martes, 27 de agosto de 2013

¿QUÉ HACER TRAS LA RESACA DE LAS FIESTAS VERANIEGAS?

RECOMENDACIONES | Hábitos saludables 

Es imprescindible restablecer pronto unos hábitos de alimentación saludables No es conveniente adoptar comportamientos drásticos como el ayuno absoluto. El verano se convierte sin duda para millones de personas en algo más que descanso y vacaciones: las fiestas patronales de cada pueblo o ciudad ocupan en él un lugar importante. No sólo sirve para juntarnos con los amigos y disfrutar de un buen rato sino también, y como demuestra la tradición española, para comer y beber en exceso. Algo que causa -dependiendo del caso- un impacto sobre nuestra salud, del que, según los expertos, es necesario recuperarse cuanto antes. 

"Existe una relación directa entre las festividades locales y el incremento de consultas por intoxicaciones etílicas agudas y otras drogas, especialmente en los servicios de urgencias", afirma Salvador Tranche, vicepresidente de la Sociedad Asturiana de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC). Por otro lado, más difícil de cuantificar son las consultas en los centros de salud que se realizan días después de finalizadas las fiestas donde acuden pacientes con enfermedades crónicas (diabetes, hipertensión, alteraciones del colesterol, etc.) y presentan descompensaciones más o menos importantes debidas, probablemente, a transgresiones dietéticas. Grasas y alcohol Durante los días que duran las fiestas, expone el especialista, reducimos las horas de sueño, comemos fuera de casa y en más cantidad, con predominio de frituras, alimentos precocinados y carnes (barbacoas, calderetas…). 

"En personas sanas puede ser un problema insignificante o quizá dar lugar a un leve malestar como trastornos digestivos (ardor o dolor gástrico, sensación de plenitud, digestiones pesadas…), pero en aquellas personas con enfermedades crónicas en que la alimentación es un elemento clave, puede ser un factor de descompensación", afirma. En la misma línea se expresa también el doctor Javier Salvador, presidente de la Sociedad Española de Nutrición (SEN), quien mantiene que "las personas con diabetes y aquellas con antecedentes de enfermedades gastrointestinales o pancreatitis son obviamente más vulnerables". El exceso de carbohidratos y grasas, añade, induce una situación posprandial diferente de lo habitual con aumento de glucosa y grasas, que suele ser transitoria, y cuya trascendencia va a depender más de la magnitud de la ingesta, el tipo de alimentos y la patología previa que presente la persona en cuestión. 

Por ello, "asumir la ingesta de un exceso de calorías de forma rutinaria, aunque no se considere como transgresión dietética puntual, favorece el desarrollo de obesidad y de sus complicaciones entre las que se encuentra la diabetes, las alteraciones de las grasas en la sangre, la hipertensión, apnea del sueño, e incluso la promoción de distintos tipos de cáncer", expone el experto. Por otro lado, el alcohol es otro de los grandes 'protagonistas' de las fiestas veraniegas. Durante estos días, bebemos más alcohol y también más bebidas azucaradas. El alcohol, mantiene Salvador, aporta siete calorías por gramo, facilitando el desequilibrio de la ecuación de balance energético en favor de la entrada calórica. Aunque, independiente de su efecto calórico, sin duda, "son más importantes los efectos derivados de su acción a nivel del sistema nervioso". Así, dependiendo de la cantidad ingerida y de la tolerancia al mismo, indica Tranche, puede producirse un cuadro que puede ir desde la desinhibición hasta la obnubilación o el coma. 

"La resaca suele ser más frecuente en bebedores de consumo bajo y moderado de alcohol", asegura. Pero si además, a todos los efectos anteriores, agrega el doctor Salvador, le sumamos una temperatura elevada, con mayor posibilidad de deshidratación, los efectos metabólicos se verán potenciados y "se pueden ver asociados con los correspondientes a la falta de líquido, con hipotensión arterial, y las consecuencias de una peor perfusión de órganos clave". Restablecer hábitos Lo más adecuado, señalan los facultativos, es restablecer unos hábitos saludables de alimentación y estilo de vida. Pero es muy importante saber que "no es conveniente adoptar actitudes drásticas de ayuno absoluto y asegurar una correcta hidratación", asevera Salvador. Por otro lado, es beneficioso tomar alimentos ligeros de baja densidad energética, evitando dulces y aquellos con alto contenido en grasas animales. Igualmente es aconsejable, explica, realizar actividad física suave como es el paseo. 

"Si previamente hacía ejercicio físico procure retomarlo realizándolo al menos tres días a la semana (30 o 45 minutos) y si no lo hacía, puede empezar aumentando su actividad diaria con pequeñas estrategias como subir a casa andando y caminar siempre que sea posible", agrega Tranche. Con todo esto, es fundamental, concluyen ambos especialistas, aplicar el sentido común, y "no buscar así contrarrestar la sobreingesta de fechas anteriores sometiendo al organismo a otra agresión como la que representa una dieta
Beatriz G. Portalatín | Madrid  desequilibrada".

lunes, 19 de agosto de 2013

EL CONSUMO DE AZÚCAR ES TÓXICO INCLUSO EN CANTIDADES 'SEGURAS'

ESTUDIO | En ratones

El azúcar se utiliza en numerosos productos industriales como la bollería
.El azúcar se utiliza en numerosos productos industriales como la bollería. Un estudio en ratones muestra que el consumo moderado de azúcar es dañino. Se trata del azúcar añadido en alimentos, dulces o bebidas procesadas. Los niveles que han mostrado toxicidad en ratones se consideraban seguros. Todavía no se conoce qué cantidad es la adecuada para el ser humano. Existen fuentes naturales de azúcares, como la fruta, que no son perjudiciales. Está más allá de donde imaginamos. El azúcar añadido se encuentra en innumerables productos alimenticios. Si echa un vistazo a la etiqueta nutricional de los alimentos procesados, detectará un nivel nada despreciable de esta sustancia en un formato u otro: zumos artificiales, bebidas carbonatadas, batidos, cereales, pan industrial, caldo de verduras...

Por este motivo, tal vez seamos poco conscientes de la cantidad de azúcares refinados que tomamos a lo largo del día y del daño que esto puede causar en nuestra salud. Según los datos de un estudio realizado en ratones, el consumo moderado de azúcar, como el que se da al tomar tres latas de refrescos azucarados al día, se relaciona con una mayor mortalidad y una menor fecundidad. No es la primera vez que se habla de los daños del azúcar sobre la salud. Sin embargo, hasta ahora los estudios que se habían realizado en animales habían evaluado la ingesta de niveles muy altos de esta sustancia y su impacto sobre el organismo. La novedad que presenta ahora la revista 'Nature Communications', lugar donde se ha publicado este trabajo, es que no hace falta consumir cantidades excesivas de azúcares añadidos para que se empiecen a notar daños en la salud, por lo menos así lo han constatado en ratones. 

"Nuestros resultados ofrecen evidencia de que consumir azúcar a niveles actualmente considerados seguros ejerce un impacto espectacular en la salud de los mamíferos", explican los investigadores del estudio de varias universidades estadounidenses. Tal y como asegura Wayne Potts, profesor de Biología de la Universidad de Utah (EEUU) y uno de los autores de esta investigación, "el trabajo demuestra los efectos adversos del azúcar añadido en niveles relevantes para el humano". Y reconoce que él mismo ha reducido "la ingesta de azúcar refinado y he animado a mi familia a que haga lo mismo". Porque, según explica, los nuevos test han mostrado que una dieta con un 25% de azúcar añadida (un 12,5% de dextrosa -el nombre industrial de la glucosa- y un 12,5% de fructosa) es tan perjudicial para la salud de los ratones como ser descendiente de primos hermanos. Incluso los ratones que no llegaban a estar obesos y mostraban pocas alteraciones metabólicas "murieron con más frecuencia y tendían a tener menos descendencia", explica el primer autor de este trabajo, James Ruff, quien recientemente ha terminado su doctorado en la Universidad de Utah. 

"Hemos demostrado que unos niveles de azúcar consumidos habitualmente por la población -y que son considerados seguros por las agencias reguladoras- deterioran la salud de los ratones". El experimento El estudio, financiado por los Institutos Nacionales de Salud y la Fundación Nacional de la Ciencia de EEUU, se llevó a cabo en recintos denominados 'graneros' con una superficie de 377 metros cuadrados y muros de tres metros de altura que simulaban las situaciones que se dan en el hábital real de los roedores en cuanto a competición con otros por el territorio o por los sitios de anidación. A partir de la semana 26 de vida de los ratones, se les ofreció una dieta (una mezcla de trigo, maíz y soja) en la que el 25% de las calorías procedía de azúcares añadidos, lo que equivale a la cantidad que puede consumir una persona con una dieta normal si toma diariamente tres latas de refrescos azucarados. 

Un grupo control recibió una comida a base de almidón de maíz. "Es una prueba sensible para conocer la disminución de la salud y el vigor", señala en una nota de prensa Potts. Lo que comprobaron estos investigadores fue que 32 semanas después, el 35% de las hembras alimentadas con una cantidad extra de azúcar había muerto, el doble de las que fallecieron en el grupo control. Sin embargo, no encontraron ninguna variación en la mortalidad de los machos. En cambio, se comprobó que los ratones que habían tomado una dieta rica en azúcares eran menos competitivos y tuvieron una tasa de descendencia un 25% menor. "Te puedes preguntar por qué no se ha descubierto esto hace 20 años. La respuesta es que hasta ahora, no teníamos un test funcional, amplio y sensible para escanear las potenciales sustancias tóxicas que están siendo puestas en el entorno o en nuestros fármacos o alimentos", concluye Potts quien asegura que el método utilizado en este estudio puede ser útil para evaluar el efecto de otras sustancias en el organismo. 

El consumo de azúcar se ha triplicado en los últimos 50 años en EEUU, sobre todo el que procede del jarabe de maíz, utilizado para endulzar bebidas, salsas y otros productos industriales. Aunque en España la ingesta de esta sustancia es mucho menor, en los últimos años su consumo ha aumentado un 20%, según datos de un estudio de la Universidad Autónoma de Barcelona. Un dato preocupante para muchos expertos ya que tanto la obesidad como las enfermedades relacionadas con el sobrepeso están aumentando en nuestro país, sobre todo entre la población infantil donde el 26% tiene exceso de peso y un 19% está obeso. De hecho, los pediatras ya advierten de un futuro aumento de la diabetes tipo 2 en niños.
Ángeles López | Madrid

DEPORTE EN PERIODO ESTIVAL

DURANTE EL PERIODO ESTIVAL 

Un experto recomienda combinar el deporte en gimnasio con el que se realiza al aire libre, evitando las horas de calor. La práctica de deporte en recintos cerrados, como gimnasios, con el que se realiza al aire libre es "una de las prácticas más habituales del verano, siempre que se tomen precauciones y se eviten las horas centrales del día, cuando las temperaturas son más altas", según aconseja uno de los propietarios del gimnasio madrileño Ágora, Óscar Quijada.

En declaraciones a Europa Press, Quijada ha explicado que "el verano no está reñido con la práctica deportiva", por lo que recomienda combinar el ejercicioo en gimnasios con otras actividades al aire libre, "como participar en carreras deportivas o hacer bicicleta". Quijada ha insistido en que, "aunque durante la época estival se suele relajar el ritmo, no es conveniente abandonarse por completo porque después es más complicado coger el tono en septiembre". En cuanto a la práctica de deportes al aire libre, ha recordado que hay que tener en cuenta "una serie de precauciones", como "evitar las horas centrales de calor, estar siempre hidratado y mantener un ritmo suave", entre otros consejos. También ha reiterado la importancia de cuidar la alimentación a pesar de que "uno puede permitirse algún capricho, sin perder los buenos hábitos".
17 Ago. (EUROPA PRESS)