Complejo Universitario Salas Bajas, en Salamanca
Correr está de moda y la fiebre del running ha invadido la capital a golpe de zancada y camisetas fosforitas. Quién más, quién menos, si corre o ha corrido en Salamanca, conoce de sobra el Complejo Deportivo Universitario Salas Bajas, situado en la orilla del río Tormes.
Las instalaciones pertenecen a la Universidad de Salamanca, pero están al disfrute de toda la gente que se anime a entrar. Se trata de un circuito de tierra de casi 1300 metros (los kilómetros están indicados por si no eres de llevar GPS y demás tecnologías) y, salvo vacaciones universitarias, las instalaciones están abiertas de lunes a sábado en horario ininterrumpido y por las mañanas los domingos y festivos.
Gran parte del recorrido está cubierto por grandes árboles y se agradece la sombra de sus ramas.
A distintas alturas del circuito hay tres fuentes para los días que el calor aprieta. El mayor inconveniente de que el circuito sea de tierra es la lluvia en invierno, porque hay zonas en las que acabas de barro hasta el culo, literalmente.
En este circuito te puedes encontrar desde la élite del atletismo salmantino como Rafael Iglesias, Pilar García, Juan Bueno o Gema Martín, corredores populares y hasta los que se están iniciando y caminan y trotan a partes iguales.
Pero, independientemente de nuestro nivel, el simple hecho de ponernos las zapatillas ya nos convierte a todos en valientes.
Por las mañanas hay menos gente y se respira más tranquilidad que por la tarde, que es cuando acuden muchos equipos a entrenar y preparar sus planes de entrenamiento para estar a tope en las carreras del fin de semana.
Justo en frente de Salas Bajas hay unas pistas de atletismo de unos 250-300 metros que estarían muy bien para hacer series si el suelo no estuviera completamente levantado.
El Ayuntamiento de Salamanca tiene previsto arreglarlas. A ver si no se retrasan mucho y nos dan una alegría.
Parque Botánico Huerta Otea, otro de los lugares para correr en Salamanca
Series y cuestas
Una alternativa a Salas Bajas es el Parque Botánico Huerta Otea, justo al otro lado del río. Es perfecto para los periodos vacacionales, ya que está abierto todos los días. Es un circuito de tierra que discurre a un metro del río y hay mucha sombra.
Tiene una longitud de un kilómetro y sería ideal para hacer series si no fuera porque hay una parte donde hay muchas piedras sueltas con arena de playa que dificulta un poco la carrera. Otro inconveniente es que, dependiendo de la hora, hay mucho incivilizado que deja a su perro campar a sus anchas y puedes llevarte algún susto. La última vez que entré habían hecho marcas cada 100 metros.
Hablando de series, uno de los lugares más frecuentados para hacer series de cuestas es el Parque de los Jesuitas.
Es un gran parque, con ligera inclinación, perfecto para practicar las cuestas y luego bajar al trote. No tiene gran pendiente, pero sí son largas y puedes elegir entre asfalto y tierra. En este parque también hay máquinas de ejercicio biosaludable en las que pedalear un poco antes o después de correr.
La autora de este artículo, María Sanz Brocklebank,tomando su merecida cerveza tras el entrenamiento
Carrera y cañas
Hay un lugar que los runners echan de menos y es el Complejo Deportivo de la Aldehuela, cuya fecha de reapertura se desconoce. Ya van unos cuantos años desde su cierre para la construcción de la pista de atletismo cubierta, pero que a este paso ni mis nietos la verán construida.
Uno de los parques con más "audiencia" es el de Würzburg.
Son paseos de tierra rodeando una pequeña loma con muchísima sombra donde puedes intercalar carrera continua con escaleras. Y rodeando este parque y ya en acera, nos encontramos el llamado Triángulo del Colesterol. Se trata de un triángulo de unos 3 kilómetros con sus repechillos que es transitado tanto por paseantes como por corredores casi a partes iguales. Tiene dos inconvenientes: que el terreno es de acera, y el mayor de todos, que algunas señoras van de tres en tres y tienes que salirte a la carretera para adelantarlas.
Por último, después de unos cuantos kilómetros hay que hidratarse bien ¿y qué mejor manera que con unas cañitas? Y más sabiendo que la cerveza hidrata igual que el agua después de hacer ejercicio. Saber que después te espera una jarrita helada, con su espumita y su tapita hace que el “sufrimiento” sea más llevadero.
Por María Sanz Brocklebank - 13/08/2014
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