viernes, 16 de mayo de 2014

SEIS RECETAS PARA EVITAR 38 MILLONES DE MUERTES PREMATURAS

SALUD PÚBLICA Estudio en The Lancet

¿Quién no querría marcarse el tanto de ahorrarle al mundo casi 38 millones de muertes antes de tiempo? Pues quien de verdad lo desee, ahora puede lograrlo. Ha de conseguir, eso sí, controlar seis factores de riesgo que, hasta la fecha, se resisten e incluso se ríen de todos los intentos por ser controlados. Son los principales culpables de las cuatro enfermedades no comunicables más importantes: la patología cardiovascular, la enfermedad respiratoria crónica, el cáncer y la diabetes. Cuatro asesinos sueltos que, de no lograrse reducir sus factores de riesgo, resultarán en 38,8 millones de muertes en 2025, casi diez millones más que las que causaron en 2010. Así lo afirma un estudio publicado recientemente en The Lancet. Las seis recetas podrían parecer sencillas y, desde luego, distan de ser originales pero su manejo supondría un beneficio que cambiaría completamente el panorama de la mortalidad mundial. La primera clave está en reducir el uso del tabaco, seguida de la disminución del consumo de alcohol. Reducir también la ingesta de sal y conseguir que bajen los niveles globales de tensión sanguínea y azúcar en sangre, así como la obesidad. 

Estas son las seis claves que, según el modelo matemático manejado por investigadores de varios centros, liderados por el Imperial College (en Londres, Reino Unido) para cambiar las cosas y, curiosamente, todos ellos son factores de riesgo modificables por el hombre. El modelo no peca de falta de realismo. De hecho, el cálculo está basado en una reducción de solo el 25% en cada uno de los seis factores en el periodo entre 2010 y 2025. Es lo que se conoce como la meta 25x25, que fue establecida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2011. Esta importante decisión no se ha visto, sin embargo, acompañada por acciones concretas para lograr la meta, como apunta el editorial que acompaña a la publicación del estudio, con el significativo título Acción decisiva para acabar con la apatía y conseguir los objetivos 25x25 en las enfermedades crónicas no comunicables. En este escrito, Rifat Atun, de la Harvard School of Public Health (EEUU) afirma que conseguir el reto es posible, como lo demuestran las respuestas logradas en torno a otros problemas de salud pública, como el control del VIH y la prevención de la mortalidad maternoinfantil. 

Aunque es obvio que quedan cosas por hacer en estos dos últimos campos, la situación ha mejorado mucho con respecto a la de hace 15 años. Atun considera que este desafío es "menos técnico que político" y que es posible lograrlo cuando hay "deseo político, un liderazgo global y una sociedad civil movilizada". El experto subraya también que las medidas para controlar estos factores de riesgo están, en la mayoría de los casos, inventadas. Ejemplos como la subida de impuestos en el tabaco, la prohibición de su publicidad, el restringir el acceso al alcohol y el reducir el azúcar y la sal en los alimentos que se venden fabricados son medidas baratas y que implicarían unas ganancias "sustanciosas" en el campo de la salud. Además, los beneficios de aplicar estas medidas serían mayores para los países más pobres, como cita el editorialista en un ejemplo concreto. "En la mayoría de los países en vías de desarrollo, triplicar los impuestos sobre el tabaco permitiría duplicar el precio de los cigarrillos ajustado a la inflación y reducir el consumo de tabaco en un tercio", escribe el especialista en salud pública que, sin embargo, reconoce que hasta la fecha "ha prevalecido la apatía". Por esta razón y más con el apoyo que supone la aplicación del modelo matemático recién publicado, el autor lo tiene claro: "Ha llegado el momento de pasar a una acción decidida". http://www.elmundo.es/salud/2014/05/08/536a790e268e3e88148b457c.html

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