sábado, 6 de septiembre de 2014

CUANTO MÁS, MEJOR. EL DEPORTE DE ALTO NIVEL NO ES MALO PARA LA SALUD

EJERCICIO 
 ¿Es usted de los que buscan un hueco cada día para hacer ejercicio o de los que les cuesta moverse del sofá? Seguramente haya escuchado mil y una veces los motivos por los que debería dejar la pereza un lado y empezar a mantenerse activo, pero quizás aún no conozca este dato: los deportistas tienen menos probabilidades de morir por enfermedad cardiovascular o por cáncer de colon y mama, dos de las enfermedades con más prevalencia actualmente. Así lo afirma un estudio recientemente publicado por la Clínica Mayo y firmado por investigadores españoles, que evidencia algo que casi con toda probabilidad, muchos ya suponían: los deportistas de élite viven más años que la población general. Para saber esto, se han analizado 10 estudios previos que agrupan a un total de 42.807 deportistas de alto rendimiento (707 mujeres y 42.100hombres), entre los que hay jugadores de fúbol, de béisbol, ciclistas del Tour de Francia y atletas olímpicos, entre otros. 

No obstante, a nadie se le escapa que los deportistas de élite no son como el común de los mortales, sino que -en general- llevan un muy buen estilo de vida: no fuman, no beben, llevan una dieta sana y su nivel de salud es bueno. Sin embargo, tal y como explica el autor, los resultados pueden adaptarse a las "personas normales" que hacen ejercicio regular. "Para aquellos que caminen al menos media hora todos los días, el beneficio puede ser aproximadamente vivir un 10% más", explica. La conclusión es que no sólo las personas que han practicado deporte a tan alto nivel durante bastantes años viven más -unos tres o cuatro años, según calcula Alejando Lucía, investigador de la Universidad Europea y coautor del estudio- sino que además son menos propensos a padecer una enfermedad cardiovascular o cáncer de colon y mama. El estudio realizado por Lucía y por otros seis investigadores entra en contradicción con otro que también publica este mes la Clínica Mayo, y que afirma que hay un límite por encima del cual la práctica de ejercicio puede llegar a ser perjudicial para la salud a nivel cardiovascular. 

 Paul T. Williams y Paul D. Thompson analizaron a 2.377 supervivientes de infarto y establecieron que los beneficios de correr o andar no se acumulan indefinidamente, señalando que por encima de cierto nivel - correr 50 kilómetros a la semana- hay un aumento significativo en la mortalidad cardiovascular. Lucía, sin embargo, se muestra en desacuerdo con esta afirmación. "En mi opinión, no se ha demostrado científicamente que haya un tope de ejercicio a partir del cual hay riesgo para la salud", opina, añadiendo que además el estudio realizado en EEUU está hecho con personas que han sufrido un ataque al corazón, no con personas sanas. "A nivel cardiovascular -no a nivel de articulaciones, aclara- el único riesgo demostrado es el de la fibrilación auricular, que evidentemente es importante y hay que vigilarlo, pero que se compensa con el resto de beneficios del deporte", explica el investigador. 

 Según Lucía, existe una corriente que últimamente "le está dando más importancia a demostrar las supuestas desventajas del ejercicio que a incidir en sus múltiples beneficios, desgraciadamente". Y es que la opinión de que el deporte de élite no es del todo sano siempre ha estado latente entre muchas personas, y episodios como la trágica muerte en directo del futbolista Antonio Puerta han reforzado esta teoría. Pero afortunadamente, esto no pasa todos los días, aunque para Lucía, "lo más llamativo siempre será que el hombre muerda al perro, y no que el perro muerda al hombre". El investigador español cree que no sólo no existe un límite por encima del cual los beneficios del ejercicio empiecen a ser dudosos, sino todo lo contrario: para él, el riesgo aparece cuando se hace muy poco deporte. "Todo lo que esté por debajo de caminar 150 minutos a la semana a buen ritmo, está muy mal. Caminar dos horas al día es mucho más sano que caminar una, y caminar cuatro es aún mejor, concretamente, el doble de mejor", especifica. "Lo ideal sería hacer una etapa del Camino de Santiago todos los días", concluye. 

En cualquier caso, Lucía recomienda no ponérselo fácil al sedentarismo. "Vivimos en una sociedad muy medicalizada, y bienvenidos sean los avances médicos, pero creo que algunas personas tendrían que darle una oportunidad al ejercicio antes de acudir a los fármacos", apunta. En definitiva, "si se ha demostrado que ser físicamente activo es saludable, pues pongámoslo en práctica" dice Lucía, mientras enumera los beneficios del deporte: reducción de la mortalidad cardiovascular, y disminución de la mortalidad por cáncer de colon y mama (en personas que ya han tenido un tumor, además, el ejercicio previene la aparición de un segundo). Otra de las ventajas sería atenuar la neurodegeneración asociada a la edad: "La única intervención médica para tratar la sarcopenia -falta de fuerza muscular que aparece a partir de los 80 años- es el ejercicio", explica. Lucía y el resto de investigadores responsables del estudio son conscientes de las limitaciones representativas de su publicación, dado que ésta ha analizado a muchos más hombres que mujeres. "Hay menos mujeres que practiquen deporte a este nivel, por lo que harían falta estudios que profundicen más en ellas. No me atrevo a extrapolar los datos obtenidos a la población femenina, teorizar con estas cosas en Medicina es muy peligroso" reconoce. http://www.elmundo.es/salud/2014/09/02/53ec649e268e3e7f3b8b456f.html

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