jueves, 23 de julio de 2015

EL ÁCIDO FOSFATIDICO

Esta mañana he recibido un correo de un exalumno mío que me preguntaba sobre el ácido fosfatídico como suplemento muscular. Mi respuesta ha sido que comiera rábanos crudos y se dejara de cuentos y voy a explicar por qué le he dicho esto. Existe un señalizador muy interesante que es la proteína mTOR, que controla muchos pasos en la síntesis de las proteínas. 

Su funcionamiento, como el de todos los señalizadores, es complejo y diverso, pero implica dos temas candentes en la actualidad, el cáncer y el tejido muscular. En el organismo sano, mTOR es un sensor molecular que ayuda a las células a responder a los ambientes favorables o desfavorables. En el primer caso, abriendo la vía a la síntesis proteica y en las situaciones de escasez, cerrando esas vías para conservar mejor la energía. Sin embargo, en el cáncer se pierde ese equilibrio y mTOR activa las células tumorales provocando más crecimiento tumoral y la aparición de metástasis. Pues bien, en el caso de promover la síntesis proteica, el interés de los deportistas que buscan hipertrofiar sus músculos, en esta vía, se hizo evidente. 

¿Qué estimula esta vía de señalizadores? Pues diversas acciones que no vamos a relatar para no complicar a los lectores no especializados. Pero hay una, en particular, que parece preparada para el consumo de alimentos y suplementos, porque es la vía de la estimulación nutricional. Efectivamente, el consumo de proteínas activa mTOR por sí solas. Ahora bien, resulta que algunas proteínas son más efectivas que otras, por ejemplo, las del huevo lo hacen mejor que las de la soja. ¿Por qué? Pues porque depende de su contenido en un aminoácido ramificado, la leucina. 

Resulta que con muy poca leucina se puede disparar esa vía sin necesidad de ingerir dosis altas de proteínas. Pero aún hay más, a partir de esos conocimientos, se han ido abriendo los compuestos que actúan vía mTOR, de modo que inicialmente se sumó el HMB (hidroxi-metil-butirato) y después el ácido fosfatídico. El HMB actúa regulando a la baja el señalizador Akt y la posterior fosforilación p70S6K independientemente de la leucina. El ácido fosfatídico actúa de forma menos clara, aunque parece que activa mTORC1 a través de una quinasa (PI3K) aumentando la IGF-1 y sobreexpresando la relación PKB/Akt, resultando hipertrofia muscular. 

 Aunque no se puede evitar poner estos señalizadores de nombres complejos y poco intuitivos, lo importante a resaltar de todo ello es que existen suplementaciones que, añadidas al entrenamiento, pueden ayudar a producir mayor adaptación muscular. Y dicho todo esto; ¿Qué suplemento es el adecuado? Evidentemente, la industria está permanentemente atenta a todos estos resultados de investigaciones e inmediatamente salieron al mercado productos con leucina, con HMB y con ácido fosfatídico.

En cuanto a la leucina, pronto se observó que era preferible añadir isoleucina y valina en proporciones 2:1:1 a 4:1:1 para potenciar el efecto de la leucina sola (es el argumento de los suplementos de aminoácidos ramificados). Con respecto al HMB, existe suficiente literatura especializada para justificar su inclusión en la suplementación como un buen agente anticatabólico. Pero el ácido fosfatídico tiene que demostrar que su uso es suficientemente efectivo (como siempre, basándonos en su seguridad y en la relación coste/beneficio). La literatura cercana a las industrias que venden suplementos (generalmente nutricionistas dedicados a la nutrición deportiva con poca experiencia y muy buena voluntad), rápidamente acude a las citas en revistas científicas y exponen argumentos bioquímicos intachables, pero…. Este es un caso típico que explico en clase a los alumnos. 

Cuando uno lee con detenimiento los artículos (no muchos) en los que se cita al ácido fosfatídico como favorecedor de la hipertrofia, se encuentra grupos redundantes (con dos o más publicaciones) en los cuales, además, se declaran conflicto de interés al tener patentes en curso relacionadas o patrocinadas por empresas productoras de estos suplementos, como en este caso ocurre con Chemi Nutra, compañía líder en la producción de fosfatidilcolina, fosfatidilserina, ácido fosfatídico etc Por todo ello, le comentaba a este antiguo alumno, que prefiero la seguridad del HMB, que tiene suficientemente demostrada su efectividad, frente a este nuevo compuesto que está por demostrar. Por cierto,lo de los rábanos es porque estos alimentos y las crucíferas (col) son ricos en este nutriente. Los enlaces a los artículos (para los especialistas), son: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3506449/ http://www.jissn.com/content/10/S1/P13 http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2742264/ http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4066292/
http://dieta-paleolitica.blogspot.com.es/2015/05/otra-novedad-el-acido-fosfatidico.html

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