Sócrates 469 – 399 AC
Sin saberlo, este fantástico filósofo de la Grecia antígua, estaba estableciendo, la existencia de lo que hoy, 2400 años después, llamamos Factores de Riesgo... Lo que no pudo imaginar Sócrates fué, que tantos años después, ustedes y yo, íbamos a estar aquí, en Cardioactivo Capacitaciones, por la Web, estudiando y trabajando juntos, justamente para ayudar a estos pacientes, (incluso a los que no están dispuestos a modificar nada) a vivir mas y mucho mejor por medio de la Cardiología del Ejercicio y la Prevención en todas sus formas…
La Cardiopatía Isquemica es parte de una enfermedad sistémica (aterosclerosis) que involucra habitualmente también otras áreas del árbol arterial, dicha afección es altamente prevalente en ambos sexos y produce distintas manifestaciones clínicas según sea su magnitud y sitio de aparición. (1) (Thom, 2006)
Actualmente se considera a la enfermedad coronaria como un complejo proceso en donde la inflamación juega un rol fundamental en la génesis de la enfermedad, el tiempo de su evolución y el tipo posible de complicación. (2) (Goldschmidt-Clermont, 2005)
La OMS estima una mortalidad mundial de 16.700.000 personas por año, como consecuencia de esta enfermedad y proyecta para el año 2020 un crecimiento en todos los países del mundo que generara las tres cuartas partes de la mortalidad total, como consecuencia de la cardiopatía Isquemica. (3) (Thom, 2006 b)
Las enfermedades cardiovasculares no respetan las fronteras, el género ni las condiciones socioeconómicas.
Todo esto ocurre, pese a los importantísimos avances de las últimas décadas en lo que hace a tecnología diagnóstica y recursos terapéuticos, corresponde entonces preguntarnos: ¿que estamos haciendo mal?
Podemos decir que siendo la enfermedad coronaria (EC) una enfermedad crónica y multicausal, en donde los factores de riesgo coronario tienen una notable ingerencia como lo muestran Yusuf y sus colaboradores alrededor del mundo en el Interheart Study en donde luego de evaluar 29.972 pacientes en 262 centros médicos de 52 países, abarcando los cinco continentes concluyen que, a pesar de las diferencias étnicas, raciales y medioambientales la presencia común de solo nueve, de los 270 factores de riesgo cardiovascular conocidos (tabaquismo, dislipemia, hipertensión arterial, sedentarismo, diabetes, sobrepeso y obesidad, mala calidad de alimentación, y alteradas condiciones psicosociales) aumentan exponencialmente el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular. (4) (Yusuf, 2004)
Estos resultados debieran estimular a los médicos en general y a los cardiólogos en particular, a hacer uso de las medidas apropiadas de prevención primaria y secundaria que permitan reducir la incidencia de esta enfermedad y sus complicaciones una vez declarada.
Sin embargo cada día asistimos al aumento del número de personas que adoptan estilos de vida totalmente nocivos para su salud, el 80% de la población de mediana edad es sedentaria y empeora en edades más avanzadas,el 34% de la población adulta fuma y lo que es aun peor, los que debieran ser los consejeros de esos fumadores, es decir los médicos, fuman en igual proporción, además el 50% de ellos, descree de la efectividad del simple consejo medico para el abandono del hábito y el 67% declara en un reciente estudio, no saber como actuar ante un paciente fumador (5) (Guía Nacional de Tratamiento de la adicción al tabaco Ministerio de Salud y Ambiente de la Nación 2005)
La mala alimentación, el sobrepeso, la obesidad y el síndrome metabólico adquieren dimensión epidémica por un crecimiento desmesurado en las últimas décadas, como lo demuestran las investigaciones realizadas en la población de los EEUU (6) (Poirier, 2005)
La Hipertensión Arterial a pesar de ser una enfermedad fácilmente diagnosticable y tratable, continúa siendo una fuerte amenaza para mas del 68% de la población que la padece, ya sea por no haber sido diagnosticada o bien por estar insuficientemente tratada (7) (Chobanian, 2003) (8) (Wang, 2005)
Las condiciones psicosociales, las exigencias de la vida moderna, el stress y la depresión son cada vez mas frecuentes en nuestra sociedad y no hacen mas que empeorar la situación estableciendo las bases para el inicio y las futuras complicaciones de la enfermedad arterial coronaria.
Por otra parte sabemos que el 68% de los Infartos agudos de miocardio, ocurren por accidentes de placas ateromatosas con obstrucciones menores al 50% (estenosis leves) y solo el 14% de ellos, se deben a lesiones mayores al 70% (estenosis severas) (9) (Lerman, 2005)
Incluso el endotelio de las arterias coronarias puede encontrarse severamente enfermo sin mostrar estenosis luminar, tal como podemos comprobar cuando utilizamos el IVUS (ecografía intracoronaria), por lo cual cuando procedemos a efectuar algún procedimiento intervencionista para tratar las lesiones severas, posiblemente no estaremos tratando el mayor de los problemas de la EC si no lo acompañamos de una precisa y estratégica indicación de prevención secundaria que continúe el tratamiento integral de la cardiopatía coronaria.
Debemos tener presente, que la aterosclerosis es una enfermedad de “cuatro conceptos” (10) (Vilariño, 2004)
1ro.
Es una “enfermedad difusa”, quien tiene una enfermedad coronaria tiene mayor probabilidad de sufrir en algún momento de su evolución un accidente cerebro vascular o una claudicación intermitente de miembros inferiores en un período de diez años como lo demostró un subestudio de Framinghan realizado sobre 5.209 pacientes.
2do. Es una “enfermedad heterogénea y multiforme” dado que podemos encontrar placas ateromatosas con diferentes grados de evolución y morfología, ya sea en distintos territorios arteriales o incluso en una misma arteria.
3ro.
Es “más importante la calidad que la magnitud de la placa”, siendo una enfermedad heterogénea y multiforme, la estructura y composición de las placas pueden variar, siendo su calidad diferente según sea su período evolutivo y las condiciones generales durante su génesis, así tenemos placas fibrosas y estables con una gran cubierta de colágeno gruesa y resistente que recubre un pequeño cuore lipídico central (placas estables que habitualmente tienen una importante impronta hacia la luz del vaso) fácilmente visibles en la cinecoronariografía y por otro lado, placas vulnerables o inestables con un importante cuore lipídico, excéntrico, recubierto por una delgada y frágil cubierta fibrosa, con abundante infiltración de linfocitos T, monocitos y macrófagos constituyendo un estado inflamatorio exacerbado e inestable, placas estas en general pequeñas, con escasa manifestación sobre la luz del vaso y por lo tanto mas difícil de pesquisar en la cinecoronariografía, método patrón utilizado en el diagnóstico de la enfermedad coronaria.
4to.
Es una “enfermedad poligénica y multifactorial” es decir que tanto los factores de riesgo causales, predisponentes y/o condicionales conocidos, tienen una ingerencia directa no solo en la génesis sino en el tipo de composición de la placa y por ende su forma posterior de evolución. (11) (Grundy, 2005)
Es en este contexto entonces, en donde un amplio y completo tratamiento debiera ser aquel que pudiera integrar todas las piezas de esta compleja enfermedad, aquel que en forma estructurada y sistemática utilizara todas las herramientas terapéuticas tradicionales conocidas, mas aquellas que permitan tratar no solo las lesiones severas, sino todas las lesiones existentes y aquellos factores de riesgo que potencialmente día a día se constituyen en un conjunto de agentes nocivos que dañan, con la fuerza del agua que orada la roca, al endotelio vascular vulnerable, iniciando una cadena de eventos, que de no efectuarse los cambios necesarios, pueden llevar a la muerte o a la pérdida de la calidad de vida de quien padece esta enfermedad.
Ese tratamiento integral es la rehabilitación cardiovascular que, como tratamiento integrador y multifactorial, no tiene por función reemplazar a los otros tratamientos convencionales, sino que, por el contrario, optimiza sus resultados y permite integrar el cuidado de prevención secundaria abarcando todos los aspectos físicos, psíquicos y sociales que afectan al paciente portador de una enfermedad coronaria.
La rehabilitación cardiovascular se define como una práctica cardiológica terapéutica que tiene por objeto llevar a los pacientes cardiovasculares al mejor estado posible en su condición física, psíquica y social – vocacional, ayudando a los pacientes a recuperar y/o mantener una vida plena y activa, constituyéndose en personas útiles para si mismos y para la sociedad toda. (12) (Leon, 2005)
Dicha práctica terapéutica utiliza para lograr sus objetivos, tres herramientas fundamentales, ellas son: la educación sanitaria, la actividad física programada y el control cardiológico. (13) (Balady, 2000)
Para comprender de que manera la rehabilitación cardiovascular con sus tres herramientas actúa sobre la enfermedad coronaria, se deben conocer profundamente todos los aspectos fisiopatológicos que condicionan a la enfermedad, como así también los efectos del ejercicio de rehabilitación, de la contención psicosocial y de los controles médicos que se llevan adelante mediante el desarrollo de este tratamiento.
Prof. Dr. Alejandro M. Gómez Monroy - Especialista Consultor en Cardiología - Director de Cardioactivo Capacitaciones y del Instituto de Rehabilitación Cardiovascular "Asistencia Cardiológica Integral" de La Plata - Argentina - www.cardioactivo.com.ar -
Bibliografía
1) Thom T., Haase N., Rosamond W., y Col. Heart Disease and Stroke Statistics—2006 Update: A Report From the American Heart Association Statistics Committee and Stroke Statistics Subcommittee Circulation 2006;113;85-151.
2) Goldschmidt-Clermont P., MD; Creager M., MD; Douglas W. y Col. Circulation. 2005;112;3348-3353.
3) Thom T., Haase N., Rosamond W., y Col. Heart Disease and Stroke Statistics—2006 Update: A Report From the American Heart Association Statistics Committee and Stroke Statistics Subcommittee Circulation 2006;113;85-151. (b)
4) Yusuf S, Hawken S, Ounpuu S et al. Effect of potentially modifiable risk factors associated with myocardial infarction in 52 countries (INTERHEART study): case-control study. Lancet. 2004 Sep 11;364(9438):937-52.
5) Guía Nacional de Tratamiento de la adicción al tabaco. Ministerio de Salud y Ambiente de la Nación 2005.
6) Poirier P., MD, PhD, FCRPC; Giles T., MD; Bray G., MD; y COL Obesity and Cardiovascular Disease: Pathophysiology, Evaluation, and Effect of Weight Loss. Circulation. 2006;113:898-918.
7) Chobanian A., Bakris G., Black H., y Col. Evaluation, and Treatment of High Blood Pressure Seventh Report of the Joint National Committee on Prevention, Detection, Hypertension 2003;42;1206-1252;
8) Wang T., MD; Vasan R., MD Epidemiology of Uncontrolled Hypertension in the United Status. Circulation. 2005;112:1651-1662
9) Lerman A., MD; Zeiher A., MD Endothelial Function Cardiac Events Circulation. 2005;111;363-368.
10) Vilariño J.; Esper R.; Badimon J.; Fisiopatología de los síndromes coronarios agudos, Tres paradigmas para un nuevo dogma. Revista Española de Cardiología Suplemento 2004;4:13G-24G
11) Grundy S., MD, PhD; Prevention of atherosclerotic cardiovascular disease: why are the benefits of lifestyle therapies neglected? Dialogues Cardiovasc. Med. 2005;11:73-86.
12) Leon A., MD, MS, Chair; Franklin B., PhD; Costa F., MD; Cardiac Rehabilitation and Secondary Prevention of Coronary Heart Disease. Circulation. 2005;111:369-376.
13) Balady G., MD (chair); Ades P., MD; Comoss P., RN; Core Components of Cardiac Rehabilitation/Secondary Prevention Programs. Circulation. 2000;102:1069-1073.
http://g-se.com/es/org/cardioactivo/blog/corazon-ejercicio-y-prevencion-tres-palabras-que-dicen-mucho-mas¿
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