En este grupo se incluye a las personas obesas, que tienen una alta presión sanguínea, un colesterol alto y una cintura grande.
El director de esta investigación, el doctor Joan Sabaté, ha asegurado que el estudio muestra que "hay una asociación entre comer frutos secos y no estar gordo y tener una menor tendencia a tener un síndrome metabólico". De hecho, el estudio muestra que, de casi 30 gramos de frutos secos consumidos a la semana, el riesgo de la persona de tener síndrome metabólico disminuía un 7 por ciento.
Por otro lado, las nueces tienen un alto nivel de grasas no saturadas, que es considerada como la 'grasa buena' comparada con la grasa saturada de los productos que proceden de los animales.
De este modo, Sabaté afirma que "la alta cantidad de proteínas que contienen las nueces también pueden llevar a la gente a sentirse más llena y a comer menos comidas poco saludables. Además, contienen otros nutrientes y componentes químicos de plantas beneficiosos para la salud".
En general, las personas que participaron en el estudio que comieron muchos frutos secos (alrededor de 16 gramos por día) tenían un poco más de peso de lo normal, mientras que aquellos que comieron pocos o ningún fruto seco (menos de 5 gramos al día) tenían sobrepeso, en algunos casos en una gran medida.
Las personas que tomaron muchos frutos secos tenían un índice de masa corporal de 27.
En cambio, los que tomaron pocos tenían un índice entre 29 y 30. 'US Centers for Disease Control and Prevention' determina que las personas con sobrepeso son las que tienen un índice de masa corporal entre 25 y 29,9 y a partir de 30 ya se considera obesidad.
De este modo, y pese a que "no hay una evidencia clara de que los frutos secos marquen la diferencia vistas entre las personas que les encantan y las que no, hay razones para creer que este alimento proporcione un beneficio directo", indica Sabaté.
10 Ene. (Reuters/EP)
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