AGRUPAR
A LOS ALUMNOS EN CLASES O POR EDADES ES ANTIGUO
El norteamericano MARC
PRENSKY es fundador y director ejecutivo de Games2train -compañía de
aprendizaje basado en el juego- y fundador de The Digital Multiplier
-organización dedicada a eliminar o paliar la brecha digital que subyace
hoy en la enseñanza y en el aprendizaje en todo el mundo-. Es un
extraordinario orador y conferenciante, escritor, consultor y diseñador de
juegos de aprendizaje, muchos de los cuales ya se utilizan en el mundo de
la educación.
Prensky comenta en una entrevista realizada por Pilar Álvarez para el portal El País
(España) que
los padres de familia que siempre han tenido la misma educación quieren que sus
hijos sigan en la misma línea, pero mejorada. Pero eso no va a ayudar a sus
hijos en el futuro, de hecho les va a perjudicar. Necesitan empezar a entender
que el mundo en el que viven sus hijos y en el que van a vivir es muy
diferente. Tenemos que educar a los padres. Las cosas están cambiando muy
rápido. En 20 años el mundo será muy diferente. Ya no servirá más que los
alumnos sean buenos en matemáticas, lengua o sociales.
Compartimos la siguiente entrevista con
motivos educativos – pastorales, esperamos que sea de reflexión para profesores
y padres de familia.
“No
necesitamos exámenes ni asignaturas”
Este divulgador educativo de Nueva York,
pionero en hablar de nativos digitales, predica a sus 70 años un cambio radical
en las escuelas
“Los padres dicen a los
profesores: ‘No experimenten con mis hijos’ y lo impensable es justo no
experimentar”. El neoyorquino
Marc Prensky, afamado orador y consultor de innovación educativa, lleva décadas
intentando darle la vuelta a la escuela. A sus 70 años, ha dado conferencias en
más de 40 países y tiene siete libros publicados, además de un centenar de
artículos. Quizá el más famoso es en el que acuñó los términos “nativo
digital” e “inmigrante digital” allá por 2001.
Es
un gran defensor del aprendizaje basado en proyectos, un modelo que pone a
los chicos a experimentar en el aula como si estuvieran en el mundo real, al
margen de las asignaturas o las clases divididas en horas. Prensky ha participado
este martes en Madrid en el foro Imaginando el futuro de la Educación,
organizada por la Cumbre Mundial para la Innovación en Educación (WISE, por sus
siglas en inglés) y el Banco Santander.
Pregunta. Si pudiera partir de cero, ¿cómo construiría un colegio?
Respuesta. No necesitamos clases porque
agrupar a los niños en esos grupos artificiales es antiguo. Lo es incluso
agruparlos por edades porque siempre tienen capacidades diferentes. Necesitamos
espacios donde puedan hacer proyectos, trabajar juntos, colaborar, con los
profesores dando vueltas alrededor y entrenándoles. Cada vez más escuelas están
cambiando, ves miles de ejemplos por todo el mundo.
Pide usted que se experimente con los alumnos en las escuelas, pero eso
es difícil de entender para las familias.
Los
padres que siempre han tenido la misma educación quieren que sus hijos sigan en
la misma línea, pero mejorada. Pero eso no va a ayudar a sus hijos en el
futuro, de hecho les va a perjudicar. Necesitan empezar a entender que el mundo
en el que viven sus hijos y en el que van a vivir es muy diferente. Tenemos que
educar a los padres. Las cosas están cambiando muy rápido. En 20 años el mundo
será muy diferente. Ya no servirá más que los alumnos sean buenos en
matemáticas, lengua o sociales.
¿Pero a qué se refiere exactamente con experimentación?
A
tener un mes en el que los estudiantes trabajen en proyectos, por ejemplo. A
buscar fórmulas diferentes para preparar a los chicos para el mundo. En muchas
escuelas se está haciendo. Dedican la mitad del día para un tema y la otra
mitad para otra cosa. Hay muchas formas de hacerlo. Como padre tienes que
admitir: “No es lo que yo tuve pero a mi hijo parece gustarle. Parece que está
creciendo con esto y lo acepto”.
Supongo que en su modelo no caben los deberes o los exámenes.
Cuando
tienes hijos que están muy interesados en hacer los proyectos en los que están
trabajando, no necesitas deberes porque ellos siguen haciéndolo todo el tiempo,
están emocionados. Y los exámenes se acabarán una vez que terminemos con las
asignaturas. No necesitamos exámenes ni asignaturas. Lo que nos indicará si los
chicos lo están haciendo bien es que lo hayan hecho, que aprovechan. No tenemos
que calificar a los chicos de forma individual nunca más. Es el viejo sistema.
Las tablas de multiplicar, la Revolución Francesa, la fórmula de la
velocidad. ¿Cómo garantizar que los chicos aprenden todo eso en un mundo sin
horarios ni asignaturas?
Los
chicos son muy diferentes y necesitan cosas distintas. Las cuestiones en las
que coinciden todos son muy pocas. Quizá algo de lectura, algo de matemáticas
básicas. Depende de cómo es cada chico. Hay algunos que los saben todo de la
Revolución Francesa y otros que solo saben que ocurrió. Y quizá es todo lo que
deben saber. Vamos a los detalles, y el problema es que incluimos más y más
detalles y no nos centramos en lo que es realmente importante
¿Garantizan estos nuevos métodos educativos vías para aprender
disciplina, las reglas, los límites?
Cuando
haces proyectos y estás intentando mejorar el mundo, por supuesto que entras en
contacto con todas esas cosas, porque estás trabajando en el mundo real. No se
trata de enseñar límites. El día que sales al mundo real los ves y aprendes
cómo manejarlos. Es mucho más inteligente exponer a los chicos a la vida lo
antes posible.
En 20 años no servirá
que los alumnos sean buenos en Matemáticas o Lengua
¿Cómo cree que deben prepararse los profesores?
Un
buen entrenador no tiene que jugar al fútbol mejor que su equipo, pero tiene
que saber cómo transformar a sus chicos en mejores jugadores de fútbol. En eso
se tienen que transformar los profesores. Lo interesante es que hacen una cosa
en clase, porque creen que tienen que hacerlo: contenidos, charlas, … Pero
luego, a menudo después de dar la lección, hacen programas especiales o entrenan
a equipos de deportes. Saben que lo segundo funciona pero sienten que tienen
que hacer lo antiguo. Y están perjudicando a los chicos cuando lo hacen.
¿Qué se puede aprender con un videojuego que no enseñe un profesor?
Los
videojuegos son buenos para algunas cosas, para la persistencia, para que los
chicos se muevan en distintos niveles y con distintos elementos. Pero no lo
hacen todo. No son buenos para los contenidos, aunque sí para las habilidades.
Tenía una empresa de videojuegos educativos y la dejé. Llegué a la conclusión
de que pueden cambiar algunas cosas, pero no suponen un gran cambio. La
educación necesita nuevas metas, para mejorar el mundo no es suficiente.
En España ha salido recientemente un libro ‘Los nativos digitales no
existen’ que discute los términos que usted acuñó y habla de huérfanos
digitales.
El
concepto de nativo digital ha sido terriblemente malinterpretado,
principalmente por los académicos. Creen que significa que los chicos lo saben
todo de la tecnología pero no es así. Lo que significa es que los chicos viven
en un mundo diferente, con otras reglas y actitudes. No piensan del mismo modo,
no creen que las llamadas telefónicas sean caras como solíamos pensar nosotros
ni que la privacidad es la cosa más importante del mundo. Saben que son
diferentes, que tienen diferentes herramientas, más capacidades.
Este contenido ha sido publicado originalmente por
El País (España) en la siguiente dirección: elpais.com
http://webdelmaestrocmf.com/portal/agrupar-los-alumnos-clases-edades-antiguo/?utm_source=blogsterapp&utm_medium=facebook
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