domingo, 28 de octubre de 2012

APARIENCIA Y GENES. MUCHOS MITOS QUE DERRIBAR

INTERSEXUALIDAD |

Los problemas sociales ¿Qué falsas creencias hay en torno a la intersexualidad? ¿Es lo mismo ser una persona transexual que una persona intersexual? A pesar del avance de nuestra sociedad, sigue habiendo mucho desconocimiento con este problema y quedan aún muchos mitos por derribar. Una de las falsas creencias es pensar que una persona que nace con esta condición es hombre y mujer a la vez. 

"Una persona que nace con presencia simultánea de tejido ovárico y testicular tiene un problema que se origina en la diferenciación genital", expone Gabriel J. Martín, experto en psicología y persona intersexual. "Es imposible que un bebé nazca con los genitales de ambos sexos. Tampoco debe confundirse este problema con la transexualidad", afirma. Pero si hay, todavía, una falacia y una curiosidad mucho mayor en relación a este tema es todo lo relacionado con la sexualidad. ¿Cómo tiene sexo una persona intersexual? La respuesta es muy simple: "Hay más cosas en la sexualidad que solo la penetración", afirma claramente Martín. 

Los genitales, continúa explicando Martín, no informan sobre la identidad sexual de la persona ni de su orientación sexual. "Genitales y sexualidad son totalmente independientes", asegura indicando a su vez que nacer con unos genitales 'definidos' no significa tener una sexualidad 'definida'. Por su parte, Rosa, que también es intersexual, explica que a la hora de encontrar una pareja existen muchas barreras que "nosotras mismas nos hemos puesto por cómo hemos vivido este proceso". Cuando uno llega a su propia aceptación, reconoce, todo es mucho más fácil y además, asegura, cuando se establece una relación con otra persona, ésta no le suele dar tanta importancia. "El interés por alguien radica en sus diferentes facetas, la condición de intersexual es sólo una característica más". 

Pero aunque la teoría sea sencilla, los estigmas y el pudor que hay aún en este tipo de condiciones o incluso en otras similares, hace que sea necesario actuar de forma valiente. "Tienes que exponerte y soportar la ansiedad de huir", dice Martín. Confiesa además que la experiencia va demostrando que, a la hora de tener buen sexo, "los genitales pasan a un segundo plano". Cómo y quién diagnostica En estos casos, el diagnóstico requiere la intervención de diversas especialidades médicas como pediatras, endocrinólogos, bioquímicos, genetistas, radiólogos, etc., "dependiendo de las causas y las edades", puntualiza Laura Audí, asesora la Unidad de Investigación en Endocrinología Pediátrica y del Instituto de Investigación del Hospital Vall d’Hebron (VHIR). Estos especialistas, junto con los psicólogos y psiquiatras, son los encargados de orientar a los familiares. 

"La asignación de sexo en un recién nacido es una cuestión urgente", asegura, sobre todo desde el punto de vista social "y requiere un consenso entre los padres y el equipo pluridisciplinar en el que debe poner sobre la mesa los pros y contras". Durante la infancia, el seguimiento de estos pacientes lo realizan los endocrinólogos pediatras y en la edad adulta los endocrinólogos, ginecólogos o andrólogos. 

Actualmente, el Consenso de Chicago establece recomendaciones para los equipos médicos pluridisciplinarios que diagnostican y tratan a estas personas. Estas recomendaciones se refieren a las necesidades diagnósticas, la intervención activa y consensuada con los padres y finalmente, cuando esté indicado, los tratamientos con fármacos y con cirugía. ¿Tratamientos para todos? Precisamente, uno de los conflictos que se ha venido dando a lo largo de los años es el debate sobre si se debe operar o no. ¿Hay que hacerlo nada más nacer para ponerle un sexo definido al niño? A día de hoy no hay una respuesta clara. En el pasado, explica por su parte Gabriel J. Martín, se han hecho verdaderas barbaridades, aunque también es cierto que "se han cometido muchos fallos en todos los campos de la Medicina, pero hay que asumir que las mejoras sólo se consiguen tras corregir errores". 

Este psicólogo declara que todo depende del tipo y del subtipo de condición intersexual que tenga el afectado y de cuál haya sido la edad del diagnóstico y lo que se haya hecho hasta entonces. Si el diagnóstico se hace al nacer, prosigue, las intervenciones pediátricas son las que llevan a cabo la reconstrucción y se ven completadas tras el desarrollo sexual secundario de la pubertad. Por otro lado, en el caso de que el diagnóstico se haya hecho en la pubertad, puede ser que deba operarse todo o nada en esta etapa. "No hay una regla fija", asevera Martín. 

En lo referente al protocolo de actuación ante el nacimiento de un bebé con una condición intersexual, los expertos remiten al documento 'Consensus Statment on the Management of the Intersex Disorders', publicado por la revista científica 'Pediatrics' en 2006. En él, tal y como explica Martín, se establecen como prioridades el evitar la muerte del bebé, prevenir disfunciones, asegurarle la mayor calidad de vida posible y, finalmente, dejar los aspectos cosméticos de sus genitales para cuando sea adulto y pueda decidir personalmente si quiere modificarlos quirúrgicamente. 

En el caso concreto de España, en situaciones de este tipo, asegura el profesional, hay mucho diálogo entre afectados, familias y profesionales médicos. Además, cuenta por su parte la doctora Audí, la Sociedad Española de Endocrinología Pediátrica (SEEP) reúne a los profesionales del país que atienden a estos pacientes en edades pediátricas. Además, la investigación biomédica sobre las llamadas enfermedades raras "recibe apoyo institucional a través del CIBERER (Centro de Investigación Biomédica en Red sobre Enfermedades Raras) del Instituto de Salud Carlos III, que depende del Ministerio de Sanidad", finaliza la doctora.
Beatriz G. Portalatín | Madrid 

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