lunes, 4 de septiembre de 2017

¿ERES UN DOCENTE TÓXICO?

Eres un docente tóxico si…Escrito por  


Se trata de un tipo de docente que inevitablemente está presente en todos los claustros, en mayor o menor medida. Personalmente, creo que es importante que sepamos detectarlos porque pueden ejercer una influencia negativa en nosotros, así como en el resto de la comunidad educativa. No negaré que las cualidades o, en su caso, defectos del docente tóxico están implícitas muchas veces en el propio sistema educativo y en el modo de proceder de los centros. Pero de lo que no tengo ninguna duda es que hay docentes que suman y docentes que restan. A los que restan yo les denomino docentes tóxicos.
En este artículo quiero dar mi visión de lo que entiendo por un docente tóxico con la intención de que cada uno de vosotros seáis capaces de detectarlos.

El docente tóxico es aquel que…

1. Dice que Siempre se ha hecho así. 
Creo que transmite una idea de la Educación muy equivocada, ya que fomenta el inmovilismo y la falta de innovación. Siempre desconfío de las personas que pronuncian esta frase cuando se les hace algún tipo de propuesta. 
*Pretenden que todos actúen de la misma manera,evitando que nadie se salga del guión para no llamar mucho la atención.
2. Propone, pero no dispone. 
El docente tóxico suele ser muy dado a realizar propuestas, pero a pedir a otros compañeros que las lleven a cabo. Se trata de un tipo de docente que al principio da un paso adelante para, a continuación, dar dos pasos atrás. Se trata de un docente de palabra y de escasa acción. No suele ser consciente del trabajo implícito que supone una propuesta, por acertada que sea. 
* Añadiría aquellos docentes que no proponen nunca nada y cuando alguien lo hace, protestan o no se suman. 
3. Explica mucho y enseña poco. 
El docente tóxico entiende la Educación como una mera transmisión de conocimientos. Es un profesor que explica de forma unidireccional. Puede ser que explique bien, pero no enseña. Puede que sea un buen especialista en la materia que imparte, pero le falta pedagogía a la hora de afrontar una sesión lectiva. Se trata de un docente que se preocupa por hacer una buena clase, pero no invierte el mismo tiempo en pensar cómo podrá enseñar aquello que sabe para que llegue a todos sus alumnos.
4. Oye, pero no escucha
En el artículo titulado 5 consejos para aumentar la empatía con tus alumnos ya hablé de la distinción entre oír y escuchar. El docente tóxico tiene la manía de no escuchar a los que le rodean, entre otras muchas cosas porque tiene el convencimiento de que poco o nada aprenderá de estos. Es un docente al que mientras le hablas, sabes que tiene el pensamiento en otro sitio, sabe que aquello que le estás diciendo poco a nada le importa.
* Suele ser un docente con un alto grado de envidia profesional
5. La culpa la tiene… 
El docente tóxico es aquel que cree que todos tienen la culpa, excepto él. Culpa a sus alumnos porque no le entienden, culpa a equipo directivo por su gestión, culpa a la administración por el sistema educativo, culpa a los padres por cómo educan a sus hijos, culpa a… El docente tóxico carece de la perspectiva para creer que muchos de los cambios y mejoras deben empezar por uno mismo. El docente tóxico culpa, pero no se interroga a sí mismo. Personalmente, es un tipo de docente que ejerce una influencia muy negativa en los claustros, ya que su visión de la Educación puede resultar muy contagiosa. Además se trata de un docente con el que es difícil establecer un diálogo, ya que parte de una visión muy cerrada de lo que entiende como Educación.
* No aportan nada y cuando lo hacen no se comprometen criticando a los demás.
6. Es funcionario, luego docente
El docente tóxico es un docente de profesión, pero no de vocación. No digo que esto sea negativo, pero lo cierto es que plantearse una vida laboral en una profesión tan exigente como la nuestra requiere en cierto modo una cierta actitud vocacional. El docente tóxico sabe que vive de su trabajo, pero también tiene claro que no vive por su trabajo. Creo que a la larga acaba siendo perjudicial tanto para este docente, como para el resto de sus compañeros.
*Le suele molestar que sus compañeros/as toma iniciativas.
7. Confunde lo personal con lo profesional
El docente tóxico comete el error de no diferenciar lo personal de lo profesional. Se trata de un tipo de docente que sabe mucho sobre los demás, pero que nos es capaz de gestionar esta información de una manera adecuada.Hay que ir con cuidado con este tipo de compañero porque no siempre es capaz de de diferenciar entre una confidencia y una exclusiva.
* Suele ver con malos ojos que el otro/a empatice con los alumnos,cuando esta situación la/le desmerece profesionalmente.
8. No crea, copia
El docente tóxico tiene una gran capacidad para apropiarse de lo que no es suyo. Se trata de un compañero que invierte más tiempo en mirar lo que hace el resto de sus compañeros que no de proponer para sus compañeros. Personalmente es un docente al que me gusta tener lejos, porque no tiene el más mínimo interés en aprender.
*Suele aprovecharse del trabajo de sus compañeros, mientras dedica su tiempo a otros menesteres.
9. Colabora, no coopera
El docente tóxico no tiene por qué ser poco trabajador. En Educación, existe una gran confusión entre lo que se entiende por colaborar y lo que se entiende por cooperar. En este sentido recomiendo la lectura del artículo Colaborar vs. Cooperar en el aula. El docente tóxico prima la colaboración por encima de la cooperación, o lo que es lo mismo, prima la homogeneidad sobre la heterogeneidad, tiende a excluir en lugar de incluir, prefiere trabajar con y no trabajar por.
*No se compromete con nada, prestando atención a otras circunstancias y no a las estrictamente obligatorias.
Como he dicho al principio del artículo, hay compañeros que suman y compañeros que restan. En nuestro caso, no podemos elegir a los compañeros que trabajarán con nosotros. Pero creo que sí debemos ser capaces de dar ejemplo a todos aquellos que comparten el claustro al que pertenecemos. 
Ser un docente tóxico está al alcance de todos. De lo que se trata es de aprender a detectarlos y ser un ejemplo para ellos y para nosotros mismos. Como yo, estoy seguro que muchos de vosotros al haber leído este artículo os habréis sentido identificados con algunos de los rasgos a los que me he referido al hablar de lo que considero como un docente tóxico. Si es así te doy mi más sincera felicitación, porque, para cambiar, primero debemos reconocer aquello que no funciona en nosotros mismos y tener el convencimiento y la determinación de transformado y de ser un ejemplo que inspire a los demás también a su transformación.
Nota: los asteriscos son opiniones personales de editor del blog
http://justificaturespuesta.com/eres-un-docente-toxico-si/

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