sábado, 8 de marzo de 2014

¿COMER O NO HIDRATOS DE CARBONO PARA PERDER PESO?

Eliminar los hidratos de carbono de la alimentación, no consumirlos por la noche o consumirlos únicamente en las primeras horas del día; seguramente sean unas de las tendencias más comunes a seguir en la actualidad como estrategia para perder peso, o al menos, una de las creencias nutricionales más arraigadas entre la población para conseguir adelgazar. ¿Es una pauta recomendable? Los hidratos de carbono son fundamentales en la alimentación humana, siendo la principal fuente de energía del sistema nervioso. Si no incorporamos este nutriente a nuestra alimentación, el organismo utiliza otros compuestos como las proteínas para obtener energía, dando lugar a posibles alteraciones metabólicas. 

La EFSA (Asociación Europea de Seguridad Alimentaria), recomienda que la ingesta de hidratos de carbonos para la población general sea de entre un 45-60 % de las calorías totales de la dieta; siendo el aporte mayoritario a través de los hidratos de carbono complejos, presentes principalmente en cereales integrales, legumbres, verduras y hortalizas y, reduciendo el aporte derivado de los hidratos de carbono simples o azúcares procedentes de productos de panadería elaborados con harina de baja extracción, bollería, pastelería y bebidas azucaradas. Los hidratos de carbono complejos son ricos en fibra dietética, minerales y vitaminas; aumentan la saciedad y promueven la oxidación de grasa. Su consumo está relacionado con un menor IMC (índice de masa corporal), un control del peso corporal, así como con un menor riesgo de estreñimiento, cáncer de colon, enfermedad cardiovascular y diabetes tipo II, entre otras. 

POR LO TANTO, ¿CUÁL ES LA RAZÓN PARA NO INCORPORARLOS EN LA DIETA? 

No hay ninguna razón científica para eliminar los hidratos de carbono de la dieta con el fin de bajar peso. La cuestión principal es elegir bien el tipo de hidrato de carbono a consumir y las cantidades a lo largo del día, dando siempre prioridad al consumo de hidratos de carbono complejos. También es importante cocinarlos con técnicas culinarias bajas en grasa, evitando añadirles ingredientes con un alto porcentaje de grasa (nata, tomate frito, bacon, chorizo, bechamel, salsas de queso…). Una buena opción es tomarlos con verduras o en ensaladas. 

María González Neira Graduada en Nutrición Humana y Dietética Nutricionista en Centro Pronaf. Bibliografía: Fundación Española de la Nutrición (FEN). Libro Blanco de la Nutrición en España. Editorial FEN; 2013. Glenn A.Gaesser. (2007). Carbohydrate Quantity and Quality in relation to body mass index. Journal of the American Dietetic Associaton; 2007. Mataix J. Nutrición y Alimentación Humana. Madrid: Editorial Ergon; 2009. SEEDO. Recomendaciones nutricionales basadas en la evidencia para la prevención y el tratamiento del Sobrepeso y la Obesidad en adultos (Consenso SEEDO-FESNAD). Revista Española de Obesidad ; 2011; 10 (1). SEEDO. Nutrición y Obesidad. Revista Española de Obesidad . 2005; 2-20:20. http://elblogdecentropronaf.blogspot.com.es/

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