Toda motricidad es un hecho social, toda conducta motriz testimonia una cultura. La lógica interna de los juegos y deportes tradicionales y populares está ligada a los valores dados por el contexto sociocultural. El cuerpo es la primera base existencial de la persona y el aprendizaje que se haga del mismo afecta a toda su vida en el aspecto fisiológico, social y psicológico.
Las actividades lúdicas y deportivas van a depender, pues, del contexto sociocultural en el que se desenvuelva el sujeto. El juego, al igual que otras manifestaciones socioculturales, nos relata en cada lugar y época, unas formas concretas de relacionarse de las personas que lo practican.
El concepto de ETNOMOTRICIDAD (Parlebás, 1986), estudio de la motricidad en diferentes razas, pueblos... y su relación con la estructura socio-cultural (etnología de la motricidad), nace como consecuencia del empeño por demostrar la estructura social de nuestra corporeidad. Las técnicas corporales son profundamente dependientes de los hábitos, de la educación, y en definitiva de la cultura en general.
Desde la perspectiva etnomotriz podemos distinguir dos tipos de varianzas culturales: intercultural (singularidades motrices entres dos sociedades, así como sus semejanzas); e intracultural (en el seno de una misma comunidad, las prácticas ludomotrices pueden diferenciarse en función de la situación geográfica, las clases sociales e incluso por sexo o edad).
Publicado por Toni Pozo.
Las actividades lúdicas y deportivas van a depender, pues, del contexto sociocultural en el que se desenvuelva el sujeto. El juego, al igual que otras manifestaciones socioculturales, nos relata en cada lugar y época, unas formas concretas de relacionarse de las personas que lo practican.
El concepto de ETNOMOTRICIDAD (Parlebás, 1986), estudio de la motricidad en diferentes razas, pueblos... y su relación con la estructura socio-cultural (etnología de la motricidad), nace como consecuencia del empeño por demostrar la estructura social de nuestra corporeidad. Las técnicas corporales son profundamente dependientes de los hábitos, de la educación, y en definitiva de la cultura en general.
Desde la perspectiva etnomotriz podemos distinguir dos tipos de varianzas culturales: intercultural (singularidades motrices entres dos sociedades, así como sus semejanzas); e intracultural (en el seno de una misma comunidad, las prácticas ludomotrices pueden diferenciarse en función de la situación geográfica, las clases sociales e incluso por sexo o edad).
Publicado por Toni Pozo.
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