sábado, 1 de febrero de 2014

¿PISAS CON EL MEDIOPIÉ?

En los diversos foros, páginas webs, e incluso publicaciones escritas que versan sobre running, cuando se habla de biomecánica o de la pisada del corredor, usualmente se enumeran tres tipos: antepié, mediopié y retropié. Esta división es lógica hasta cierto punto, y por supuesto, comúnmente aceptada por la comunidad; nosotros mismos desde este humilde sitio hemos usado esta catalogación de la pisada cuando hemos hablado de zapatillas o cualquier otro tema relacionado con el running. 

El caso es que el otro día estando de visita por un foro de habla inglesa, me encontré un anónimo usuario que propuso la idea de que la denominación de pisar de mediopié no tenía sentido. Como en todo foro que se precie, el hilo siguió creciendo, y a medida que iba leyendo las diversas opiniones, más estaba de acuerdo con el concepto inicial: pisar de mediopié (entendido como tal) no existe, es físicamente imposible. Vayamos al grano. En principio, y ateniéndonos a lo que generalmente se entiende por pisada de mediopié, podríamos decir que es aquel pie que mientras corre, aterriza plano, o de manera paralela con la superficie. Pero si nos paramos a pensar un poco y nos fijamos en la anatomía de la extremidad, nos damos cuenta de que a no ser que el pie esté deformado, es imposible aterrizar con el mediopié, a menos que pisemos sobre una superficie curva, como una roca o similar. 

Nuestro pie está diseñado para ser apoyado, hablando de manera general, en dos puntos: los metatarsos y el talón, y la función de la parte media (arco plantar) no es la de apoyar ni la de recibir impactos, sino la de suavizarlos, flexibilizar el pie y estabilizar la extremidad; la prueba más clara es pisar una piedrecilla con él y comprobar lo poco agradable que es. zonas del mediopié Quizás alguna que otra vez, corriendo por superficies irregulares, y por supuesto, sin tener la intención previa de hacerlo, nuestro pie aterriza de mediopié, pero en ningún caso se podría afirmar que alguien tiene una pisada de este tipo de manera permanente. Tal vez el origen del término habría que buscarlo en aquellos corredores populares que usando zapatillas tradicionales con amortiguación y caída talón-puntera, aterrizan con los metatarsos, pero realmente, con semejante añadido de goma o espuma en la zapatilla, dicha empresa es imposible. 

Así, lo que creen es que apoyan todo el pie a la vez, plano, horizontal, de mediopié, pero lo que realmente ocurre es que en el interior de la zapatilla, la extremidad sigue cayendo con la parte delantera (metatarsos), mientras que la parte exterior del arco plantar intenta realizar la función de absorción del impacto. Evidentemente, todo el proceso que implica el impacto, reducción y absorción del mismo, pronación, y estabilización del cuerpo, se ve drásticamente mermado por el uso de zapatillas amortiguadas, ya que el pie no funciona de manera natural, y se entrega a las protecciones artificiales de la zapatilla en cuestión. Intentando ser un poco más comprensivo y técnico a la vez, vamos a analizar de manera coherente la expresión pisar de mediopié. Realmente, este término se aplica para las pisadas que simultáneamente aterrizan con el talón, la base del quinto metatarso y el margen exterior del pie. 

Y aunque desde hace muchos años se emplea en la literatura relacionada con el running y la biomecánica el término “flat-foot” (pie plano), no podemos aceptar que es una definición correcta para un tipo de pisada. El aterrizaje, o primer punto de impacto del pie siempre se produce en algún punto en concreto, y nunca puede hacerse con todo el pie a la vez. Incluso si contamos la opción antes descrita de la simultaneidad del quinto metatarso, el margen exterior del pie y el talón, no podemos admitir que se pisa con todo el pie, con el pie plano, o con el mediopié. Estaríamos perpetuando el error de denominación. Esta interesante cuestión, al margen de definiciones más o menos técnicas, nos deja algunas reflexiones: Correr, o mejor dicho, correr “correctamente” no es tan sencillo, y mucho menos si impedimos que nuestros pies funcionen de manera natural. 

Éste y otros temas relacionados con la pisada, la biomecánica y la anatomía, cobran importancia al surgir la más o menos reciente opción de evitar pisar con el talón (otra consecuencia más de la llegada del barefoot/minimalismo). Pese a no haberse extendido y seguir siendo un movimiento minoritario, el barefoot/minimalismo ha servido para que muchos profesionales del running y la medicina deportiva se cuestionen términos y conceptos aceptados desde hace décadas. Qué sencillo de entender, e incluso de practicar, resulta todo este tema cuando se corre descalzo/minimalista. Qué bien responde el cuerpo cuando se le escucha, se le cuida y se le hace caso. 

http://www.correrdescalzos.es/mediopie/ POSTEADO POR LA GAZZA LADRA

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