Para quienes vivimos al oeste del meridano de Greenwich todavía esta latente el mundial de fútbol de Corea, cuando teníamos que levantarnos por la madrugada para ver los partidos un poco despiertos y un poco dormidos. ¿Por qué los jugadores que ya estaban en Corea también tenían problemas de sueño? Porque su ritmo circadiano estaba siendo modificado. Ahora bien, ¿qué es un ritmo circadiano?
Un ritmo circadiano es una oscilación producida en una variable fisiológica en invertvalos regulares. Tanto en el ser humano como en el resto de los seres vivios existen multitud de ritmos, uno por cada variable. Estos ritmos están condicionados, en primer lugar, por los ciclos de luz y de temperatura de medio ambiente, y se vinculan con la rotación diaria de la tierra en torno a su eje.
El problema de los ritmos circadianos con interés para el deporte de alto nivel es bastante reciente y aapreció con la necesidad de llevar a la práctica la realización de entrenamientos y de competencias en distintos momentos del día, desde las 6 de la mañana hasta las últimas horas del día (Platonov, 1972).
La planificación de las competiciones decisivas en países de clima caluroso obliga a los organizadores a programar la competición por la mañana temprano o bien a última hora de la tarde.
El problema de la alteración de los ritmos circadianos del organismo de los deportistas se agrava si le sumamos una ampliación en el calendario de competiciones internacionales importantes en diferentes zonas del mundo. Los deportistas de elite a menudo se ven obligados a trasladarse de un continente a otro cruzando distintas franjas horarias, algo que influye sensiblemente sobre sus capacidades.
En base a los ritmos circadianos y su aplicación al entrenamiento, Platonov y Bulatova (1998) realizan una serie de sugerencias para tener en cuenta a la hora de planificar:
Los elementos técnico-tácticos nuevos pueden aprenderse mejor si se practican durante la primera mitad del día, de 10 a 12 hs. Justamente es en este momento cuando se experimenta el nivel máximo de las facultades cognitivas del deportista.
Un ritmo circadiano es una oscilación producida en una variable fisiológica en invertvalos regulares. Tanto en el ser humano como en el resto de los seres vivios existen multitud de ritmos, uno por cada variable. Estos ritmos están condicionados, en primer lugar, por los ciclos de luz y de temperatura de medio ambiente, y se vinculan con la rotación diaria de la tierra en torno a su eje.
El problema de los ritmos circadianos con interés para el deporte de alto nivel es bastante reciente y aapreció con la necesidad de llevar a la práctica la realización de entrenamientos y de competencias en distintos momentos del día, desde las 6 de la mañana hasta las últimas horas del día (Platonov, 1972).
La planificación de las competiciones decisivas en países de clima caluroso obliga a los organizadores a programar la competición por la mañana temprano o bien a última hora de la tarde.
El problema de la alteración de los ritmos circadianos del organismo de los deportistas se agrava si le sumamos una ampliación en el calendario de competiciones internacionales importantes en diferentes zonas del mundo. Los deportistas de elite a menudo se ven obligados a trasladarse de un continente a otro cruzando distintas franjas horarias, algo que influye sensiblemente sobre sus capacidades.
En base a los ritmos circadianos y su aplicación al entrenamiento, Platonov y Bulatova (1998) realizan una serie de sugerencias para tener en cuenta a la hora de planificar:
Los elementos técnico-tácticos nuevos pueden aprenderse mejor si se practican durante la primera mitad del día, de 10 a 12 hs. Justamente es en este momento cuando se experimenta el nivel máximo de las facultades cognitivas del deportista.
Si el entrenamiento para desarrollar las cualidades de velocidad – fuerza, de coordinación o de movilidad articular se realiza entre las 16 y las 18, su eficacia será mayor.
El entrenamiento de resistencia es más útil si se realiza hacia la tarde, de las 16 a las 19.
Es costumbre destacar tres fases de adaptación de los ritmos circadianos tras los vuelos de larga distancia. La primera fase dura aproximadamente 24 horas y se caracteriza por la presencia del síndrome del estrés. La segunda fase de adaptación se prolonga hasta los 5-7 días. En dicha fase tiene lugar una reestructuración de las funciones del organismos y sus sistemas reguladores. La tercera fase se demora 10-15 días. En el transcurso de este perído de tiempo se va recuperando gradualmente el nivel estable de funcionamiento de los sistemas principales del organismo y se vuelve a la homestasis habitual.
http://entrenamientodeportivo.wordpress.com/
Tomado de Eric Vallodoro
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