LAS DIETAS SEVERAS SÍ RALENTIZAN EL METABOLISMO BASAL

Inmersos de lleno en la Operación Bikini con todas las salvajadas que ello conlleva año tras año vemos, entre otras cosas, como se intentan hacer dietas con una restricción calórica descomunal. Aunque hasta cierto punto es comprensible que los clientes deseen obtener un resultado visual rápido, de hace un tiempo a esta parte venimos recomendado que la restricción calórica sea moderada, más bien basándonos en el cambio de la “calidad” de los alimentos, desechando productos basura: Productos procesados, bollería, dulces y demás y rechazamos las dietas extremas alegando, entre otras cosas, que van a ralentizar el metabolismo basal, haciendo así que baje el consumo calórico diario como adaptación del organismo (por una mera razón de supervivencia) y siendo más difícil así conseguir nuestro objetivo a largo plazo. 

Pero bien, ¿Qué hay de evidenciado en eso? 

La siguiente recopilación precisamente analiza este hecho. El estudio/revisión Metabolic adaptaton to weight loss: implicatons for the athlete, by Trexler, Smith-Ryan, and Norton, in Journal of the Internatonal Society of Sports Nutriton, 2014 Respuesta endocrina frente a un déficit energético. Pues efectivamente, especialmente con personas de bajo nivel de % de MG (atención aquí a deportistas y competidores tipo Artes Marciales o Fitness), parece ser que la restricción calórica genera un entorno hormonal negativo que hace ganar más peso en la vuelta a la dieta normal así como reducir las posibilidad de “retener” nuestro tejido magro. La explicación estaría en un descenso en esta situación de la leptina, insulina, testosterona y la hormona tiroides mientras que aumenta en este caso tanto el nivel de cortisol como el de grelina. Curiosamente, en deportistas de fuerza estas diferencias son menores, probablemente por dos motivos: Que los atletas miembros del estudio ciclen sin haber avisado previamente a los investigadores y, por otro lado, que el Entrenamiento de Fuerza sea poco menos que imprescindible en planes de eliminación de Materia Grasa. Adaptaciones metabólicas. 

Los investigadores observaron que, en fases de restricción de calorías el consumo de las mismas disminuye por efecto de termogenesis tanto durante la dieta como incluso los siguientes 12 meses a la misma. Por otro lado, también se observó un descenso del rendimiento de las mitocondrias durante el periodo de restricción de calorías. Limitaciones. Se citó la necesidad de conseguir más estudios científicos al respecto dado la falta de evidencia concreta sobre todos los efectos que se producen por la restricción calórica a corto y largo plazo. Aplicaciones prácticas durante las dietas. 

Se confirma así la idea de sustituir la idea de restricción calórica por la del cambio en la “calidad” de los alimentos, siendo el número de kcal. eliminadas a lo largo del día mínimas y, sobre todo, sustituidas por otros nutrientes. En estas situaciones, el entrenamiento con cargas ha pasado de evitado a imprescindible como herramienta para mantener la masa muscular y el metabolismo basal a raya. Aplicaciones prácticas post-dieta. El “efecto rebote” tiene total base científica. Por ello, se recomienda hacer un proceso de dieta escalonado, con ligeros aumentos en el número de calorías consumidas de forma paulatina y ajustando a la nueva realidad del cliente para mantener el peso necesario/deseado. En este caso, nos faltarían estudios científicos que analizasen estos incrementos recomendados.

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