martes, 11 de junio de 2013

DEMASIADA SAL

COMO LA ESCLEROSIS Y LA PSORIASIS 

El aumento de la ingesta dietética de sal puede inducir a un grupo de agresivas células inmunes que están implicadas en la activación y el mantenimiento de enfermedades autoinmunes, según las conclusiones de un estudio internacional publicado este miércoles en 'Nature'. En las últimas décadas, los científicos han observado un aumento constante en la incidencia de las enfermedades autoinmunes en el mundo occidental y, dado que este aumento no puede explicarse únicamente por factores genéticos, los investigadores barajan la hipótesis de que el fuerte aumento de estas enfermedades está vinculado a factores ambientales. 

Entre los presuntos culpables están los cambios en los hábitos de vida y dietéticos en los países desarrollados, donde los alimentos altamente procesados y la comida rápida están a menudo en el menú diario, alimentos que tienden a tener un contenido mucho mayor de sal que las comidas caseras. Este estudio es el primero en indicar que la ingesta de sal en exceso puede ser uno de los factores externos que impulsan el aumento de la incidencia de enfermedades autoinmunes. 

Hace pocos años, el profesor y coautor de este estudio, Jens Titze, de las universidades Vanderbilt, 'Friedrich-Alexander-Universität Erlangen-Nürnberg' y 'Erlangen-Nuremberg', todas en Alemania, mostró que el exceso de sal alimentaria (cloruro de sodio) se acumula en el tejido y puede afectar a los macrófagos (un tipo de células emigrantes) del sistema inmune. Independientemente de este estudio, los investigadores Markus Kleinewietfeld y David Hafler, de las universidades de Yale, New Haven, Harvard y el 'Broad Institute' del Intituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), todos en Estados Unidos, observaron cambios en las células CD4 positivas o células T helper (Th) en seres humanos, que se asociaron con determinados hábitos alimenticios. 

Las células T auxiliares son alertadas del peligro inminente por las citoquinas de otras células del sistema inmune y activan y "ayudan" a otras células efectoras para combatir agentes patógenos peligrosos y eliminar infecciones. Un subgrupo específico de células T auxiliares producen la citoquina interleuquina 17 (Th17) y las células Th17, aparte de luchar contra las infecciones, desempeñan un papel fundamental en la patogénesis de enfermedades autoinmunes. Sin embargo, la sal aumenta dramáticamente la inducción de células Th17 inmunes agresivas. En experimentos de cultivo celular, los investigadores mostraron que el aumento de cloruro de sodio puede conducir a una inducción drástica de las células Th17 en un entorno específico de citoquinas. 

"En presencia de concentraciones elevadas de sal, este aumento puede ser diez veces mayor que en condiciones normales", explican Markus Kleinewietfeld y Dominik Müller, del Centro de Investigación Experimental y Clínica (ECRC), una cooperación del Centro Max Delbrück de Medicina Molecular, en Berlín, y la 'Charité- Universitätsmedizin', también en Berlín. Bajo las nuevas condiciones de alta salinidad, las células se someten a más cambios en su perfil de citoquinas, resultando en células Th17 particularmente agresivas. 

En ratones, el aumento de la ingesta de sal en la dieta provocó una forma más severa de la encefalomielitis autoinmune experimental, un modelo para la esclerosis múltiple, una enfermedad autoinmune del sistema nervioso central en la que propio sistema inmune destruye las vainas de mielina aislante alrededor de los axones de las neuronas y por lo tanto evita la transducción de señales. Curiosamente, según los investigadores, el número de células proinflamatorias Th17 en el sistema nervioso de los ratones aumentó dramáticamente bajo una dieta alta en sal, por lo que estos expertos demostraron que la dieta alta en sal aceleró el desarrollo de los linfocitos T en las células Th17 patogénicas. Además, realizaron un examen más detallado de estos efectos en los experimentos de cultivo celular y demostraron que la inducción de aumento de agresivas células Th17 está regulada por la sal en el nivel molecular. 

ESCLEROSIS Y PSORIASIS 

"Estos resultados son una contribución importante a la comprensión de la esclerosis múltiple y pueden ofrecer nuevos objetivos para un mejor tratamiento de la enfermedad, para la que en la actualidad no existe una cura conocida", dijo otro de los autores, el doctor Ralf, jefe de la Sección de Neuroinmunología y asistente médico en el Departamento de Neurología del Hospital Universitario de Erlangen (Alemania). 

Además de la esclerosis múltiple, estos científicos quieren estudiar la psoriasis, otra enfermedad autoinmune con fuertes componentes de Th17. La piel, como detectó recientemente Jens Titze, también juega un papel clave en el almacenamiento de la sal y afecta al sistema inmune. "Sería interesante averiguar si los pacientes con psoriasis pueden aliviar sus síntomas al reducir su consumo de sal", señalan los investigadores. Sin embargo, como reconoce el inmunólog Markus Kleinewietfeld, el desarrollo de enfermedades autoinmunes es un proceso "muy complejo" que depende de muchos factores genéticos y ambientales. "Por lo tanto, sólo los estudios en condiciones menos extremas pueden mostrar hasta qué punto el aumento del consumo de sal en realidad contribuye al desarrollo de enfermedades autoinmunes", concluye este experto.
 MADRID, 7 Mar. (EUROPA PRESS) 

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