LA EDUCACIÓN (FÍSICA) PARA LA SALUD

OPINIÓN 

La educación (física) para la salud Cuando pueden elegir, los chicos prefieren aprender a través de los sentidos y a experimentar por el movimiento.Cuando pueden elegir, los chicos prefieren aprender a través de los sentidos y a experimentar por el movimiento. Disfrutan de los espacios abiertos, y su límite para la concentración en acti­vidades teóricas no supera los 35 minutos. Por ello les resulta difícil comprender que desde los 6 años deben instalarse en un aula, atentos e interesados durante todas las horas que durarán su primaria y secundaria. Mientras tanto, el cuerpo va perdiendo sus mejores años de elasticidad, flexibilidad y adquisición de gestos deportivos. La educación física de las escuelas actuales forma parte de los denominados núcleos de aprendizaje prioritarios del Ministerio de Educación, que es el conjunto de contenidos comunes e indispensables del sistema educativo argentino. Allí se plantean claros objetivos para la materia. Sin embargo, el tiempo destinado a su desarrollo equivale a la mitad de lo que se adjudica, por ejemplo, a Matemáticas. 

De tal modo, Educación Física no puede dejar de percibirse como una materia menos importante. Si el documento nacional citado propone “la participación en prácticas corporales y ludomotrices saludables que impliquen aprendizajes significativos, disfrute, inclusión, cuidado de sí mismo, de los otros y del ambiente”, las palabras “educación física” resultan limitadas para tan amplios objetivos. Es interesante resignificar el concepto. Mantener quietos a los chicos en la edad de su mayor potencia física es paradójico. Esta situación no sólo los involucra a ellos, deseosos de moverse. Están los maestros, pidiendo dedicación a los contenidos y a la vez un mínimo orden para organizar su tarea. También los padres, tironeados entre ambos. Y, en un lugar expectante, los profesionales de la salud, requeridos para calmar a la multitud de hiperactivos que alteran el orden escolar. La realidad muestra a todos inconformes: niños inquietos, maestros tan preocupados por sostener el orden como por dictar su materia, padres desorientados y médicos obligados a recurrir a más fármacos y divanes. ¿Y si se pensara en incrementar la importancia de la actividad física escolar? En países donde se ampliaron las horas destinadas a educación física, las tasas de indisciplina y violencia escolar se redujeron. 

La simple idea de que “estaba permitido moverse” desactivó en muchos chicos la intención de molestar de diversas maneras a sus compañeros. También aumentó el nivel de atención y la comprensión de contenidos, logrando mejores resultados académicos finales. Es innegable que con actividad física se consiguen habilidades y destrezas que transcienden las asignaturas escolares. Los chicos aprenden lo esencial: “las reglas de juego”. Se comprenden la espera, la tolerancia, la jerarquía y las diferencias, a partir de descubrir limitaciones, propias y ajenas. En el juego y en el deporte, se aprende a perder y a ganar; y lo bueno en ambos casos. E, invariablemente, aquellos que aprenden a cuidar su cuerpo evitan dañarlo con sedentarismo, alcohol, tabaco u otras drogas. La actividad física podría insertarse en el cursado de muchas otras asignaturas, permitiendo que el cuerpo también memorice las experiencias. 

La fisiología actual considera que la memoria muscular es más perdurable que la cerebral. Lo confirman aquellas personas que aprendieron a manejar bicicletas en la infancia y vuelven a hacerlo hábilmente, pero no recuerdan fórmulas químicas aprendidas a la misma edad. Tal registro es indeleble, incrementando no sólo el rendimiento escolar sino facilitando la capacidad para afrontar situaciones cotidianas. En la actualidad, muchos países plantean reformas que amplíen las actividades físicas, especialmente extracurriculares. Clases al aire libre, caminatas o bicicleteadas mientras se dicta Lengua, Geografía o un idioma. Se busca integrar una auténtica educación para la salud como estrategia pedagógica. Porque toda educación vincula con la salud. Y la salud, inevitablemente, con la libertad. 

*Médico http://www.lavoz.com.ar/opinion/la-educacion-fisica-para-la-salud