Muchos hemos tenido que sufrir y buscar soluciones para adormecimientros de las manos o de las partes genitales, pero no es tan habitual encontrar adormecimientos en los pies. Y sin embargo también ocurren.
Cuando suceden este tipo de problemas podemos pensar en tres causas:
unas zapatillas inadecuadas, unas calas mal colocadas o una metatarsalgia.
En cuanto a las zapatillas, debemos vigilar principalmente el ancho de las mismas, ya que un posible origen del problema es un exceso de presión. Es necesario comprobar que la zapatilla no ejerce ningún tipo de presión cuando estamos pedaleando. Como es lógico, apretar mucho las zapatillas no ayuda en absoluto…
Si estamos seguros de que la horma de la zapatilla es suficientemente ancha, lo siguiente es verificar que la cala está correctamente situada.
Contrariamente a lo que mucha gente cree, cuando la cala está bien colocada la cabeza del primer metatarsiano (más conocido como juanete) no debe situarse justo encima del eje del pedal. Debe situarse entre 7 y 10 mm por delante del mismo cuando colocamos la biela y el pie en posición horizontal. Una cala muy adelantada puede generar estos problemas.
Además de estas medidas, unas plantillas que proporcionen un buen apoyo del arco plantar también pueden contribuir a reducir la sensación de adormecimiento.
Si después de todo esto persisten las molestias lo más adecuado es acudir a un podólogo deportivo que, a ser posible, tenga experiencia en ciclismo. Él es el profesional que debe diagnosticar y solucionar el problema, probablemente fabricando algún tipo de plantilla que corrija el apoyo del pie
http://www.xrcbike.com/blog/tienda-bicicletas-online/por-que-se-nos-duermen-los-pies-al-pedalear-
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