Aborda los alimentos más adecuados para pacientes oncológicos.
Las náuseas y la diarrea son efectos secundarios frecuentes de las terapias.
¿Qué alimentos pueden ayudar a combatir el cáncer? ¿Cuáles son los más indicados durante la quimioterapia? ¿Qué pueden comer los pacientes para hacer frente a las temidas náuseas? Una oncóloga y una química especializada en nutrición dan respuesta a éstas y otras muchas preguntas en su libro 'Comer para vencer al cáncer' (Ediciones Nobel).
La doctora Paula Jiménez Fonseca, del Hospital Central de Asturias, atendía en su consulta a la madre de Belén Álvarez. "Me sorprendía que, pese a padecer un tumor de las vías biliares -que es uno de los que más deteriora el estado del paciente-, ella siempre tenía muy buenos resultados en sus análisis", comenta la oncóloga a ELMUNDO.es. Su hija, química especializada en Nutrición, se esforzaba en aplicar todos sus conocimientos teóricos para cuidar su alimentación y ayudarle a sobrellevar mejor las terapias.
Portada del libro
De aquella relación en la consulta surgió la colaboración entre ambas profesionales que ahora acaba de ver la luz en forma de libro.
Una obra de consulta que será de gran utilidad para los pacientes con cáncer, pero también para cualquier persona en general, preocupada por lo que se lleva a la boca.
Como explica la oncóloga asturiana, el libro está dividido en dos partes. En la primera se aborda lo que podría denominarse una 'dieta anticáncer', es decir, un decálogo de 10 grupos de alimentos con potentes propiedades antitumorales; pero también cómo cocinarlos (por ejemplo, para evitar las flatulencias de las coles) o cuáles evitar.
"La dieta 'preventiva'", explica la oncóloga, "debería cuidar mucho las calorías que ingerimos, debe ser muy equilibrada, rica en frutas y verduras, con pescado azul, poca carne...".
Y añade: "deberíamos restringir las bebidas azucaradas, la bollería industrial o las chucherías, que contienen muchos azúcares vacíos, que no tienen sentido en el organismo".
Belén Álvarez aclara que todos los alimentos incluidos en su lista están avalados por estudios científicos, como las coles, algunos de cuyos compuestos se encuentran entre los antioxidantes más potentes. En segundo lugar aparecerían los ajos y cebollas ("potentes antiinflamatorios y antisépticos naturales"), el tomate ("rico en licopeno"), los cítricos y su vitamina C, la lechuga y otras verduras verdes ricas en clorofila, las fresas y otros frutos rojos con abundantes polifenoles, las setas, el pescado azul, el yogur natural y el pan y, en décimo lugar, el aceite de oliva.
Para pacientes con cáncer
En el caso de los pacientes oncológicos, las recomendaciones nutricionales cambian debido precisamente al efecto que tiene el tumor en el metabolismo del organismo. Como explica la especialista, "el cáncer te consume, y aunque el paciente no se mueva destruye los depósitos del organismo", por lo que es necesario que los pacientes cuiden especialmente su alimentación para evitar una de las secuelas más frecuentes en los servicios de oncología, la anorexia y la caquexia (pérdida de apetito). "Por este motivo, los pacientes necesitan un aporte extra de proteínas y restringir el azúcar que, por ejemplo, pueden sustituir por un edulcorante natural como la stevia".
El libro también ofrece recetas y consejos contra otros dos compañeros habituales del cáncer, las náuseas y la diarrea. "Para esta última se suele recomendar comer arroz, pero ¿quién puede estar comiendo arroz los seis meses que puede durar un tratamiento de quimioterapia?", se pregunta. "En cambio, pocos oncólogos recomiendan fibra soluble, que sí es beneficiosa".
Por eso el libro incluye 10 recomendaciones para cada síntoma típico del cáncer: investigar la causa que puede estar originando el problema, la forma de cocinar más beneficiosa, los alimentos a potenciar o restringir, pequeños trucos útiles, recetas... y todo ello combinado con dichos o refranes para acabar cada capítulo.
Jiménez reconoce que muchos pacientes salen de la consulta de su oncólogo sin tener las nociones más básicas en materia de alimentación, y lo atribuye a un combinado de factores:
"A veces es por el propio desconocimiento de los médicos, porque no tenemos ninguna asignatura en la carrera sobre esto; a veces por la excusa de que no hay tiempo o porque no se le da suficiente importancia al tema", admite.
Una idea en la que coincide el autor del prólogo, el doctor Alfredo Carrato, ex presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), "me gusta este libro, ayuda a responder a la repetitiva pregunta que nos hacen diariamente nuestros pacientes y familiares sobre la dieta más conveniente en cada caso".
María Valerio | Madrid
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