La cagamos cuando la evidencia científica se puso de
moda (remember post)
por Eduard
Baladia | publicado en: Evidencias, Metodología | 0
NOTA INFORMATIVA: Hoy recuperamos un
post antiguo para ayudarnos a volver a nuestra (mini)costumbre bloguera que
esperamos no perder. El post es tan antiguo que se publicó en un blog
provisional llamado "Evidencia en Nutrición" que se creó un año antes
de que naciera de forma oficial la Red de Nutrición Basada en la Evidencia (en
2016). Digamos que "Evidencia en Nutrición" fue la antesala de la
actual Red-NuBE. Hemos hecho algunas modificaciones de redacción, esperamos que
lo disfruten.
No nos engañemos, la evidencia científica está de moda.
¡Pero mucho! Si bien hace una década la
información relacionada con la metodología basada en la evidencia era escasa y
difícil de encontrar, hoy parece ser que todo el mundo sabe muchísimo sobre el
tema. Sin embargo, a medida que uno se adentra en el mundo de los sumarios de
evidencia científica, descubre que existen muchos aspectos de su metodología
que apenas se conocen y que se malinterpretan o se simplifican demasiado a la
ligera. Existen varios puntos que deben ser aclarados para poder entender qué es y qué no es la metodología basada
en la evidencia y, en consecuencia, qué nos puede llegar a decir.
Una traducción al español muy desafortunada
La nutrición basada en la evidencia es la adaptación de la llamada, en 1991, medicina basada en la evidencia.
Pese a que se ha popularizado el uso del término medicina basada en la evidencia como traducción de evidence-based medicine, dicha traducción no está libre de crítica y de
posibilidad de mala interpretación. Según la Real Academia Española
(RAE), evidencia se
define como la “certeza clara y manifiesta de la que no se puede dudar”, y eso
en ciencia no sólo es muy molesto, sino que resulta bastante conflictivo con el
principio de refutabilidad. Es
por dicha razón que algunos autores prefieren referirse a ella como “medicina basada en pruebas imparciales” (en
estudios), sin lugar a dudas una traducción
mucho más acertada, pero por desgracia muy poco usada. De hecho, esta
traducción resulta tan poco usada que los que escriben estas líneas han
preferido usar los términos menos adecuados (o directamente inadecuados) para
obtener un mejor posicionamiento del proyecto en los buscadores de la red (ya
sabéis, efectos secundarios de las modas).
En consecuencia, debe quedar claro que
la nutrición basada en pruebas imparciales (evidencias), en consonancia con la
definición proporcionada por el Medical Subject
Headings (MeSH) y por la International Confederation of Dietetic Association (ICDA) Evidence-based
Practice Working Group, hace referencia a la intención de obtener el conocimiento
actual de forma más objetiva y reproducible,
con el objetivo de proporcionar una atención nutricional que se guíe por una
integración juiciosa de los mejores conocimientos científicos disponibles. Este
enfoque presupone que:
- las recomendaciones basadas en pruebas
imparciales (evidencias), no permanecen inalterables por los
tiempos de los tiempos;
- las recomendaciones se establecen en base al universo de pruebas imparciales
(estudios) que existen hasta la fecha, pudiendo
ser modificables a medida que se publiquen nuevas y mejores
investigaciones;
- la
ausencia de pruebas imparciales (evidencias) debe distinguirse bien de la ausencia de eficacia, debiéndose indicar claramente que no existen pruebas suficientes a
favor o en contra de la aplicación de dicha recomendación. En este punto
deben buscarse nuevas opciones terapéuticas que hayan sido adecuadamente
probadas. En caso de no hallarse “alternativas”, el sistema tradicional de
obtención de recomendaciones por consenso formal de opiniones de expertos
podrá ser tenida en consideración cuando:
- se distinga bien del resto de recomendaciones,
- los mecanismos de acción que hacen plausible el
efecto esperado estén generalmente aceptados por la ciencia,
- se interpreten dicha recomendación con mucha
cautela y se apliquen teniendo en cuenta una relación riesgo-beneficio
incierta y el principio de precaución,
- se inicie un proceso de establecimiento de
alertas de recuperación de nuevos artículos que puedan aportar pruebas al
respecto (ya sean a favor o en contra).
- cualquier tratamiento implica un riesgo y evaluar
la pruebas imparciales (los estudios, las evidencias) nos hace conocedores
de los principales efectos adversos que puede tener la terapia. La aplicación de terapias no eficaces tiene
efectos secundarios que afectan la calidad de vida del paciente, la carga
de enfermedad del mismoy en
consecuencia tiene impacto en el gasto sanitario.
Las recomendaciones basadas en pruebas imparciales
(evidencias) son el fruto de un proceso complejo y no de la inclusión de una
cita al final de una recomendación.
¡Vamos a ir al grano! Si uno quiere
encontrar una cita o un conjunto de citas que justifiquen sus teorías o
hipótesis, sin lugar a dudas las encontrarán. No pierda el tiempo ni dinero, en
la base de datos de PubMed/Medline (de
acceso gratuito) se han indexado más de 24 millones de citas, seguro que alguna
le servirá. Sin embargo, citar un artículo o un conjunto de cien artículos al
final de una recomendación, no la convierte necesariamente en una recomendación
basada en la evidencia. Muy
a menudo se confunde la nutrición basada en citas (seleccionadas) con la
nutrición basada en pruebas imparciales (evidencias).
En el excepcional libro de divulgación
científica “Cómo se prueban los
tratamientos: una mejor investigación para una mejor atención de salud”
(editado con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud y escrito por
Imogen Evans, Hazel Thornton, Iain Chalmers y Paul Glasziou, con prólogo de Ben
Goldacre; ¡vamos un lujo de publicación totalmente gratuita!) se explica de
forma magistral y llana por
qué un estudio o la incluso de un conjunto de estudios no puede “casi nunca”
ser suficiente para contestar a
una pregunta, sino que se debe evaluar toda la evidencia científica pertinente
y fiable (capítulo 8, se lo recomendamos).
Como ya habíamos comunicado en un post anterior,
la Nutrición Basada en la Evidencia se puede resumir en 5 fases. Bajo la apariencia de sencillez de estas
5 fases, en cada una de ellas existe una cantidad de tareas importante que deben tenerse en cuenta para evitar, en la
medida de lo posible, la introducción de sesgos durante la elaboración de un
sumario de evidencia.
¿Aún cree que toda la
gente de la que alguna vez ha dicho la frase “La evidencia científica dice…”
sabía de lo que estaba hablando y realmente había seguido las 5 fases?
Sabemos perfectamente
que este no es un blog de masas, pero si lo has encontrado instructivo y útil,
te agradeceremos que lo compartas con cualquier persona que creas pudiera estar
interesada.
(fecha de publicación
del post original: 3 de febrero de 2015)
http://www.rednube.net/la-cagamos-cuando-la-evidencia-cientifica-se-puso-de-moda/#
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor, se respetuoso.
Gracias