Investigación del CSIC
Científicos del Instituto Cajal del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han deducido el modelo que determina las reglas del comportamiento colectivo. Según han señalado los expertos, aunque existen numerosas simulaciones de cómo los animales sociales copian el comportamiento de otros, es la primera vez que se deriva la ecuación de la toma de decisiones a partir de características básicas de la percepción.
El trabajo, que ha sido publicado en 'PLoS Computational Biology', señala que los animales sociales no toman decisiones de forma aislada, sino que lo hacen dentro de un contexto que depende del comportamiento de los otros, es decir, actúan como un grupo de forma coordinada dando lugar al comportamiento colectivo.
Los investigadores del CSIC sitúan por primera vez el origen de estas decisiones coordinadas en cómo el cerebro estima qué hay en el mundo a partir de datos sensoriales inciertos. Los expertos Alfonso Pérez Escudero y Gonzalo García de Polavieja han señalado que "la novedad del trabajo es incorporar los comportamientos de otros animales como datos que permiten mejorar esa estimación".
De este modo, tras obtener las reglas, los científicos comprobaron su validez con los datos experimentales ya existentes sobre la especie modelo Gasterosteus aculeatus (pez espinoso). "Se ha observado que los peces, como animales sociales que son, emplean el comportamiento de los demás para mejorar sus propias decisiones" han señalado los científicos, que han añadido que la supervivencia de estos animales "depende en buena parte de las estimaciones".
"Los peces estiman probabilísticamente si hay comida en un lugar por lo que ven de ese lugar y por cuántos animales se dirigen ya hacia allí y hacia otros lugares", señalan los investigadores.
LAS ESTIMACIONES Y EL CEREBRO
Así, el estudio determina que el modo de comportarse de los otros aporta una corriente continua de información indirecta sobre el medio. La ambigüedad de los datos sensoriales y la capacidad limitada de procesar toda esa información hacen que exista cierta incertidumbre a la hora de tomar decisiones.
Para los expertos el trabajo sirve de base para futuras investigaciones sobre la importancia de las estimaciones en la búsqueda de pareja o comida y en el funcionamiento del cerebro. Además, indican que este análisis permite seguir estudiando si el comportamiento social colectivo surge de un cúmulo de factores, incluidos la memoria, el aprendizaje y la forma de percibir.
En este sentido, señalan que, hasta ahora, existían normas que describen este comportamiento, pero no iban más allá. "Ahora de pueden hacer experimentos de manipulación del cerebro para ver cómo se entremezclan todos estos elementos", han concluido García de Polavieja y Pérez Escudero.
Científicos del Instituto Cajal del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han deducido el modelo que determina las reglas del comportamiento colectivo. Según han señalado los expertos, aunque existen numerosas simulaciones de cómo los animales sociales copian el comportamiento de otros, es la primera vez que se deriva la ecuación de la toma de decisiones a partir de características básicas de la percepción.
El trabajo, que ha sido publicado en 'PLoS Computational Biology', señala que los animales sociales no toman decisiones de forma aislada, sino que lo hacen dentro de un contexto que depende del comportamiento de los otros, es decir, actúan como un grupo de forma coordinada dando lugar al comportamiento colectivo.
Los investigadores del CSIC sitúan por primera vez el origen de estas decisiones coordinadas en cómo el cerebro estima qué hay en el mundo a partir de datos sensoriales inciertos. Los expertos Alfonso Pérez Escudero y Gonzalo García de Polavieja han señalado que "la novedad del trabajo es incorporar los comportamientos de otros animales como datos que permiten mejorar esa estimación".
De este modo, tras obtener las reglas, los científicos comprobaron su validez con los datos experimentales ya existentes sobre la especie modelo Gasterosteus aculeatus (pez espinoso). "Se ha observado que los peces, como animales sociales que son, emplean el comportamiento de los demás para mejorar sus propias decisiones" han señalado los científicos, que han añadido que la supervivencia de estos animales "depende en buena parte de las estimaciones".
"Los peces estiman probabilísticamente si hay comida en un lugar por lo que ven de ese lugar y por cuántos animales se dirigen ya hacia allí y hacia otros lugares", señalan los investigadores.
LAS ESTIMACIONES Y EL CEREBRO
Así, el estudio determina que el modo de comportarse de los otros aporta una corriente continua de información indirecta sobre el medio. La ambigüedad de los datos sensoriales y la capacidad limitada de procesar toda esa información hacen que exista cierta incertidumbre a la hora de tomar decisiones.
Para los expertos el trabajo sirve de base para futuras investigaciones sobre la importancia de las estimaciones en la búsqueda de pareja o comida y en el funcionamiento del cerebro. Además, indican que este análisis permite seguir estudiando si el comportamiento social colectivo surge de un cúmulo de factores, incluidos la memoria, el aprendizaje y la forma de percibir.
En este sentido, señalan que, hasta ahora, existían normas que describen este comportamiento, pero no iban más allá. "Ahora de pueden hacer experimentos de manipulación del cerebro para ver cómo se entremezclan todos estos elementos", han concluido García de Polavieja y Pérez Escudero.
29 Nov. (EUROPA PRESS) -
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