La exposición a temperaturas extremas puede provocar cambios en la presión arterial, en el espesor de la sangre, el colesterol y la frecuencia cardiaca.
Los investigadores recopilaron datos sobre las temperaturas diarias en Brisbane entre 1996 y 2004, y los compararon con las muertes relacionadas con enfermedades cardiovasculares en el mismo periodo. Brisbane tiene veranos cálidos y húmedos e inviernos suaves y secos. La temperatura media promedio diario fue de 20,5 grados Celsius, el 1 por ciento de los días más fríos se caracterizan por las olas de frío y los más cálidos por olas de calor.
Según los investigadores, por cada 1 millón de personas, se perdieron en total 72 años de vida por día debido a las enfermedades cardiovasculares.
El riesgo de muerte por ECP aumentó cuando el calor extremo se mantuvo durante dos o más días. "Esto podría deberse a la tensión constante sobre los sistemas cardiovasculares de los afectados, a los sistemas de salud desbordados y a que las ambulancias tardan más en llegar a los casos de emergencia", señala Adrian G. Barnett, coautor del estudio y profesor de Bioestadística en la Universidad Tecnológica de Queensland.
Pasar unas horas al día en un ambiente templado puede ayudar a reducir enfermedades y muertes debidas al calor y frío extremos, afirma Barnett. El investigador reconoce que los resultados pueden no ser aplicables a otras comunidades y que sólo se consideraron las muertes en las que la ECP fue la causa subyacente.
19 Sep. (EUROPA PRESS)
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