Investigadores de la Universidad de Erlangen-Nuremberg, en Alemania, aseguran que los deportistas que practican triatlón --prueba que combina natación, ciclismo y carrera continua-- pueden tener menos riesgo de padecer muerte súbita gracias a que en su entrenamiento combinan ejercicios de fuerza y resistencia.
Dicho estudio, que publica en su último número la revista 'Radiology', ha demostrado que el corazón de estos deportistas se adapta al ejercicio físico que realizan "de forma equilibrada", no como el de otros deportistas de alto nivel cuyo entrenamiento inadecuado favorece que las cuatro cavidades del corazón crezcan de forma asimétrica favoreciendo la muerte súbita.
Para ello, realizaron resonancias magnéticas a un total de 26 hombres que practicaban triatlón de forma profesional, de 27,9 años de media, todos ellos con más de seis años de experiencia al más alto nivel.
Tras comparar estos análisis con los de otros 27 hombres de la misma edad que practicaban algún deporte durante más de tres horas por semana, observaron que los triatletas tenían la aurícula izquierda y los ventrículos izquierdo y derecho más grandes.
Asimismo, también encontraron diferencias evidentes en la masa muscular y la pared ventricular, tanto del izquierdo como del derecho, más gruesa en el caso de los triatletas.
Estas adaptaciones cardiacas, como ha reconocido el doctor Michael Lell, autor de la investigación, "son un reflejo de la naturaleza del entrenamiento del triatlón, que incluye ejercicios de fuerza y resistencia".
Según recuerda Lell, un entrenamiento que sólo combina ejercicios de fuerza siempre ha estado asociado con una mayor predisposición a padecer eventos cardiacos súbitos, si bien en este estudio "las adaptaciones cardiacas de los triatletas no reveló un mayor riesgo".
De hecho, la frecuencia cardiaca en reposo de los triatletas fue un 17 por ciento más baja, lo que favorece un mayor flujo sanguíneo y un mejor funcionamiento cardiaco.
"El estudio revela que los corazones de los triatletas están más fuertes y son capaces de gestionar la misma carga de trabajo con menos esfuerzo",concluye Lell.
MADRID, 31 Ago. (EUROPA PRESS) -
Dicho estudio, que publica en su último número la revista 'Radiology', ha demostrado que el corazón de estos deportistas se adapta al ejercicio físico que realizan "de forma equilibrada", no como el de otros deportistas de alto nivel cuyo entrenamiento inadecuado favorece que las cuatro cavidades del corazón crezcan de forma asimétrica favoreciendo la muerte súbita.
Para ello, realizaron resonancias magnéticas a un total de 26 hombres que practicaban triatlón de forma profesional, de 27,9 años de media, todos ellos con más de seis años de experiencia al más alto nivel.
Tras comparar estos análisis con los de otros 27 hombres de la misma edad que practicaban algún deporte durante más de tres horas por semana, observaron que los triatletas tenían la aurícula izquierda y los ventrículos izquierdo y derecho más grandes.
Asimismo, también encontraron diferencias evidentes en la masa muscular y la pared ventricular, tanto del izquierdo como del derecho, más gruesa en el caso de los triatletas.
Estas adaptaciones cardiacas, como ha reconocido el doctor Michael Lell, autor de la investigación, "son un reflejo de la naturaleza del entrenamiento del triatlón, que incluye ejercicios de fuerza y resistencia".
Según recuerda Lell, un entrenamiento que sólo combina ejercicios de fuerza siempre ha estado asociado con una mayor predisposición a padecer eventos cardiacos súbitos, si bien en este estudio "las adaptaciones cardiacas de los triatletas no reveló un mayor riesgo".
De hecho, la frecuencia cardiaca en reposo de los triatletas fue un 17 por ciento más baja, lo que favorece un mayor flujo sanguíneo y un mejor funcionamiento cardiaco.
"El estudio revela que los corazones de los triatletas están más fuertes y son capaces de gestionar la misma carga de trabajo con menos esfuerzo",concluye Lell.
MADRID, 31 Ago. (EUROPA PRESS) -
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