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domingo, 18 de mayo de 2014

COMER EN FAMILIA UN PODEROSO ALIADO PARA ADQUIRIR MEJORES HÁBITROS

El por qué unas personas comen mejor que otras tiene una respuesta esquiva. Que esto sea así, probablemente se deba a la existencia de una buena cantidad de condicionantes desde individuales, a sociales, culturales, económicos y, por su puesto, familiares. En cuanto a estos últimos y desde hace tiempo se ha venido dando un especial hincapié a la importancia de realizar comidas en familia. Por ejemplo, en este estudio Associations between watching TV during family meals and dietary intake among adolescents (“Vínculos entre el ver la televisión durante las comidas familiares y la ingesta dietética de los adolescentes”) se estudiaron los hábitos dietéticos de cerca de 4.800 adolescentes estadounidenses de en torno a los 15 años de edad. Entre ellos se constató que las comidas que se realizaban en familia tenían una mejor calidad dietética, eran más saludables, con más cantidad de alimentos vegetales y menor presencia de refrescos y frituras. 

Al mismo tiempo, tal y como reza el título, se midió la influencia de la televisión (encendida o apagada durante las comidas) y se constató que cuando la TV estaba encendida la calidad de los menús decrecía. Sin embargo, y esto es importante, aun comer en familia pero con la TV encendida estaba asociado a una mejor calidad que cuando los jóvenes comían por su cuenta (no en familia… aunque no se aclara si además viendo o no la TV). Por tanto, tal y como recomienda este estudio y en concordancia con otras evidencias en este mismo sentido, se alienta a que todos los responsables de salud hagan el esfuerzo de recomendar a las familias los beneficios de comer juntos, así como el mantener la televisión apagada durante ese momento. En mi casa, no sé si lo he contado alguna vez, hacemos el 90% de la vida en la cocina. En su día (hace años ya) tuvimos la oportunidad de, al hacer la reforma, instalar antena de TV en la cocina y el hecho es que la pusimos… pero no la utilizamos, y me refiero a la toma de la antena, porque la realidad es que nunca jamás una TV ha pisado nuestra cocina. 

Y lo cierto es que no se le echa de menos en absoluto. Ni está, ni se le espera… que decía aquel. Antes de despedirme déjame decir que las relaciones entre el comer o no en familia y la obesidad de los hijos no está tan clara. Comer “mejor” parece que sí, pero que el comer en familia esté relacionado con el estatus ponderal de los hijos no resulta ser algo especialmente evidente, al menos de momento. En esta revisión sistemática sobre la relación de las comidas familiares y la obesidad en la infancia (Frequency of family meals and childhood overweight: a systematic review) concluye que no se encontraron pruebas consistentes de una relación inversa entre el número de comidas familiares y el riesgo de sobrepeso en la infancia. 

Los autores reconocen la dificultad de poder obtener una perspectiva concluyente de estas cuestiones habida cuenta de los múltiples factores de confusión que pueden interferir en el resultado. Por mi parte, en mi casa seguiremos comiendo en familia siempre que podamos, eso lo tenemos todos clarísimo. Si te ha gustado esta entrada quizá te interese: Si tú comes bien, ell@s comen bien Enseñar a comer es enseñar a crecer No ponga a su hijo a dieta. Mejore su estilo de vida
http://blogs.20minutos.es/el-nutricionista-de-la-general/2014/05/16/comer-en-familia-un-poderoso-aliado-para-adquirir-mejores-habitos-dieteticos/c

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