Cómo limpiar unas zapatillas de correr es siempre una preguntan que mucha gente se hace a lo largo del tiempo en el que practica el running. Incluso los que sólo utilizan este tipo de calzado para el día a día tienen sus dudas sobre la manera correcta de realizar la limpieza del mismo.
La verdad es que alternativas o métodos para hacerlo hay muchísimas y cada persona tendrá su propio método o sus trucos para conseguirlo, pero aquí vamos a tratar algunas de las maneras en las que se pueden limpiar las zapatillas sin que se dañen y sin que pierdan propiedades. También desmentiremos algunos de las costumbres o métodos extendidos entre los corredores que, a la larga, van a reducir la vida útil o el rendimiento de las zapatillas.
Primero, hay que ver desde que punto partimos: podemos tener unas zapatillas sucias por el polvo, humo o uso cotidiano en ciudad que con los kilómetros se van ensuciando sin más; o podemos irnos a un extremo donde tengamos una zapatilla totalmente cubierta de barro, tanto por fuera como por dentro.
Dependiendo de nuestro punto de partida, las posibilidades o métodos a utilizar pueden cambiar un poco.
BARRO
Vamos a ponernos en el peor de los casos, hemos corrido y nos hemos puesto de barro hasta las orejas y, evidentemente, de las zapatillas no distinguimos ni los colores.
Lo que yo haría en este caso es quitar el barro “gordo” superficial. Si aún está mojado podría darles un manguerazo rápido para eliminar todo el barro adherido, pero esto no es útil si solo es una parte de la zapatilla la manchada ya que transferiría la suciedad al resto de las zonas. Una vez quitado el barro “gordo”, dejaría secar hasta que el resto del barro se endurezca salvo si el upper es de lana, algodón o piel, que se limpiará lo antes posible. Una vez endurecido, puedes golpear la suela contra una pared, golpear las suelas entre ellas o ponértelas y saltar o dar zapatazos contra el suelo.
Cualquiera de las tres maneras quitará buena parte del barro ya seco de la zapatilla.
Una vez hecho esto, utilizaría algún artilugio puntiagudo y fino como un lápiz, un clip o algo similar (yo uso un destornillador de iPhone) para quitar el barro de los posibles recovecos de la suela, como los surcos de flexibilidad o los sistemas de amortiguación (Wave, Formotion, etc).
Con un cepillo de cerdas duras, procedería a un cepillado superficial no muy agresivo en los laterales de la mediasuela y la suela, en el upper con especial cuidado y si no se sabe hasta doónde se puede utilizar esta clase de cepillo, entonces dejaría el upper sin cepillar.
Con tierra seca se seguirá el mismo procedimiento. Una vez hecho esto, toca preparar el lavado.
LAVADO
Vamos a exponer el tipo de limpieza que yo utilizo pero, como decía, hay decenas de métodos diferentes, así que los iremos nombrando para que los conozcas y los puedas probar.
1) Lo primero es quitar los cordones porque se limpian aparte, ya sea a mano o en la lavadora (si son blancos, puedes utilizar lejía una vez quitados).
2) En segundo lugar, quita las plantillas si son removibles o personalizadas. Se lavan a mano pero separadas de las zapatillas.
3) En tercer lugar, prepara dos cubos o dos zonas con agua diferenciadas, ya sea dos piletas o un cubo y una bañera… Lo que quieras, pero separadas. Una contendrá agua fría y otra agua templada con aditivos que luego detallaré.
4) Prepara los utensilios y productos: bicarbonato, detergente neutro, cepillo de calzado, cepillo de dientes, dos paños de microfibra y esponja de nylon.
5) Una vez tienes las plantillas y los cordones fuera, mete la zapatilla en el cubo con agua fría (yo utilizo un cubo con una rejilla en el fondo para que se separe la suciedad) y procede a un cepillado con el cepillo de calzado hasta que la mayor parte del barro se quede en el cubo (cambia el agua cuando se note sucia).
6) Una vez tienes la zapatilla sin la mayor parte de barro, se utiliza el cepillo de dientes, mojado previamente en una solución de agua y detergente neutro que tiene que haber en el otro cubo. Cepilla toda la zapatilla, haciendo hincapié en las manchas de la malla y por el interior.
7) La esponja de Nylon, que te la puedes fabricar tú mismo con redecillas de fruta, sirve como limpiador para zonas concretas con especial suciedad y como complemento del cepillo y se le puede aplicar algún gel detergente y frotar esas zonas con manchas más difíciles. Por el interior también se frota, en este caso suelo utilizar un paño húmedo con detergente y agua ya que soy más cuidadoso con los interiores que, al fin y al cabo, son los que van a estar en contacto con el pie.
Según vas limpiando la zapatilla, es recomendable ir pasándole un paño con agua templada que absorba el detergente y humedad que has aplicado con el cepillo (esponja o paño mojado).
8) Repite los pasos 5, 6 y 7 hasta que estés contento con el resultado (aunque no queden como nuevas, sí estarán más que presentables).
9) Con papel de cocina absorbente, forma una base donde colocar las zapatillas, además, con el mismo papel haz dos bolas para introducirlas en la puntera de la zapatilla, para que mantenga la forma y chupe la humedad interior. Yo suelo utilizar bastante papel, sin forzar la forma del upper.
10) Secar al aire y a la sombra, nunca cerca de fuentes de calor (radiadores, estufas…) ni al sol porque el calor y la luz afectan bastante a la zapatilla, tanto que un exceso de calor puede deformar el chasis y la horma.
A parte de el papel de cocina, podéis utilizar los paquetitos de Silica Gel que vienen en las cajas de las zapatillas, o una redecilla con arroz dentro también es útil. También se puede utilizar bicarbonato, como veremos luego, en el interior de la zapatilla.
PLANTILLAS
Hay plantillas de todo tipo y, según avanza la tecnología, más y más complicadas, personalizadas, con sistemas de amortiguación integrados, minimalistas, esponjosas… de todo.
Las plantillas en sí no son una pieza demasiado complicada de limpiar: con un cubo de agua templada y detergente neutro, un cepillo de calzado y un trapo puedes quitarles la suciedad. El problema de la parte interior de las zapatillas y de la plantilla es que absorben el olor muy rápidamente. El olor es causado por una bacteria, así que para eliminar el olor tendremos que eliminar esta bacteria.
Métodos hay muchos y cada uno utiliza el suyo.
En mi caso, y gracias a mi trabajo, he conocido que hay productos antibacterianos potentes. Los bomberos trabajamos con muchos agentes químicos y biológicos, por ejemplo, la sangre, así que disponemos de un limpiador biológico para nuestro equipamiento. Yo utilizo unas plantillas de Joma en mis botas de bombero, las suelo limpiar con el limpiador biológico y la verdad es que el resultado es muy bueno, así que si dispones de una posibilidad similar, puedes barajarla.
Sin embargo, en mi casa utilizo otro sistema: un bote de spray, un poco de vinagre, detergente neutro o champú y bicarbonato. La mezcla ideal sería medio litro de agua, un vaso de chupito de vinagre y un par de cucharadas soperas de bicarbonato, todo mezclado y dentro del bote de spray para proyectarlo sobre plantilla y, después, a frotar con un cepillo. Tanto el vinagre como el bicarbonato actúan contra los malos olores y las bacterias que lo causan, así que suelen dar buen resultado.
Otra alternativa para quitar el olor es limpiar las plantillas en la lavadora, es mucho menos dañino que meter el resto de la zapatilla, pero dependiendo del tipo de plantilla lo haría o no.
Hay otro truquito muy sencillo para eliminar el olor, que es meter las plantillas en una bolsa de congelados y en el congelador. En uno o dos días el frío matará las bacterias que causan el mal olor.
Por último, es importantísimo que se sequen como las zapatillas y que no se metan de vuelta en estas hasta que no estén completamente secas.
Vamos con las alternativas, ¿qué se puede y qué no se puede hacer?
¿ZAPATILLAS EN LA LAVADORA?
Pregunta mítica donde las haya.
A lo largo de los años, las marcas han trabajado en este aspecto y cada dia son más susceptibles de aguantar un lavado corto y suave en la lavadora, pero no es recomendable lavar una zapatilla en la lavadora porque los problemas son muchos:
Los pegamentos que unen las piezas de la zapatilla sufren mucho.
El calor puede deformar la zapatilla.
El rozamiento destroza la consistencia de la malla y de los termosellados.
Por no hablar de posibles problemas de desteñido.
Si, por lo que sea, quieres meter las zapatillas en la lavadora, utiliza una toalla vieja (o varias) que se lave junto a la zapatilla, esto reducirá un poco el rozamiento.
¿Y EN EL LAVAVAJILLAS?
El lavavajillas es una opción más plausible y, aunque tampoco es recomendable, es menos agresiva. Si pones la zapatilla en el estante superior con un ciclo corto a baja temperatura se pueden conseguir buenos resultados, pero no tan buenos como lavándolas a mano (y sigue siendo un riesgo para la integridad de la zapatilla).
LIMPIADORES DE ZAPATILLAS
Hay tiendas especializadas en calzado deportivo que venden kits de limpieza de calzado que suelen funcionar bien. El más popular es, posiblemente, el Kit Jason Markk. Personalmente lo utilizo para mis sneakers, el calzado más de moda que de vestir, modelos casual como las Jordan Retro, zapatillas de baloncesto…
Estos kits suelen funcionar bien en materiales como el cuero o el suede, pero nada que no se pueda conseguir en casa con paciencia y una mezcla de limpiador casero.
OTROS REMEDIOS
Hay de todo y se escucha de todo, desde cosas que en algunos modelos pueden funcionar, como la pasta de dientes, hasta barbaridades como utilizar tipp-ex en calzado blanco de cuero.
El champú es una opción que puede funcionar en muchos casos para limpiar mallas, collares e incluso lenguetas.
La pasta de dientes puede servir muy bien para las zonas de plástico o en mediasuelas blancas para quitar manchas de tinta o rozaduras, pero también en las mallas.
LIMPIADORES Y DESENGRASANTES
Hay muchísimos limpiadores o desengrasantes como el KH-7 que sí te dejan la zapatilla limpia como la patena, pero son muy agresivos por su composición con la zapatilla.
En cambio, hay otros que por experiencias de otras personas sé que han dado buenos resultados, por ejemplo el Kalia Oxi Action, que tiene buena composición y apenas es agresivo. Tendré que probarlo para aplicarlo en zonas con manchas difíciles pero las experiencias que me han contado son bastante buenas, aunque es una afirmación que hago cogida con pinzas.
¿PAPEL DE PERIÓDICO PARA SECARLAS?
Este es un truco muy extendido, es efectivo y eficaz, pero no debes hacerlo. El papel de periódico tiene mucha tinta y, cuando el papel está húmedo es fácilmente transferible a la zapatilla, y no quieres una zapatilla con manchas de tinta, ¿verdad?
Por eso siempre recomiendo papel de cocina, mejor aún que el papel higiénico.
LEJÍA, LACA, ESPUMA DE AFEITAR, MANTEQUILLA…
No soy nada fan de la lejía, si se tiene maña y se quiere limpiar una mancha concreta en el upper (sólo si la zapatilla es blanca) podría utilizarse, o incluso en los cordones si son blancos, pero la lejía no la utilizaría ni siquiera muy rebajada en agua, no suele llevarse bien con las mediasuelas, ni siquiera las de color blanco, pues suelen tornarse amarillentas en presencia de lejía.
La laca ha sido un truco que muchos han utilizado, sobre todo en calzado sneaker. No la utilizaría en zapatillas de running en ningún caso, mucha gente lo utiliza junto con un bastoncillo de oído para limpiar marcas en las piezas de EVA como tinta o rozaduras, pero prefiero otras soluciones menos pringosas.
El alcohol de la laca es el agente que hace efecto, prefiero usarlo antes que la laca o incluso el vinagre sería una alternativa mejor.
La espuma de afeitar nunca lo he probado, pero siempre ha sido un mito que ha corrido por el mundillo, aplicar espuma de afeitar en las manchas dicen que suele funcionar muy bien pero creo que sólo es bastante práctico en cuero, no en el resto de materiales.
La mantequilla de cacahuete es sorprendentemente efectiva en algunos casos, sobre todo en la limpieza de plásticos elásticos que alguna vez componen algunas zapatillas. Para que os hagáis una idea, la correa de algunos relojes, como el Nike+, están compuestas de este tipo de plástico que podemos ver en algún upper de zapatillas ocasionalmente, la mantequilla de cacahuete tiene aceites que eliminan la oxidación química del plástico y, además, lo hacen brillar, así que es una solución muy apta, siempre que se tenga cuidado en aplicar y en limpiar.
¿TODAS LAS ZAPATILLAS DE RUNNING SE LIMPIAN IGUAL?
Actualmente, hay tal diversidad que evidentemente no todas se limpian de la misma manera y hay algunas que requieren más o menos cuidados.
Cómo limpiar las zapatillas de running
Las Nike Flyknit son un ejemplo, su upper es increíblemente bueno pero delicado a la hora de la limpieza. En este caso utilizaría un jabon de mano (el redondo de toda la vida) que sea de calidad y neutro, y lo aplicaría suavemente con agua fría por dentro y fuera del upper, con un paño o cepillo de dientes suave frotaría gentilmente y sin prisa todo el upper, y volvería a pasar un paño húmedo con agua fría y secaría al aire lejos del calor.
Por ejemplo, en uppers termosellados hay que tener cuidado con las abrasiones por rozaduras, hay que cuidar que los cepillos no sean muy agresivos y tampoco les aplicaría mucho calor (no las metería en lavadora), por otra parte con los uppers cosidos no usaría champú.
Las zapatillas de trail con Goretex o las Nike Shield llevan especial cuidado ya que se queda mucha humedad dentro y, aunque son más fáciles de limpiar con un cepillo por fuera, son más complicadas de limpiar al tener más capas y también a la hora de secar Las zapatillas de pista o clavos, por lo general son las más fáciles de limpiar, aguantan muy bien el mal trato y sus suelas son recias y se pueden limpiar de manera más brusca.
Cómo limpiar las zapatillas de running
CÓMO LIMPIAR LOS CORDONES
Lo suelo hacer a mano, ya que estoy. Pero si quieres lavarlos en la lavadora, una opción es la de meterlos en una funda de almohada o alguna bolsa especial de lavado, alguna vez he visto alguna específica para sujetadores. Cualquier cosa que evite que los cordones se enganchen es buena.
BONUS: CÓMO QUITAR UN CHICLE DE LA SUELA
Tienes dos opciones, la paciencia o el gas de mechero, este último aplicado con cuidado puede ser muy efectivo, pero hay que lavar la suela después.
Hemos visto unos pocos consejos dentro de un mundillo demasiado amplio como para abarcar todas las posibilidades, seguro que vosotros tenéis mucho que aportar para el conocimiento de los demás.
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