Aunque creamos que vamos a engordar menos si en lugar de azúcar utilizamos edulcorante, lo cierto es que puede atrofiarnos el gusto y afectar nuestra percepción de los sabores.
“Comer sano es más caro y nos lleva más tiempo”, “no hay suficiente comida para todos, por eso se usan fertilizantes y químicos” o “el edulcorante es mejor que el azúcar blanco” son algunos de los mitos y falsas creencias de la industria alimentaria que oímos, decimos y leemos a diario.
En este artículo te contaremos qué de verdad o de mentira hay en estas afirmaciones. ¿La industria alimentaria realmente nos “alimenta”? Las grandes empresas dedicadas a producir comida nos hacen creer que sin su intervención sería imposible darle de comer a todo el mundo y que gracias a ellos nos salvaremos del hambre a nivel global. Sin embargo, esto no es verdad. ¿Por qué? Primero, porque hay millones de personas que no consumen ni siquiera un plato de comida al día y, en segundo lugar, porque las técnicas agrícolas actuales están dañando los campos, la tierra y, en definitiva, el medio ambiente. Como consumidores nos sentimos un poco “atrapados” por los productos que venden en los mercados porque no contamos con la información necesaria para cambiar nuestra manera de alimentarnos. Además, solemos basarnos en mitos o falsas creencias que giran en torno a la comida y por ello elegimos incorrectamente.
Industria-alimentaria
Los preconceptos se construyen a partir de datos cuya intención es malinformar y crear confusión. Es necesario entonces comprender el contexto de la situación y analizar más allá de los titulares de los periódicos. Mitos en relación a la industria alimentaria Te contamos cuáles son los más populares mitos relacionados con la producción y el consumo de comida.
1. El edulcorante es mejor que el azúcar
Como puntapié inicial, comenzaremos con los edulcorantes. Las personas que quieren adelgazar han demonizado al azúcar blanco y optado por ponerle a sus infusiones, postres o bebidas el tan popular líquido transparente. Además, también eligen productos que lo contengan (refrescos, sobre todo). Sin embargo, los edulcorantes artificiales no son tan buenos como nos hacen creer. Contienen muchos ingredientes “non sanctos” como el aspartamo, el eritrol y la sucralosa. Si bien es verdad que tienen menos calorías que el azúcar, no son buenos para la salud. No obstante, las investigaciones aún son un poco recientes como para indicar a rajatabla que causan cáncer u otras enfermedades. No olvides leer: Usa también los edulcorantes naturales pan de mono Igualmente sería bueno aclarar que pueden ser dañinos para el paladar y la captación de los sabores en la boca, además de que cada vez se necesita añadir más cantidad de endulzante para sentir que el té o el café está dulce. Cuando la persona desee dejar el edulcorante de lado pasarán varias semanas hasta que experimente otra vez el gusto de las comidas.
2. La comida del supermercado es más nutritiva que la “tradicional”
Por otro lado, debemos hablar de la supuesta calidad nutricional de los alimentos que compramos ya manufacturados. El mito indica que la comida industrial tiene igual o mayor cantidad de nutrientes que la tradicional al haber pasado por ciertos procesos o simplemente por ser “más moderna”. La mayoría de estos alimentos son modificados agregándoles vitaminas o minerales y por ello pensamos que son más sanos. Esto no es cierto. Aunque la publicidad nos indique lo contrario. huevos ami ross La razón por la cuál se “enriquecen” los alimentos con componentes artificiales es porque en el proceso de elaboración han perdido todos (o casi todos) sus nutrientes naturales. La calidad nutricional baja de los alimentos tiene una consecuencia perjudicial para los suelos porque agotan la tierra y erosionan los terrenos.
3. Los agroquímicos no causan enfermedades
La continuación de este mito es que los productos orgánicos son dañinos porque se cultivan usando tierra que contiene desechos como el estiércol. Si pensamos que se le echan heces justo encima de las verduras la idea no nos va a resultar demasiado atractiva. Sin embargo, hay que saber que una vez que han pasado unos días los desechos animales pierden las bacterias dañinas y son perfecto abono para los cultivos. Por otra parte, los agroquímicos, fertilizantes y todo aquello que se añade y esparce encima de las hortalizas está en tela de juicio desde hace mucho tiempo. No son pocos los casos de poblados rurales completos donde la mayoría de los habitantes tienen problemas de salud como asma, cáncer, malformaciones genéticas o muerte a temprana edad. salchicha. Los efectos en personas que no tienen contacto directo con esos productos son a largo plazo y por ello no se conocen demasiados casos o consecuencias. Se conocen, por ejemplo, consumidores con problemas de fertilidad, trastornos hormonales y menstruales y hasta gastritis crónica.
Las 5 mejores bebidas naturales para tratar la gastritis
Es verdad que no hay demasiadas investigaciones serias que puedan darnos la certeza de que esto sea así. Sin embargo, deberíamos ponernos a pensar por qué razón los trabajadores de las empresas alimenticias usan máscaras protectoras cuando fumigan o fertilizan los campos. Estos son solo algunos mitos sobre la industria alimentaria, pero hay muchos más. Deberíamos informarnos al respecto para poder cambiar nuestra manera de comer y de comprar ciertos productos. bebidas-energéticas
Por último, un consejo para el momento de ir al mercado: “Si una etiqueta tiene más de un componente que no conocemos, no podemos pronunciar o está acompañado de un puñado de letras y números, entonces mejor será elegir otra cosa”. ¿Por qué? Porque tiene componentes artificiales y producidos en una fábrica. Optar por una alimentación más sana no es más costoso ni más complicado. Solo es una cuestión de cambiar nuestro punto de vista y de analizar si consumir productos sin químicos no sería una excelente inversión para sentirnos saludables y enérgicos. REFERENCIAS: http://www.allpachaski.com/2015/10/7-mitos-de-la-produccion-alimentaria/
“Comer sano es más caro y nos lleva más tiempo”, “no hay suficiente comida para todos, por eso se usan fertilizantes y químicos” o “el edulcorante es mejor que el azúcar blanco” son algunos de los mitos y falsas creencias de la industria alimentaria que oímos, decimos y leemos a diario.
En este artículo te contaremos qué de verdad o de mentira hay en estas afirmaciones. ¿La industria alimentaria realmente nos “alimenta”? Las grandes empresas dedicadas a producir comida nos hacen creer que sin su intervención sería imposible darle de comer a todo el mundo y que gracias a ellos nos salvaremos del hambre a nivel global. Sin embargo, esto no es verdad. ¿Por qué? Primero, porque hay millones de personas que no consumen ni siquiera un plato de comida al día y, en segundo lugar, porque las técnicas agrícolas actuales están dañando los campos, la tierra y, en definitiva, el medio ambiente. Como consumidores nos sentimos un poco “atrapados” por los productos que venden en los mercados porque no contamos con la información necesaria para cambiar nuestra manera de alimentarnos. Además, solemos basarnos en mitos o falsas creencias que giran en torno a la comida y por ello elegimos incorrectamente.
Industria-alimentaria
Los preconceptos se construyen a partir de datos cuya intención es malinformar y crear confusión. Es necesario entonces comprender el contexto de la situación y analizar más allá de los titulares de los periódicos. Mitos en relación a la industria alimentaria Te contamos cuáles son los más populares mitos relacionados con la producción y el consumo de comida.
1. El edulcorante es mejor que el azúcar
Como puntapié inicial, comenzaremos con los edulcorantes. Las personas que quieren adelgazar han demonizado al azúcar blanco y optado por ponerle a sus infusiones, postres o bebidas el tan popular líquido transparente. Además, también eligen productos que lo contengan (refrescos, sobre todo). Sin embargo, los edulcorantes artificiales no son tan buenos como nos hacen creer. Contienen muchos ingredientes “non sanctos” como el aspartamo, el eritrol y la sucralosa. Si bien es verdad que tienen menos calorías que el azúcar, no son buenos para la salud. No obstante, las investigaciones aún son un poco recientes como para indicar a rajatabla que causan cáncer u otras enfermedades. No olvides leer: Usa también los edulcorantes naturales pan de mono Igualmente sería bueno aclarar que pueden ser dañinos para el paladar y la captación de los sabores en la boca, además de que cada vez se necesita añadir más cantidad de endulzante para sentir que el té o el café está dulce. Cuando la persona desee dejar el edulcorante de lado pasarán varias semanas hasta que experimente otra vez el gusto de las comidas.
2. La comida del supermercado es más nutritiva que la “tradicional”
Por otro lado, debemos hablar de la supuesta calidad nutricional de los alimentos que compramos ya manufacturados. El mito indica que la comida industrial tiene igual o mayor cantidad de nutrientes que la tradicional al haber pasado por ciertos procesos o simplemente por ser “más moderna”. La mayoría de estos alimentos son modificados agregándoles vitaminas o minerales y por ello pensamos que son más sanos. Esto no es cierto. Aunque la publicidad nos indique lo contrario. huevos ami ross La razón por la cuál se “enriquecen” los alimentos con componentes artificiales es porque en el proceso de elaboración han perdido todos (o casi todos) sus nutrientes naturales. La calidad nutricional baja de los alimentos tiene una consecuencia perjudicial para los suelos porque agotan la tierra y erosionan los terrenos.
3. Los agroquímicos no causan enfermedades
La continuación de este mito es que los productos orgánicos son dañinos porque se cultivan usando tierra que contiene desechos como el estiércol. Si pensamos que se le echan heces justo encima de las verduras la idea no nos va a resultar demasiado atractiva. Sin embargo, hay que saber que una vez que han pasado unos días los desechos animales pierden las bacterias dañinas y son perfecto abono para los cultivos. Por otra parte, los agroquímicos, fertilizantes y todo aquello que se añade y esparce encima de las hortalizas está en tela de juicio desde hace mucho tiempo. No son pocos los casos de poblados rurales completos donde la mayoría de los habitantes tienen problemas de salud como asma, cáncer, malformaciones genéticas o muerte a temprana edad. salchicha. Los efectos en personas que no tienen contacto directo con esos productos son a largo plazo y por ello no se conocen demasiados casos o consecuencias. Se conocen, por ejemplo, consumidores con problemas de fertilidad, trastornos hormonales y menstruales y hasta gastritis crónica.
Las 5 mejores bebidas naturales para tratar la gastritis
Es verdad que no hay demasiadas investigaciones serias que puedan darnos la certeza de que esto sea así. Sin embargo, deberíamos ponernos a pensar por qué razón los trabajadores de las empresas alimenticias usan máscaras protectoras cuando fumigan o fertilizan los campos. Estos son solo algunos mitos sobre la industria alimentaria, pero hay muchos más. Deberíamos informarnos al respecto para poder cambiar nuestra manera de comer y de comprar ciertos productos. bebidas-energéticas
Por último, un consejo para el momento de ir al mercado: “Si una etiqueta tiene más de un componente que no conocemos, no podemos pronunciar o está acompañado de un puñado de letras y números, entonces mejor será elegir otra cosa”. ¿Por qué? Porque tiene componentes artificiales y producidos en una fábrica. Optar por una alimentación más sana no es más costoso ni más complicado. Solo es una cuestión de cambiar nuestro punto de vista y de analizar si consumir productos sin químicos no sería una excelente inversión para sentirnos saludables y enérgicos. REFERENCIAS: http://www.allpachaski.com/2015/10/7-mitos-de-la-produccion-alimentaria/
http://mejorconsalud.com/falsas-creencias-la-industria-alimentaria/
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