Se acerca la primavera y con ella las molestias nasales asociadas a las alergias pero existen otros trastornos de la cavidad nasal que pueden cursar con síntomas parecidos y cuyo origen es completamente diferente. El diagnóstico precoz es clave para prevenir las fases más graves de este trastorno que necesita en ocasiones intervención quirúrgica.
La poliposis nasal es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta a la mucosa de la nariz y de los senos paranasales dando lugar a unas formaciones translúcidas de aspecto semejante a los granos de uva que se denominan pólipos y aparecen en las dos fosas nasales.
Entre los principales síntomas del trastorno se encuentran la secreción nasal mucosa anterior y posterior, dolor facial, pérdida de olfato y obstrucción nasal.
Según explica a Infosalus Antonio Valero, miembro del Comité de Rinoconjuntivitis de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), el diagnóstico de la enfermedad suele ser tardío debido a que la sintomatología inicial es parecida a la de una rinitis alérgica. El estudio alergológico suele resultar negativo aunque en ocasiones pueden existir pruebas cutáneas positivas frente a alérgenos ambientales, sin estar estos relacionados directamente con la poliposis.
Sin embargo, Valero señala que con el avance de la enfermedad la obstrucción nasal empeora y se suele presentar el síntoma guía del trastorno: la pérdida de olfato.
Cuando este sentido se pierde en el paciente y no existe otra causa aparente para ello, como un traumatismo craneoencefálico, el diagnóstico de poliposis nasal se presenta con claridad.
"Los pacientes pierden olfato y por tanto pierden el sabor por los alimentos", explica Valero en relación a la pérdida total o parcial del olfato en los pacientes con poliposis nasal.
Los corticoides, claves en el tratamiento
El tratamiento inicial se realiza con corticoides tópicos nasales, cuando existe una exacerbación de los síntomas se aplican corticoides orales y en ocasiones son precisos los antibióticos. En los casos más graves se debe realizar una intervención quirúrgica para extirpar los pólipos por vía endoscópica nasal.
A pesar de la cirugía, Valero señala que la intervención elimina la obstrucción nasal pero no la enfermedad, que sigue su curso y conlleva un tratamiento de mantenimiento.
Los fármacos corticoides reducen los síntomas nasales, el tamaño de los pólipos y sus recurrencias tras la intervención quirúrgica.
"Cuando después de la cirugía se plantea el tratamiento con corticoides tópicos nasales, el número de cirugías se reduce de forma muy importante", explica el doctor, especialista en Alergología del Servicio de Neumología y Alergia Respiratoria del Hospital Clinic de Barcelona.
Según explica Valero, aunque se desconoce el origen de la enfermedad, se asocia con cierta frecuencia al asma y a la intolerancia a antiinflamatorios no esteroideos (AINE).
Preguntas más frecuentes
A pesar de que la prevalencia exacta de la poliposis nasal se desconoce, ésta oscila entre el 1% y el 3% de la población. En conjunto se observa una mayor prevalencia en varones que en mujeres, con una proporción de dos a uno, y su máxima incidencia está entre quienes tienen entre 40 y 60 años. En niños es muy infrecuente y se asocia sobre todo a la fibrosis quística.
En 2010 se presentó el Proyecto POLINA, el primer documento de consenso sobre la poliposis nasosinusal realizado de forma conjunta por representantes de la SEAIC y la Sociedad Española de Otorrinolaringología (SEORL). Fruto del trabajo de ambos colectivos médicos es también un folleto dirigido a pacientes donde se dan respuesta a las preguntas más frecuentes sobre el trastorno. Infosalus ha extraído algunas de ellas:
¿Es contagiosa?¿Es hereditaria?
No es una enfermedad contagiosa ni hereditaria, aunque puede haber casos familiares.
¿Cómo se puede sospechar que se tiene una poliposis nasal?
El paciente puede sospecharlo si progresivamente empieza con obstrucción nasal que no mejora, si tiene pérdida de olfato o mucosidad espesa, y más raramente si tiene sensación de opresión en la cara.
¿Cómo se diagnostica?
Tras la sospecha debido a los síntomas, la confirmación diagnóstica se basa en la visualización de los pólipos por rinoscopia o endoscopia nasal. Se utilizan pruebas de imagen como la tomografía computarizada para valorar la extensión de los pólipos, si se precisa tratamiento quirúrgico o si existe sospecha de complicaciones.
Además de los fármacos
¿existen otras medidas para el tratamiento?
El sonado frecuente para eliminar la mucosidad nasal y los lavados nasales con sueros nasales isotónicos o hipertónicos mejoran la calidad de vida y la evolución de la enfermedad.
¿Hay complicaciones en el tratamiento médico o quirúrgico?
Cuando el tratamiento con corticoides orales se utiliza en tandas de corta duración y bajo supervisión médica, sus efectos adversos disminuyen mucho y el tratamiento es bastante seguro. Los corticoides tópicos nasales pueden considerarse, en general, fármacos seguros, cuando se administran a las dosis recomendadas en la ficha técnica del producto. Las complicaciones de la cirugía son muy raras, pero pueden acontecer. Su médico, en caso de proponerle la operación, le dará todas las explicaciones.
¿Es una enfermedad maligna o puede llegar a degenerar en cáncer?
No es un proceso maligno. De hecho, son las protrusiones inflamatorias mas frecuentes de las fosas nasales, y no degeneran en enfermedades neoplésicas benignas o malignas. No obstante, los casos en que esté afectada sólo una fosa nasal requieren una evaluación más precisa.
¿Qué médico especialista debe tratar mi poliposis nasal?
Como es frecuente su asociación con otras enfermedades respiratorias, es necesaria la participación de diferentes especialistas (ORL, Alergología, Neumología), además de su médico de Atención Primaria.
11 Mar. (Infosalus/EP) -
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