domingo, 18 de mayo de 2014

MITOS Y MUJER

VI ENCUENTRO DE RECURSOS HUMANOS DE LAS UNIVERSIDADES NACIONALES 1. * CALIDAD DE VIDA EN EL TRABAJO. 1.1* SALUD LABORAL Y CONDICIÓN FISICA. TÍTULO: * LA MUJER, LA MENOPAUSIA Y LA ACTIVIDAD FÍSICA. AUTOR: Profesor Nacional de Educación Física Videla Julio Raúl FACULTAD de CIENCIAS AGRARIAS. UNCUYO. MENDOZA. 2007. Juliorvidela@yahoo.com.ar 

INTRODUCCIÓN : 

1.Mitos sobre la actividad física. 

 * La OMS (Organización Mundial para la Salud), contempla algunos mitos o creencias en relación con la actividad física, que hay que tratar de eliminar, porque perjudican el acercamiento de la población a la práctica de ejercicio; tales mitos son, entre otros: 
     -La actividad física resulta cara, requiere equipo especial y algunas veces hay que pagar por el uso de las instalaciones deportivas. Muy al contrario, se puede realizar en cualquier sitio y no exige ningún equipo (ejemplo: subir escaleras), caminar es lo más barato y lo más recomendable. 
     -La actividad física requiere mucho tiempo. Sólo se recomiendan 30 minutos al día para mantener la salud y pueden integrarse en su vida habitual. 
     -La actividad física es para los jóvenes, los mayores no deben preocuparse de esas cosas. Los estilos de vida activos proporcionan a los mayores muchas oportunidades que las personas sedentarias no tienen. 
     -La actividad física sólo es necesaria en los países industrializados, los que están en vías de desarrollo tienen otros problemas. Los estilos de vida sedentarios intensifican las causas de mortalidad y duplican el riesgo de enfermedades en todos los países. 

2. Beneficios para la salud mediante la actividad física femenina. 

La sociedad actual ha asumido que la actividad física regular y los buenos hábitos alimenticios, mejoran la salud de la mujer y contribuyen a prevenir algunas de las enfermedades que son origen de las principales causas de muerte y discapacidad que les afectan. La actividad física y la buena dieta, según los últimos estudios, pueden prevenir más de la mitad de los casos de diabetes no insulinodependiente, puede también contribuir a prevenir y controlar, en gran medida, la osteoporosis, sobre todo después de la menopausia, cuando las mujeres presentan un mayor riesgo. Además, la actividad física reduce el estrés, la ansiedad, la depresión y el sentimiento de soledad, situaciones difíciles que hay que evitar, sabiendo que el índice de depresión femenina, duplica a la masculina en todo el mundo. Otro beneficio, consiste en desarrollar la autoestima y la confianza en sí misma, y favorecer el bienestar psicológico y la integración social. 

DESARROLLO

3. Actividad física en el climaterio. 

Para Arrazola Saniger, M. (2002, 211-229), la sociedad actual, dominada todavía por demasiados valores masculinos y que admira e imita continuamente a la juventud, no trata demasiado bien a la mujer cuando se hace mayor. Esa sociedad que tradicionalmente ha valorado a la mujer por su belleza, juventud y papel maternal, trata a la mujer a partir de la etapa que comienza con la menopausia, como una persona no útil, provocándole miedo e inseguridad que se convertirán en los principales factores de que la fase de la madurez femenina se asocie a innumerables trastornos físicos y psíquicos. En la actualidad, más del 90% de las mujeres llegan a los 50 años y la vida media se estima en 80 años con tendencia a aumentar, por tanto, una mujer que alcanza la menopausia tiene todavía por delante una larga vida, son personas sanas y llenas de proyectos. 

La mayoría de las tareas domésticas se han aligerado gracias a la mecanización, muchas tienen una profesión y trabajan regularmente en puestos de responsabilidad. La situación de la mujer ha mejorado notablemente en relación con sus antepasadas, a veces tiene tiempo para dedicarlo a ella misma y es ahí, donde la actividad física debe ocupar un lugar destacado. 

   3.1. Diferencias entre el climaterio y la menopausia 
-La menopausia, es la situación fisiológica desencadenada por el fallo de la función ovárica o menstruación. Consiste en la falta de secreción de estrógenos y en la ausencia de ovulación regular por parte del ovario. Se produce de manera natural, debido a un proceso de envejecimiento de la mujer, y la etapa en que aparece abarca de los 45 a 55 años aproximadamente, viene precedida de la premenopausia que comienza alrededor de los 40 años y seguida de la postmenopausia que abarca de los 50 o 55 años en adelante. 

Dicha situación se presenta acompañada de diversas modificaciones orgánicas y psicológicas que en conjunto, constituyen lo que se conoce como climaterio. Como consecuencia, la menopausia no es sólo la ausencia de menstruación, es un proceso que durará muchos años y en la mayoría de las mujeres representará un tercio de su vida, durante los cuales sufrirá sus consecuencias, esto es una buena razón para implementar un estilo de vida saludable antes, durante y después de iniciado dicho periodo. 

 -Ser posmenopáusica y con falta de ejercicio físico son factores de riesgo para desarrollar las siguientes enfermedades: cardiovasculares, osteoporosis, pérdida de dientes, cáncer de colón, problemas de visión y enfermedad de Alzheimer. 
 -Aunque la menopausia no es una enfermedad, desde el momento que se produce, la salud de la mujer se vuelve más vulnerable, siendo una de sus consecuencias más importantes en relación con la actividad física la aceleración en los cambios osteoporóticos en los huesos que se producen debido a que la reabsorción del hueso es mayor que la formación por lo que la densidad ósea disminuye. 
-Algunas mujeres deben usar lágrimas artificiales por exceso de sequedad de las mucosas oculares. La falta de concentración y disminución de la memoria se hacen presentes, y la amenaza de la osteoporosis y de la enfermedad cardiovascular, son una realidad. Acostumbrarse a vivir bajo estas condiciones, está enfrentado con la definición de salud de la OMS cuando dice: “Salud es el completo estado de bienestar mental, físico y social”. Quienes estamos comprometidos con la educación en general, con la educación de la mujer y con la EF, contemplamos aspectos de salud inseparables del bienestar social. 

 RESULTADOS: 

  3.2. Síntomas menopáusicos principales que se pueden reducir con actividad física. 

-Trastornos vasomotores. 
-Depresión, angustia, insomnio e irritabilidad. 
-Sistema cardiovascular: arteriosclerosis, infarto, hipertensión arterial. 
-Sistema esquelético: dolores óseos, osteosporosis, artrosis. 
-Aparición de arrugas en la piel, flacidez muscular y aumento de peso. Muchos estudios han determinado que la posibilidad de realizar actividades como caminar, recoger objetos, subir escaleras y cualquier movimiento necesario en la vida cotidiana, se mantendrá por más tiempo si se realiza ejercicio físico de forma regular. Asimismo, factores de riesgo como el sobrepeso, la hipertensión arterial, el colesterol alto en sangre y el sedentarismo, incrementan las posibilidades de sufrir un accidente cardiovascular, que disminuyen notablemente con la práctica de actividad física. 

3.3. Medidas preventivas mediante la actividad física 

- Disminuir el consumo de tabaco y alcohol. La realización de actividad física conlleva asumir una vida sana en la que el tabaco y el alcohol no tienen cabida. El consumo del tabaco y el alcohol evitan la absorción del calcio por el organismo. La reducción de su consumo se producirá de manera voluntaria, tras las explicaciones de los riesgos que conlleva su uso que realizará el profesorado que se encargue de dirigir la actividad física. 
- Cuidar la nutrición. El estado nutricional en la menopausia es fundamental para superar los cambios físicos y psicológicos que se producen. La dieta juega un papel determinante en la prevención de enfermedades degenerativas y crónicas como la osteoporosis, enfermedades cardiovasculares y la hipertensión arterial, entre otras. Teniendo en cuenta que la menopausia es un proceso normal para el que se sugiere estar preparada, en cuestiones alimenticias se recomienda una dieta rica en calcio y vitamina D, suprimir las grasas y aumentar el consumo de fibra y agua. Estas medidas favorecerán la práctica de actividad física ya que la persona se sentirá más fuerte y ágil que con otro tipo de alimentación. 
- Controlar el peso. Las hormonas sexuales regulan la composición corporal, la distribución del tejido adiposo y la producción de tejido muscular/masa. En las mujeres la menopausia favorece el cambio de la composición corporal, cambia el metabolismo de los lípidos y lipoproteínas y se produce un aumento en el índice de la masa corporal y grasa total. 
-La obesidad, convertida en un problema social en gran parte del mundo, es la causa de considerable cantidad de muertes y tiene un impacto negativo sobre la calidad de vida. 
-La importancia del ejercicio regular radica en que las mujeres físicamente activas tienen un 50% menos riesgo de enfermedades cardiovasculares comparadas con las mujeres sedentarias. 
 -Disminuir los sofocos. El 75% de las mujeres experimentan crisis de rubor o enrojecimiento. Del mismo modo se presentan oleadas de calor con incremento real de la temperatura corporal, hasta en medio grado centígrado. Dichos episodios suelen ocurrir acompañados de la sensación de presión en la cabeza, palpitaciones y aceleración del pulso. 

Los síntomas pueden persistir hasta cinco años en la mitad de las mujeres que llegan a la menopausia. Hacer ejercicio ayuda a disminuir estas sensaciones. En las mujeres menopáusicas que realizan ejercicio con regularidad, los síntomas vasomotores de los sofocos son menos frecuentes y de menor intensidad que en las sedentarias (Ivarsson, T., Spetz, AC. y Hammar, M., 1998). 

De entre las mujeres encuestadas que realizaban ejercicio físico habitualmente (2 horas a la semana), sólo se detectó un 5% que padecieran sofocos al entrar en la menopausia. 
 -Combatir el sedentarismo. La inactividad física se asocia con un incremento del riesgo en desarrollar cardiopatía isquémica. La inactividad física tiene una alta prevalencia en los países industrializados, concretamente en USA, el 62% de las mujeres no practican ejercicio físico. Dicha inactividad se incrementa a partir de la menopausia. La inactividad física tiene efectos negativos sobre la presión arterial. Practicar algún tipo de actividad aunque sea moderada, reduce significativamente el riesgo de enfermedad coronaria, se aconseja realizar 20 a 30 minutos diarios, durante tres o cinco días a la semana. 
-Promover el bienestar psicológico. Una de las causas que las mujeres menopáusicas explican padecer, son los cambios en el afecto, depresión, ansiedad o irritabilidad. A veces las alteraciones se deben directamente a la reducción en la producción de estrógenos y otras se relacionan con las crisis de rubor y las oleadas de calor. 
-Prevención de enfermedades cardiovasculares. Los sistemas cardiovascular y esquelético son los que sufren más serias alteraciones que involucran a otros sistemas a medida que avanza la edad. Si durante la edad reproductiva la mujer ha estado protegida de los niveles altos de colesterol, debido a la acción de los estrógenos, después de la menopausia el nivel de grasas en sangre aumenta. 

Con respecto al sistema cardiovascular se produce una alteración en la concentración del colesterol y triglicéridos que conllevan mayor incidencia de accidentes vasculares y de hipertensión arterial. La falta de ejercicio físico aumenta todos estos riesgos. El ejercicio moderado y regular es de gran importancia para reducir el riesgo cardiovascular de la mujer climatérica, dado que hace descender la concentración de colesterol total con aumento del colesterol bueno (HDL). 

4.1. Algunas nuevas técnicas de actividad física recomendadas 

1. Stretching: Estiramientos realizados con profesor especialista. Apto para todo el mundo. 
2. GAP: Siglas de Glúteos-Abdominales-Piernas. Tonificación y mejora de esas tres zonas corporales, objetivo reafirmar la parte inferior del cuerpo, intensidad media 
3. Bioenergía: Técnica japonesa, combina ejercicios suaves con el ritmo de la respiración y la relajación. Dirigido a personas con estrés intensidad baja. 
4. Pilates: Técnica desarrollada en la década de los treinta del pasado siglo XX por el alemán Alexander Pilates, combina estiramientos y tonificación intensidad media, pero adaptable a menor esfuerzo, reafirmar, tonificar, alargar la silueta y mejorar la postura. También está indicado para rehabilitaciones. 
5. Yoga: Técnica milenaria de origen hindú que combina ejercicios de estiramientos con control de la respiración, meditación y relajación. Apto para todo el mundo y según el tipo de yoga, tiene como beneficios el aumento de la elasticidad muscular, control de los movimientos y corrección postural, además de mejorar la actividad cerebral. 
6. Bailes de salón: es de intensidad moderada, sus beneficios son una excelente actividad cardiovascular, mejora la coordinación, los reflejos y las relaciones afectivas. 
7. Aeróbic: Técnica gimnástica acompañada de música, muy demandado por las mujeres, ayuda a mejorar física y psíquicamente. 
8. Aquaeróbic: Actividad que se realiza con profesor especialista y en una piscina. Aunque lo puede practicar cualquiera, se recomienda especialmente para personas con sobrepeso, embarazadas y lesionadas. De intensidad media a alta. Otra variedad es el Aquagym. 
9. Personal trainer: Entrenador personal del que existen dos modalidades, en el gimnasio o en el domicilio particular. Tiene como beneficios que el programa es más preciso y exacto sin riesgo de una mala realización de los ejercicios. Se realiza una actividad con una intensidad media. 

 Otras actividades que mejoran la salud Su costo a veces es elevado. Termalismo: Tratamientos en estaciones termales, debido a sus propiedades físico-químicas, ejercen su acción directamente sobre los tejidos, prevención y mantenimiento de la salud en general. 
1. Talasoterapia: mar y curación, los centros dedicados a esta actividad están instalados en la costa y se caracterizan por la uso simultáneo del aire, agua del mar y otros elementos como arenas, lodos, limos y algas. 
2. Hidroterapias: Técnicas basadas en el uso del agua, tales como la ducha escocesa (grandes chorros de agua que tonifican la musculatura), ducha circular (agua proyectada desde múltiples orificios en barras semicirculares superpuestas que rodean al usuario), ducha filiforme (finísima salida de agua proyectada a gran presión), ducha o masaje “vichy” (masaje general practicado bajo ducha que se recibe acostado en una camilla), hidromasaje (masajes subacuáticos que actúan como descontracturante o circulatorio. 
3. Hidroterapia con dióxido de carbono: baños con mezcla de agua termal y agua rica en dióxido de carbono que produce respuestas en el organismo, especialmente de tipo circulatorio, existiendo una vasodilatación periférica reactiva que aumenta la llegada de la sangre a la piel y da lugar a un enrojecimiento cutáneo que demuestra la buena respuesta vascular que se ha producido, algoterapia – fangoterapia: tratamientos a base de lodos y algas, parafangos: tratamiento a base de fangos de origen volcánico mezclados con parafina, y pediluvio-maniluvio baños dirigidos a los pies y piernas y manos y brazos, respectivamente, lo que provoca una mayor circulación sanguínea. 
4. Terapias manuales: Masoterapia o masaje manual. Drenaje linfático manual o manipulaciones suaves y lentas destinadas a ayudar al movimiento del líquido linfático que puede estar acumulado en diversas zonas. Shiatsu, técnica oriental que consiste en presionar puntos a lo largo de los meridianos que son la fuente de energía que circula a través de todo el cuerpo. Terapias de relajación, para eliminar las tensiones producidas por el estrés. Técnica respiratoria que ayuda a instaurar una respiración diafragmática y profunda. Reflexología podal, técnica manual con la que presionando los puntos reflejos en el pie, actúa sobre todo el organismo. 

CONCLUSIONES 

-La forma física es el resultado de un conjunto de parámetros que condicionan la calidad de vida de una persona. Estar en forma es una buena aleación de eficiencia física e intelectual, unida a un buen estado de salud general. 
-El ejercicio físico regular y moderado es fundamental, cualquiera que sea la edad de la persona. Una persona deportista de 60 años consigue mejorar los efectos del envejecimiento y los beneficios son mayores. -Con respecto a la mujer climatérica, el ejercicio aeróbico moderado (caminata, trote suave, bicicleta 
–estática o no- y la danza), se constituye en una opción útil en la prevención de afecciones cardiovasculares durante su etapa postmenopáusica. Asimismo, la actividad de carga de peso liviano, en la que la contracción muscular actúa de potente palanca mecánica sobre el hueso, se constituye en el ejercicio ideal para el mantenimiento o incremento de la masa ósea en las diferentes zonas comprometidas, por tanto ayuda a frenar la osteoporosis. 
-Durante la menopausia y en los años posteriores, el ejercicio favorece el mantenimiento de la masa ósea y reduce el riesgo de fracturas en la osteoporosis. 

Las personas que se mantienen activas tienen en general menos riesgo de padecer enfermedades degenerativas, especialmente enfermedad cardiovascular, hipertensión, infarto cerebral, osteoporosis y diabetes tipo II. 
-Para la realización de actividad física hay que contar siempre con especialistas titulados (diplomados y licenciados), puesto que, aunque su dirección es muy importante en edades tempranas, a medida que la persona envejece necesita un tratamiento más especializado y bien fundamentado que sólo puede dar el especialista. 
-La actividad física se puede realizar en cualquier sitio y puede resultar barata. Si se tiene dificultades para salir de casa, se puede realizar actividad física en ella, utilizando bicicleta estática o tapiz rodante, bailando o ejecutando tablas gimnásticas adecuadas a cada persona.

 PÁGINAS WEB Y REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS www.activeaustraia.org * www.adolfobenitez.com * www.delamujer.com * www.estarenforma.com * www.google.com * www.gymhome.com * www.holmesplace.com * www.mecd.es: Bases de datos de tesis doctorales (TSEO). www.sahayoga.es * www.siicsalud.com * www.tuotromedico.com * www.viatusalud.com * www.women.com * www.WomenSportsFuoundation.org Arrazola Saniger, M. (2002) Menopausia: una etapa fundamental para la mujer adulta, en Bel Bravo, M.A. (editora), Etnia y Género. La cultura occidental en los últimos tres siglos, Jaén, Servicio de publicaciones de la Universidad, 211-229. Astrand, P.O. (1992) Fisiología del trabajo físico, Buenos Aires, Panamericana, 369-374. Ayuso Cañas, F. y Varela, J. (2002) Edad sin fronteras. II Asamblea de la ONU sobre el envejecimiento, en Revista MUFACE, nº 186, 22-26. Botella Llusiá, J. (1990) La edad crítica. Climaterio y menopausia, Barcelona, Salvat. Cervera, D. (2002) Suplemento El Semanal de Diario Ideal de 21 de abril, 78-80. Cortés Reyes, E. (1994) El ejercicio físico en la menopausia, en Revista del Colegio de Obstetricia y Ginecología, 45 (4). Chilibeck, P.D., Sale, D.G. and Webber, C.E. (1995) Exercise and bone mineral density, en Sports Medical, 19 (2), 103-122. Fernández García, E. (1995) Actividad Física y Género: Representaciones diferenciadas en el futuro profesorado de Educación Primaria. Tesis doctoral inédita, Departamento de Didáctica, Organización Escolar y Didácticas Especiales, UNED, Madrid. García Ferrando, M. (1986) Hábitos deportivos de los españoles, Instituto de Ciencias de la Educación Física y el Deporte (ICEF y D.) - CSD, Madrid. Ivarsson, T., Spetz, AC. y Amar, M. (1998) Beneficios del ejercicio en la menopausia, en Maturitas, 29, 139-146, Ref. 43, Linköping (Suecia). Houtkooper, L. (2002) Nutrición y ejercicio después de los 30, en VIII Curso de Ciencias del Ejercicio GSSI, Caracas. Layne, J.E. and Nelson, M.E. (1999) The effects of progressive resistence training on bone density: a review, en Medical Sciences Sports Exercise, 31 (1), 25-30. Lewis, R.D. and Modlesky, C.M. (1998) Nutrition, physical activity, and bone health in women, en International Journal Sports Medical, 8, 250-284. Suárez Agustín, E. y Basanta Ortega, A. (2002) Unidad de Menopausia, en Educación médica continua, Unidad de la Mujer de la clínica Ruber Internacional. Zagalaz Sánchez, M.L. (2002) La Sección Femenina, en Revista Apuntes de Educación Física, nº 70.

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