EDUCACIÓN | Sanitaria
Siete de cada 10 adolescentes desconoce el número al que tiene que llamar en caso de una emergencia, según se desprende de una encuesta sobre soporte vital básico que se ha presentado en el '33 Congreso de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC)', que se ha celebrado en Granada.
A la vista de estos resultados, la doctora María Isabel Salado, una de las autoras de la encuesta y que trabaja en el Dispositivo Sanitario de Apoyo Bahía-La Janda en Cádiz, se ha referido a la necesidad "de realizar talleres de soporte vital básico y accidentabilidad en colegios e institutos para aumentar la supervivencia en caso de paradas cardíacas, accidentes o atragantamientos".
Ha aludido también a la labor del médico de familia, ya que, "igual que informa a los pacientes sobre alimentación, la importancia de realizar ejercicio, etcétera; también debe dedicarle tiempo a instruir a la población en técnicas básicas de manejo de las emergencias, y los cursos en los colegios son una manera de captar a buena parte de la población".
Sin duda, ha proseguido, "una buena forma de que sepan cuándo tienen que alertar a los servicios sanitarios, así como de que conozcan su trabajo y el de otros muchos profesionales, como los que trabajamos en los dispositivos de cuidados críticos y urgencias o los enfermeros de los centros de salud".
Los expertos cifran la probabilidad de supervivencia en una parada cardiorrespiratoria entre el 0 y el 20%, aunque si se inician rápidamente las maniobras de reanimación cardiopulmonar "esta probabilidad puede duplicarse o triplicarse".
Además, con estas maniobras podremos conseguir disminuir las secuelas que la falta de oxígeno pueda ocasionar en el cerebro", aclara la experta.
Cursillos de reanimación
La encuesta, realizada a 168 adolescentes, también revela que sólo un 29,16% de los adolescentes conoce o ha oído hablar de las maniobras de RCP y la secuencia de compresiones torácicas-ventilaciones que se debe aplicar, mientras que el 8,33% conocía o había oído hablar de la cadena de supervivencia, "donde los ciudadanos son tan importante como los médicos", asegura la doctora Salado.
En cuanto a las técnicas de desobstrucción de la vía aérea, el 45,8% conocía la técnica de Hemlich, pero sólo un 5,43% sabía realizarla. Por todo ello, considera que estos cursos "deberían incluirse en los programas formativos de todos los colegios".
"Aparte de enseñar a los alumnos a reconocer una situación de riesgo vital como una inconsciencia, un problema de respiración o qué hacer ante una hemorragia, "se favorece también el desarrollo, que es clave a esas edades, de una actitud solidaria. Toman conciencia de que su actuación es importante, que pueden hacer algo positivo ante una complicación inesperada", comenta.
Desde hace años semFYC tiene entre sus objetivos la formación como monitores de soporte vital básico de médicos de familia y personal de enfermería en centros de salud de toda España. Una labor que realiza a través del programa ESVAP, el cual de forma progresiva ha ido abriendo estos cursos a otras profesiones, entre ellas a los maestros.
Vídeos, diapositivas, juegos interactivos, etcétera, permiten a los profesores, previamente formados, a enseñarles cómo saber si alguien inconsciente no respira, qué hacer si un compañero se atraganta o cuáles son las causas de una parada cardiorrespiratoria. En su diseño han participado pedagogos, maestros, técnicos de emergencias, enfermeros y médicos. "Cada vez son más los colegios que solicitan nuestra participación para realizar estos talleres, lo que nos demuestra que los profesores están cada vez más concienciados", afirma la doctora María Isabel Salado.
Europa Press
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