity. J. Physiol. 58(2-3):127-37.
23. Astrand P.O., Saltin B. (1961). Oxygen uptake during the first minutes of heavy muscular exercise. J. Appl. Physiol.16:971-6.
24. Glaister M. (2005). Múltiple sprint work: physiological responses, mechanisms of fatigue and the influence of aerobic fitness. Sports Med.35(9):757-77.
25. Beltrami F.G., Froyd C., Mauger A.R., Metcalfe A.J., Marino F., Noakes T.D. (2012). Conventional testing methods produce submaximal valúes of máximum oxygen consumption. Br. J. Sports Med.46(1):23-9.
26. Beaver W.L., Wasserman K., Whipp B.J. (1985). A new method for detecting anaerobic threshold by gas exchange. J. Appl. Physiol.60(6):2020-7.
27. Billat V.L., Blondel N., Berthoin S. (1999). Determination of the velocity associated with the longest time to exhaustion at maximal oxygen uptake. Eur. J. Appl. Physiol. Occup Physiol.80(2):159-61.
28. Hermansen L. Anaerobic energy release. (1969). Med. Sci. Sports Exerc.;1:32-8.
29. Bar-Or O. (1987). The Wingate anaerobic test. An update on methodology, reliability and validity. Sports Med. 4(6):381-94.
30. Winter E.M., Fowler N. (2009). Exercise defined and quantified according to the Systeme Intemational d'Unites. J. Sports Sci.27(5):447-60.

Cita Original

Karim Chamari and Johnny Padulo. “Aerobic” and “Anaerobic” terms used in exercise physiology: a critical terminology reflection. Sport Medicine-Open (2015) 1:9 DOI 10.1186/s40798-015-0012-1

Cita en PubliCE

Karim Chamari y Johnny Padulo (2016). Términos “Aeróbico y Anaeróbico” Utilizados en Fisiología del Ejercicio - Una Reflexión Crítica sobre la Terminología. PubliCE. 
https://g-se.com/terminos-aerobico-y-anaerobico-utilizados-en-fisiologia-del-ejercicio-una-reflexion-critica-sobre-la-terminologia-2059-sa-157cfb27274e7f
https://g-se.com/terminos-aerobico-y-anaerobico-utilizados-en-fisiologia-del-ejercicio-una-reflexion-critica-sobre-la-terminologia-2059-sa-157cfb27274e7f