jueves, 29 de diciembre de 2011

EL NUEVO PAPEL DE LOS GLOBULOS BLANCOS

BIOCIENCIA Avances en Biología
El nuevo papel de los glóbulos blancos.
Descubren la presencia de neutrófilos en el bazo sin que haya infección previa.
El hallazgo, realizado por investigadores españoles, aporta una nueva visión.
Estas células tienen una función inmunorreguladora que antes se desconocía

Imágenes de neutrófilos (en verde) alrededor de los linfocitos B (en azul). Nature I.


Científicos del Instituto de Investigación del Hospital del Mar (IMIM) de Barcelona han detectado por primera vez la presencia de neutrófilos, un tipo de glóbulos blancos, en el bazo sin que exista infección previa.

La investigación, que publica la revista 'Nature Inmunology', ha permitido determinar que dichos neutrófilos realizan una función inmunorreguladora y supone un "descubrimiento que aporta un conocimiento totalmente nuevo en el campo de la Biología", según el coordinador del grupo de investigación de Biología de la Células B del IMIM, Andrea Cerutti.


Los neutrófilos son las primeras células que actúan en la respuesta defensiva del organismo ya que son las primeras en llegar a los sitios de la infección e inflamación y las encargadas de destruir los microbios y de eliminar las células muertas. En el bazo se encuentran situados alrededor de los linfocitos B para ayudar a su activación y dar una primera respuesta rápida ante la presencia de patógenos. "A través de diferentes enfoques experimentales hemos demostrado que los neutrófilos en el bazo adquieren la capacidad de interactuar con las células B, o linfocitos B, induciendo la producción de anticuerpos, función que los neutrófilos que circulan por la sangre no son capaces de realizar", afirma Irene Puga, investigadora del IMIM y primera firmante del artículo.


El trabajo, en el que también ha participado el Mount Sinai de Nueva York, ha analizado la presencia de estas células en diferentes momentos del desarrollo lo que ha permitido constatar que su presencia en el bazo se inicia durante la vida fetal, algo que los investigadores relacionan con el contacto del bebé con patógenos que no generan ninguna infección pero que contribuyen a formar el sistema inmunológico. Por otro lado, también se ha comprobrado que la presencia de estos neutrófilos en el bazo se da en personas de diferentes edades y en otros mamíferos.

La investigación abre la puerta a terapias más orientadas y eficaces contra diferentes patógenos, como por ejemplo el desarrollo de vacunas, mediante ensayos que aumenten la presencia de neutrófilos en el bazo para mejorar la respusta de los anticuerpos, ha indicado el IMIM en un comunicado.

Europa Press ELMUNDO.es Madrid

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