Hay algo en lo que las mujeres están, generalmente, equivocadas.Esta misma semana se ha celebrado el día mundial del cáncer de mama –con una notable repercusión en casi todas partes-. Un porcentaje muy alto de féminas cree que la mayor amenaza para su salud son los tumores malignos y más concretamente el de mama. Y no es así.
Como se ha puesto de manifiesto también esta semana, en el transcurso del Congreso Nacional de la Sociedad Española de Cardiología, la patología cardiovascular diezma más a ellas que a ellos. Es, con mucho, su principal causa de muerte. Las arterias –que irrigan tanto las coronarias del corazón como los vasos del cerebro- juegan peores pasadas al sexo femenino que al masculino. De nuevo las mujeres están discriminadas y a peor.
Y lo están por diversos motivos. El primero de ellos es que cuando la menopausia reduce los niveles de estrógenos en sangre, a partir de los 50 años aproximadamente, las arterias se vuelven vulnerables a la aterosclerosis porque pierden la protección que les daba la hormona. Pero hay otros muchos. La incidencia de obesidad, sedentarismo, consumo de comida basura y el tabaquismo están tan prevalentes en el sexo femenino como en el masculino. Incluso quizá más entre ellas.
La combinación de ovarios poco activos y múltiples factores de riesgo vascular es una mala mezcla. A eso hay que añadir que, además, la enfermedad se trata menos en las mujeres que en los hombres. En España sólo un 15% de las mujeres con síntomas sugerentes de patología vascular recibe tratamiento adecuado. Frente al 56% de los varones. Es como si las quejas de ellas no se tuvieran en cuenta. Extremadura, Andalucía y Asturias son las comunidades que están más castigadas.
Son datos muy importantes. Y conociéndolos habrá que intentar poner remedio.
J. L de la Serna
Como se ha puesto de manifiesto también esta semana, en el transcurso del Congreso Nacional de la Sociedad Española de Cardiología, la patología cardiovascular diezma más a ellas que a ellos. Es, con mucho, su principal causa de muerte. Las arterias –que irrigan tanto las coronarias del corazón como los vasos del cerebro- juegan peores pasadas al sexo femenino que al masculino. De nuevo las mujeres están discriminadas y a peor.
Y lo están por diversos motivos. El primero de ellos es que cuando la menopausia reduce los niveles de estrógenos en sangre, a partir de los 50 años aproximadamente, las arterias se vuelven vulnerables a la aterosclerosis porque pierden la protección que les daba la hormona. Pero hay otros muchos. La incidencia de obesidad, sedentarismo, consumo de comida basura y el tabaquismo están tan prevalentes en el sexo femenino como en el masculino. Incluso quizá más entre ellas.
La combinación de ovarios poco activos y múltiples factores de riesgo vascular es una mala mezcla. A eso hay que añadir que, además, la enfermedad se trata menos en las mujeres que en los hombres. En España sólo un 15% de las mujeres con síntomas sugerentes de patología vascular recibe tratamiento adecuado. Frente al 56% de los varones. Es como si las quejas de ellas no se tuvieran en cuenta. Extremadura, Andalucía y Asturias son las comunidades que están más castigadas.
Son datos muy importantes. Y conociéndolos habrá que intentar poner remedio.
J. L de la Serna
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